Nunca me
sentí con tan gran ventura,
ni tan
dichoso fui y de gracia envuelto,
gocé de
Euterpe, feliz y contento,
Jasón de tesoros fue mi figura.
No
buscaban dinero ni fortuna,
sino con sus cantos alegrar al pueblo,
bellos
cuples de intensos sentimientos,
y
pasodobles llenos de hermosura.
Entre
notas magistrales, el tesoro
repleto de
pasiones de la vida,
dábanme armonías compartidas.
Como premio, un vellocino de oro,
compuesto
de buen arte y bella rima,
por siempre, agradeceré a este insigne coro.
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