Se
ha celebrado el Congreso del Arcipreste de Hita, acudiendo muchos estudiosos
foráneos de este poeta reivindicado por la municipalidad desde el año 1979, en
estos lares Juan Ruiz de Cisneros. Y es curioso que se hagan apuestas sobre su
lugar natal entre muchas personas de la comunicación como si se pretendiera
encontrar unas tablas de tantos por cientos a la hora de dilucidar entre cuál
de las Dos Alcalá, la de Henares o la de Aben Zayde de aquellos tiempos, y hoy
Alcalá la Real, se le refrenda como lugar de nacimiento de este ilustre arcipreste.
Caemos en el juego de si es una hipótesis minoritaria por parte de los
intelectuales que apoyan su origen alcalÍaíno, o si este nacimiento está
refrendado por importantes personalidades que borren todo tipo de dudas una
atribución con respecto a la otra. Es verdad que nadie duda de que se parte de
una hipótesis a la hora de afirmar rotundamente su lugar de nacimiento, su
entronque con la familia de Arias González y su paralelismo entre la vida de
este Juan Ruiz de Cisneros con el autor del Libro de Buen Amor. Es una apuesta
pascaliana, al faltar la partida del libro de Bautismos que en modo alguno se
encuentra en ningún archivo. Ni siquiera un traslado original o adaptado a un
asunto. Aquí se diluye la cuestión entre
la fe y la razón, entre la intuición y el positivismo. Y eso que abundan los
datos de los enlaces con los árboles genealógicos de la familia de los Mendoza,
y estudios comparativos en diversos campos para apoyar a una de las dos
localidades. Y no digamos que, incluso, los archivos secretos del Vaticano
aportan documentación para su lugar natalicio en un castillo de la Sierra Sur que no pudo ser otro que el de los
Banu Said. Pero, por encima de todo,
aunque el pozo de este tipo de investigaciones abunda y suele agotarse en el
momento menos esperado con la notificación de un descubrimiento extraordinario,
al menos Alcalá se ha convertido en ser anfitriona de muchas personalidades que
versaron y pusieron al día aspectos sugerentes como el mundo de los alcahuetes,
celestinas, correveidiles, enredadores, y otros personajes de esta calaña en
el mundo agitado del amor literario. E, incluso, surgió una nueva propuesta de
hermanamiento literario con la ciudad de Martos, donde nació Francisco Delicado
que escribió la Lozana Andaluza y debió estar por estos lares, pues hay varias
referencias alcalaínas en este libro.
Sin
trascendencia foránea, pero con el deseo de convocar a sus hombres de la
diáspora y sus actuales labradores aje entre pueblos comarcanos, Alcalá y
Montefrío, la Cruz de Matute reúne a un grupo de romeros en las fiestas de la
Ascensión para compartir paisaje y paisanaje. Este año, desgraciadamente la
ausencia de lluvia, que se ansía como el comer, permitió desarrollarse todos
los actos: la romería de las caravanas, la comida de convivencia, el desfile de
la banda de percusión, la verbena y el pregón. Y recogemos que estos dos
pueblos comparten una vivencia importante. Por eso, decíamos en pregón: Esta cruz se ha hecho universal, desde sus
lomas se divisa a Montefrío y se alegra de que sea una ciudad reconocida
mundialmente y se convierta en la ciudad más bonita del mundo. Pero si su mirada
vira hacia el norte, le envía un beso la ciudad fortificada de la Mota,
engalanada con la perla del premio de Hispania Nostra. Esta cruz se ha hecho carne, ya son muchos
los que comparten la hermandad de la fiesta, cantan sus efluvios de amor y se
comprometen en que sea una llamada de mayo, por el día de la Ascensión. Esta
cruz es un cántaro de generosidad para todos los que nos han ayudado para que
sea una realidad, palpable y plausible. Es un puerto de tierra entre tierras de
los reinos de Granada y Castilla. Es el áncora de muchos barcos que pescaron en
el mar de Thetis. Es el destino ansiado. O como decía el poeta: Destino de
cruces /no
sé si el encontrarte /fue
un cruce de destinos /o
un destino de cruces. /Y digo, destino de cruces, /porque cada hombre, /es un
paisano de un encuentro, /encuadrado en la cruz/de una mirada de amor.
Y, en verdad que es un destino de cruces, o cruce de
destinos, porque el entorno sociopolítico se encuentra el ecuador de una
legislatura municipal. Y parece como si las cruces estuvieran clavadas por
ahora en busca de un destino que necesita muchas miradas de amor.
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