sábado, 23 de febrero de 2019

EN ALCALA LA REAL, INFORMACIÓN. DESDE 1979.


DESDE 1979

Se frecuenta, por estos tiempos, las fotos en blanco y negro, la remembranza de periodos pasados, la nostalgia de una batalla superada y el refrendo de  la transición modélica de España en todos los países del mundo. Los años  ochenta se han puesto de moda, para denostarlos o ensalzarlos, para zaherirlos o para aprender de ellos. Abundan las galerías de fotografías que rememoran unos momentos históricos que trascendieron la cotidianidad de la ramplona dictadura anterior y proyectaron un horizonte nuevo para España con una nueva Constitución, de amplio consenso, que se aprobaba con el refrendo de la mayoría de los votantes, se asumía como una democracia social de plenos derechos y se bautizaba como la columna vertebral cívica de todos los españoles. En aquellos tiempos pasamos de súbditos y vasallos a  ciudadanos, de principios centralistas a comunidades  autónomas, de pueblos a ciudades, de la represión franquista al disfrute de los derechos humanos en materias de igualdad, libertad, expresión, solidaridad, educación, y cultura, entre otros.
Nadie podía comprender el gran cambio que se originaba en todos los pueblos de España, entre los desgarros del terrorismo y las amenazas golpistas (algunas llegaron a ser realidad un 23 F). Los ayuntamientos y las diputaciones comenzaron a regirse por una representación auténtica de los miembros de su espectro social. Ya no quedaba a expensas de los tentáculos de aquel partido único que mandó durante cuarenta años (porque hay que distinguir entre la auctoritas de los gobernantes totalitarios y la potestas delegada del pueblo). Con ilusión, corrió la bandera andaluza por todos los pueblos de la Bética despertando fervores en sus nuevos órganos de autogobierno, que se plasmaron en la Junta de Andalucía, entre la oposición de los que no apostaron nunca por la gente de esta tierra. Y,  entre los Pactos de la Moncloa y los Acuerdos Económicos Sociales, España progresaba de modo que se convertía en uno de los países más prósperos del mundo.  Se consideraba un modelo a seguir.
            Por estos días, se celebra el aniversario de los cuarenta años de aquel verdadero cambio y ruptura entre la longa noite de  pedra, en palabras del poeta gallego Celso Emilio Ferreiro, y el mañana compartido. O, en palabras de García Montero, se refleja ese momento:  “Es más sabio el amor, cuando amanece, cuando ya empieza a oírse la mañana, por el cambio largo, desierto de tu piel”. Y, en esa aventura de aquellos años, la Mota pasó de  dehesa y un camposanto a una fiesta medieval renacida, el  campo de cereal se tiñó de olivar verde, de Montañés se llegó a Pablo de Rojas entre Raxis  y festivales nacional, la albarca jornalera dejó paso al mono industrial y de servicios, y el pueblo de caminos rurales se convertía en un subeje  andaluzde carreteras asfaltadas. Se hicieron realidad aquel veros Pido la voz y la palabra. Con razón y argumentos. A los cuarenta años,  la posverdad quiere  imponer  una cosmovisión falsa de un tiempo histórico inolvidable, ejemplo para las generaciones actuales, en conquista de derechos y en compromisos sociales. Feliz al XL ANIVERSARIO DE LOS AYUNTAMIENTOS DEMOCRÁTICOS.
 


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