LA MEMORIA DE LA FIESTA DE SAN JOSÉ EN EL CONVENTO DE LA TRINIDAD

En 1665 Juan Ramírez de Valdivia, regidor del ayuntamiento y ssu esposa María Ortiz de Cea concertaron con las monjas de la Santísima Trinidad, en el locutorio del convento, presididas por la priora doña Gabriela de Burgos y Castillo, que para siempre jamás se dijesen, según ordenaban las claúsulas de su testamento ante el escribano Salvador de Sicilia , por su ánimas  misa cantada y su víspera con su sermón todos los días  en la festividad de San José. Para ello se sacaron  50 ducados de sus bienes, que se entregaron a sus hijas monjas doña María de Valdivia y Esperanza de Cea. LO pusieron en el depósito del dicho convento y se obligaron a cumplir la cédula. También entregaron un cuadro grande  de San José. Con esos ducados y los dos ducados y medio que rendían en renta debían comprometerse a realizar la misa y sermón y víspera. No hemos encontrado el cuadro, pero en la exposición de la Trinidad hace  unos años se expuso una imagen de san José, anónima del siglo XVIII relacionada con esta memoria y festividad. 

LEGAJO 5175 folio 348.  17 de mayo 1665. ESCRIBANO FRANCISCO DE VELASCO.