EN ALCALÁ LA REAL INFORMACIÓN, ALCALÁ LA REAL, ÚNICA, REAL Y SOCIAL.

Siempre me ha causado curiosidad los epítetos
que se le asignan a las ciudades en el territorio nacional. Algunos son
curiosos, como el de la ciudad astigitana, redundando en la lealtad “Ciudad,
constante, leal y fidelísima” por eso de rendir completo vasallaje al nuevo rey
Felipe V; otras veces, se redunda en otros valores, como
la “Muy noble, muy leal, nombrada, grande, celebérrima y heroica ciudad de
Granada" ; a veces, el ardor guerrero llevó a denominar a Baeza “Nido
de gavilanes”. Son títulos que resultan, a veces, suntuosos, pero que responden
a una serie de méritos reconocidos por
el trabajo colectivo de sus vecinos. Por supuesto, nunca pasé por alto el que,
generalmente, los monarcas concedieron a la ciudad de la Mota. Corrían otros tiempos
y se extendió aquel sintagma que, en forma de aposición, ilustraba el
encabezamiento de muchos documentos y escudos de la “Muy Noble y Leal Ciudad,
Alcalá la Real, llave, Guarda y defendimiento de los Reinos de Castilla”. Era
comprensible que los Reyes Católicos la distinguieran de la ciudad de Jaén, a
la que no le adosaba la llave, al menos en muchos lugares y precisamente en
este lugar, como símbolo de frontera. Más de 250 años de marcar
el paso de los Pirineos del Sur a través de la Sierra del Camello y los
arroyos de Mures y Velillos se merecía aquel honor. Posteriormente, la
modernidad trató de piropear la ciudad y no le faltaron enmiendas a aquella
frase, se quiso promover, el dicho de “Alcalá la Real, campanitas de plata y
gente de leal”, siempre con la vista puesta en los vínculos de relación de
vasallaje entre la Corona y el
pueblo; rememorando tiempos anteriores,
incluso se subtituló un libro historia de una "Ciudad. Fronteriza y Abacial",
ampliando el lema.
Recientemente, algunos lemas no han alcanzado la
categoría de títulos, pero muchas ciudades se distinguen por alguna
singularidad. Priego, lomo “la ciudad del agua”; Córdoba, " La ciudad de las Tres Culturas";
Lorca “La ciudad del sol”; y Osuna “Ciudad
Monumental”. Y no nos extrañó que,
inmemorialmente, se haya ganado el título de la “Tacita de Plata” la ciudad de
Cádiz por sus casas blancas y su mar plateado. Por eso, de adaptarse a los
tiempos, algunas ciudades pasaron de villas a ciudades, sin establecerse ningún
escalafón jerárquico entre las dos, pues Madrid es Villa y Alcalá la Real
Ciudad. Otras, son más conocidas, por la capital de olivo como Martos en lugar de a la Colonia Augusta
Tuccitana. De ahí que propongamos que
Alcalá se le conozca por ser Única, Real
y Social. El título de Real de seguro que viene de sobra razonado por haberse
lo concedido el rey Alfonso XI, para cambiar su atributo de Aben Zayde por
pertenecer a la Corona castellana. El de Única, con este
lema turístico, se define ese
carácter que la diferencia con su ciudad fortificada de la Mota, y la convierte emblemática para los visitantes,
como cuna de artistas, o recientemente
de deportistas que han destacado en campos como los Hockey. Y el
apelativo de Social se lo ha ganado de
sobra merecido. Como broche final, se le ha reconocido ser la
primera ciudad en Excelencia por su inversión en servicios sociales de todos
los pueblos de Andalucía, y nada menos el quinto de España. Ha sido una apuesta
municipal por los más desfavorecidos y los colectivos que necesitan mayor
solidaridad. Probablemente, no faltará algún que otro u
otra judeoconverso de lo social que eche en cara la noticia y lance una bofetada inesperada e
insensata recordando que su vecina quedó sin alguna asistencia, o aparezca un encantada que propondrá que se necesitan
más asistentes sociales en la Joya de Charilla. Pero hay que quitarse el
sombrero, para reconocer que Alcalá ha sido pionera de pasar de la Beneficencia al apoyo de las políticas
sociales. Del hospicio de San Juan al Patronato de Asuntos Sociales, y de los
Servicios Sociales Municipales a la implantación de la Dependencia en su
municipio, manifestándose en sus centros sociales, de día, de Tercera Edad, de Sánchez Cuenca, Los Amigos, red de ayuda a
domicilio, respiro familiar, centro de la Mujer, servicios comunitarios, asociacionismo
… y eso que mi abuela tuvo la suerte de ser asistida por mi tía en el siglo
pasado al final de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario