Se acercan las
fiestas del Corpus Christi. Y ya hablamos de la
importancia de esta fiesta en el desarrollo del teatro a través de los autos,
farsas, invenciones, recitaciones y otros elementos dramáticos que se
realizaron a lo largo del siglo XVI y XVII en muchos pueblos de la provincia de Jaén, entre
ellos Alcalá la Real. Sobre todo, es
muy frecuente la presencia de danzas que abundan de sarao, de damas y
galanes, de gitanos, de negros, diablillos, valencianos etc. Pero, también
eran frecuente la representación de autos sacramentales y la interpretación de
villancicos, sonetos o cantos poéticos durante la procesión en honor al
Santísimo. Uno de las preocupaciones más importantes va a consistir en la
escenificación de los tablados en los que se colocaba el Corpus
Cristi en la Mota, y, posteriormente, en las plazas del nuevo ayuntamiento de
la zona baja que se construyó en el siglo XVIII. Tampoco, se puede olvidar los
adornos de toda la estación, así como la portada del propio cabildo.
Sobre todo, en esta festividad y su Octava, se desarrollaron el teatro y sus subgéneros en la vida del
ocio de muchas ciudades, entre ellas Alcalá la Real; es muy ilustrativo tratar
y encontrar la vida de sus comienzos, sus corrales de comedias,
comediantes, medios de transporte y otros aderezos de su entorno. Llamaban la
atención los autores de comedias, que generalmente correspondían con los
directores de las compañías de teatro, y frecuentaban los pueblos de la
Abadía, tras su paso por ciudades sevillanas y cordobesas, y, en otras
ocasiones, procedentes de Granada. Es curioso que, en la mayor parte de
los pueblos de Jaén, se ofrezcan pocos datos sobre si se había desarrollado por
estos lares el mundo teatral dentro de recintos cerrados antes del
siglo XVII. Hay algunas noticias de la capital en los últimos decenios del
siglo XVI. La proximidad con Granada nos hace ver una ciudad , en la que se le
imponía las modas culturales de la ciudad de la Alhambra. Los comisarios-
diputados de fiestas contrataban las mejores danzas, los mejores autores de
comedias y los artistas de los distintos monumentos que se encargaban de la
procesión del Corpus y de la Octava. Al principio, un elemento básico fue las danzas
de cascabel y castañuelas, interpretadas por gitanos, pero después se va
cediendo paso a grupos de damas, hombres y diablillos. También hay presencia de
un auto denominado Los coloquios de los niños que nos
recuerdan otras danzas que se interpretaban en la iglesia mediante
representaciones de pequeños relatos o pasajes evangélicos y bíblicos como el
Diálogo de los Niños en el Templo, generalmente eran dirigidos por el maestro
de capilla .
En los últimos años del siglo anterior,
pasaron por la sede abacial de Alcalá la Real autores de comedias que habían interpretado
obras de Lope de Vega en el Corral de Comedias de la sede abacial, un
recinto relacionado con la Cofradía de la Veracruz. Con un nuevo documento
adelantaba de nuevo en la llegada de grupos teatrales antes de los años veinte,
los que había recogido en un artículo de la revista Toro de Caña. Y
citamos estas palabras de un crítico teatral: La importancia del Corpus fue decisiva no sólo en lo que se refiere a la
formación de futuros actores, sino también en la conformación del gusto de las
capas más amplias de la población, que se forjó necesariamente -antes de la
existencia de un teatro regular y comercial- en las fiestas y espectáculos
públicos. Por otro lado, el Corpus también contribuyó a la consolidación de
estas primeras compañías, pues las representaciones en el marco de la fiesta y
su Octava, fueron una fuente de ingresos anual nada despreciable para su
conservación. En 4 de octubre
1566, en la ciudad abacial ya se cuenta con la presencia de un autor de
comedias afamado que provenía de Toledo y triunfaba en el mundo de la Corte.
Nos referimos al autor de comedias de Toledo Gabriel Vázquez, que
concertó un documento ante el escribano Luís de Cáceres.. Hemos recogido
esta cita de este autor de comedias toledano, que nos ilustra sobre el
personaje y el documento alcalaíno. "Otros autores de
comedias reputados entonces eran Alonso Rodríguez y Alonso de Capilla, que
formaron compañía en 24 de Julio de 1577, duradera hasta Carnestolendas de
1578. Se distribuirían los beneficios,
sacado el gasto, de cada doce reales, siete y medio para Rodríguez, y los
cuarenta y medio restantes para Capilla . Rodríguez estaba lleno de
acreedores . Y lo mismo otro autor, «vecino de la ciudad de Toledo»,
Gaspar Vázquez, siempre contrayendo deudas en Madrid . Este
documento alcalaíno se relacionaba con un pleito o concierto económico que
tenía con personas del mundo del teatro de Granada. Le Vázquez pagó
exactamente " a Aparicio de Espejo e a vos
Miguel Sánchez de Urda ochenta y reales de plata que
montan dos mil y ochocientos años y veinte y dos maravedíes (...) por
razón confieso y declaro deberlos en esta manera setenta reales a cumplimiento
de los ochenta y tres reales de posada que nos habéis dado, en vuestra
casa y mesón, a mí y a los demás representantes que conmigo vienen de los
cuales de los dichos ochenta y tres me doy por contento y entregado
". Se comprometía a pagar "mañana
sábado que descontará cinco días de este presente mes de
Octubre a las ocho de la mañana" . Y para evitar cualquier impago, se
obligaba a pagar cada día un ducado de los que el dicho Miguel Sánchez de
Urda lleva conmigo a la ciudad de Granada para recibir la dicha paga, si
se detuviere en la dicha cobranza y demás que el dicho Miguel
Sánchez pueda usar y disponer de su voluntad de ciertas prendas que lleva
en su poder para la seguridad y pago de los ochenta y tres reales, e llevar
el dicho salario que a cualquier quisiera escoger para lo a todo
así tener, e mandar cumplir e pagar ".
Un importante problema radicaba el lugar y
financiación de representación. Lo hubo
en la iglesia, en estrados levantados en la Plaza Alta y en el pórtico de la
Iglesia, e, incluso en casas de hijosdalgo. "Otra importante fuente de
ingresos para estos primeros actores, que no contaban con locales estables en
donde ejercer su nuevo oficio, fueron las representaciones en casas
particulares (de nobles, patriciado urbano, clérigos...)". Pero esta actividad se hizo más estable, porque se va desarrollar a partir de las primeras
décadas del siglo XVII con el nacimiento de la Casa de Comedias de Alcalá la
Real, que estaba patrocinada por la Cofradía de la Santa Veracruz. Pronto esta
dejaba su organización al frente de unos arrendatarios que le pagaban
anualmente una cantidad fija que alcanzaba los ciento cuarenta ducados en el
año 1628. El contrato se fijaba para dos años. No era extraño que lugares como el Corral de
Comedias, que apenas podía mantener la cofradía de la Veracruz,
recibiera subvenciones de arreglo de los aposentos oficiales y de la estructura
de su fábrica. Se remozó con la ayuda de doscientos ducados el Corral de
Comedias de la cofradía de la Veracruz, donde acudían los miembros de la ciudad
y sus esposas a los aposentos reservados. Las obras de teatro se
realizaban a lo largo del año y ya no se reservaban a ciertos periodos, sino
que se celebraban en el mes de mayo, junio y agosto como la compañía de Luis
Pascual que tuvo que ser subvencionada en el mes de agosto porque no acudía
gente. En 1684, de nuevo el Corral de las Comedias se remozó en los aposentos
de la ciudad fijando las armas reales, de la ciudad y de la Cofradía
de la Veracruz. Más tarde esta actividad vino a menos en el siglo XVIII hasta
prácticamente desaparecer.
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