| 
   Si volviéramos a tiempos pasados, podríamos
  encontrar en el actual barrio de Condepols una ladera surcada por un camino
  que ascendía hacia la ciudad fortificada y que desembocaba en la Cuesta
  del  Cambrón. Formaba parte del ruedo
  de la ciudad, que eran las hazas de cereal que se extendían hacia el sur del
  casco alcalaíno  de la ciudad fortificada
  de la Mota. Los viajeros ascendían por aquel camino desde la ruta de Granada
  a las puertas de la Mota. No era de extrañar que en las ferias fuera ocupado
  por ganados de toda clase, desde el porcino al vacuno, y escenificara muchos
  tratos entre payos y gitanos. Era el cuadro pintoresco de la primera mitad
  del siglo XX, en el que se cerraba este espacio urbano con la carretera de
  Montefrío, una vía orlada  en sus dos
  arcenes de álamos negros, que  se
  mantuvieron hasta finales del mencionado siglo.  Pero, la familia Montañés comenzó a
  introducir por los años sesenta la gran industria en la comarca alcalaína y
  fundó la empresa Condepols. En palabra de José Jiménez, en un principio fue
  una fábrica con 18 personas, pero posteriormente llegó a tener 600 trabajadores.
  Económicamente le hizo mucho bien al pueblo pues su trabajo no sólo evitó el
  éxodo rural característico de aquella época, sino que propició la vuelta a
  Alcalá de gente que estaba fuera. Su trabajo ha aportado riqueza al pueblo y
  no sólo riqueza, todo el barrio del parque hacia abajo se construyó gracias a
  la presencia de Condepols y a Montañés, pues él fue el responsable de la
  creación de la empresa.   Y el
  pueblo sencillo llegó a denominarlo el barrio de Condepols, pues
  muchas viviendas surgieron a expensas de los trabajadores de esta empresa. En
  torno a la carretera de Montefrío y sus calles paralelas y perpendiculares
  que subían  la ladera hasta el camino
  del cementerio de Nuestra Señora de las Mercedes fijaron su asentamiento. Un
  barrio obrero se abrió a otras industrias sobre todo la fábrica de piensos Nanta  y la cooperativa de San José Artesano,
  dando lugar que  en el entorno se
  abrieran otros dos viales con el nombre de Cooperativa e Industria. Abundaban
  las viviendas unifamiliares y escaseaban las casas de vecinos y de  bloques plurifamiliares, Tardaron en  ponerle nombre, aunque incluso en algunos
  momentos llegó a llamarse de San José Obrero, dando lugar a un debate popular
  que recogió el nombre del barrio con un intento de acercamiento cultural  al continente americano. Y en un pleno  municipal de 1969 se le denominó barrio de Iberoamérica
  y se bautizaron las  calles  que engendraron el germen del barrio a
  partir de la  Avenida de Iberoamérica;
  denominaron a las calles paralelas a esta avenida  Brasil , Chile, Canadá, Perú, Cuba, Méjico, Puerto
  Rico,  Uruguay, Panamá y Paraguay ; por
  otra parte,  a las perpendiculares a
  esta las llamaron con el de Nicaragua, Colombia, Bolivia, Panamá , Ecuador, Honduras
  y Jamaica. En los años primeros de la democracia, comenzaron a
  edificarse las viviendas plurifamiliares de varios pisos primero, se hicieron
  los famosos pisos verde en torno al camino del Cementerio y en la calle Costa
  Rica, y las familias de las clases populares y  del sector de los servicios, de la
  construcción  y de las aldeas  comenzaron 
  a ocupar esta nueva forma de asentamiento urbano .En estos años la Asociación
  de Vecinos San José Obrero nació con gran empuje, realizaba actividades a
  favor del barro y la fiesta de Primero de Mayo. , Incluso, las monjas de la
  Sagrada Familia de Burdeos fueron una institución que ubicó su casa en la
  calle y ejerció una gran labor cultural y religiosa para las nuevas clases
  populares y de las aldeas que se asentaban en estos ligares hasta  su despedida hace recientes años Su huella
  quedó grabada en muchas familias gracias a la misión de Lidia, Isabel, María
  Dolores, Beatriz, Carmen; Julia, Teófila, Albina, Rosa,  María Jesús, dinamizadoras de muchas
  familias La Casa de la Juventuid, transformada en casa de Cultura, dinamizó
  este barrio, sobre todo, cuando se convirtió en Escuela de Adultos con el
  nombre del Arcipreste de Hita.   Conforme avanzaba el siglo,   sobre todos a partir del decenio  de los ochenta,  las empresas sufrieron una primera crisis,
  pero la fiebre constructiva no decayó. Se cerró el barrio con la calle de  la República de Argentina de modo que  se convertía en una calle singular, rodeada
  de grandes viviendas plurifamiliares en sus primeros sectores, que se fueron
  ajardinando con zonas verdes y parterres y la instalación de bares muy
  frecuentados. Contrastaba la altura de sus edificios  con la baja altura del resto de las
  viviendas de las otras calles. También ,se extendieron en la carretera de Montefrío
  junto con nuevos negocios de la repostería, servicios,  garajes, y tiendas de tellas. Y algunas se
  desplazaron al interior del barrio como la carnicería de Ramón Hinojosa, algunos
  supermercados,  bares ( el Paraíso será
  un bastión, potros decayeron con el de la Virgen de la Cabeza… )   También en la ladera que se prolongaba hasta cerca
  de las tierras de Mendal , nació una nueva empresa al cobijo de la antigua
  Condepols, que había pasado de manos de la familiar Montanés a capital
  bancario. Era la empresa  Derprosa, que
  ocupó  terrenos del patronato de las
  Escuelas Profesionales de la SAFA y negociados por el ayuntamiento alcalaíno
  a bajo precio.  En el  último decenio
  del siglo XX, para conservar con zona verde  la corona de la fortaleza de la Mota y sus
  arrabales, se abrió una importante zona con una gran parte de la ampliación
  de viviendas unifamiliares en el camino del cementerio y, por encima de este,
   los nuevos viales que recordaban a los
  protagonistas de la conquista, calle el Niño, alcaide Ibrahim, Juan II. También
  la zona de  la calle Jamaica  recibió una dinamización con una importante
  promoción de viviendas sociales en la calle Perú,  Se fue transformando este barrio con e un carácter más
  cosmopolita, donde  ya ha abandonado su
  origen de obreros induestriales  y se fue
  transformando en viviendas de antiguos aldeanos, jubilados, clases populares
  y trabajadores agrícolas  y emigrantes
  de muchos países y continentes. La presencia del Centro de Día promocionó
  este barrio gracias al encuentro de los mayores en aquellas dependencias de
  ocio, transformadas en centros de transeúntes.   El traslado
  de la iglesia del Salvador  de las
  dependencias religiosas de San Antón hasta el otro margen de la carretera de
  Montefrío le puso identificación al barrio desde su presencia , primero en la
  Casa de la Juventud, y desde 1994 , inaugurado su templo. La presencia  de su pastoral, vida parroquial y cultos
  externos, aglutinan  y definen este
  barrio, que sirve de itinerario procesional de sus advocaciones del Rocío y
  de Alba con sus rosarios, viacrucis y marcha a romería. El sector servicios y
  comercial se ha multiplicado con pubs, tiendas de jardinería, deportes,
  farmacia, zapaterías sin olvidar el tanatorio que estuvo presente en este
  barrio y,  , sobre todo, en los viales
  de la República Argentina y carretera de Montefrío, las dos avenidas que
  cierran por el sur,  y  la de Jamaica que cierra por oeste y
  estructuran el barrio en su entramado de damero no muy bien diseñado .   | 
  
   q  | 
 
| 
   | 
 |
No se ha hechor realidad ni la recalificación de terrenos de Condepols y
Derprosa , ni su traslado al Llano Mazuelos por el impacto que este barrio hubiera
sufrido. El barrio despertó en los muchos años con nuevas mejoras en sus zonas
verdes y la presencia de algunas asociaciones ligadas a los comercios. Nota
destacada ha sido la construcción y puesta en ejercicio del Hospital de Alta
Resolución son olvidar  la mejora de las
zonas verdes, juegos infantiles, las instalaciones deportivas que ocuparon
zonas de antiguo tejar, y la presencia de los grandes supermercados como el Día
y Mercadona. 
          Si levantaran la cabeza
aquellos últimos campesinos que bajaban por la Cruz de los Muladares a las eras
del Coto para recoger la cosecha de Agosto, se quedarían  estupefactos ante una Cruz de los brazos de
hierro rodeada de un barrio populoso sin las viejas tabernas, pero con grandes
avenidas transformadas en  la zona
comercial del pueblo. No entenderán que ya el Llano de las Aves Frías estaba
habitado y la torre del edificio de los bomberos no era un campanario de
iglesia. Se satisfaría con las cruces que permanecen levantadas, de piedras y
bandas blancas con flores de colores, reme moranza de tiempos pasados. 
  
.jpeg)
.jpeg)

.jpeg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario