NUESTRA SEÑORA DE LAS
ANGUSTIAS DE SANTA ANA.
Esta imagen de la escuela
granadina, datada en torno al siglo XVIII, ocupa la hornacina central del bello
retablo renacentista de las Angustias de
la Iglesia de
la parroquia de Santa Ana de Alcalá
la Real. .
Según Lázaro Gila Medina, el
retablo data de tiempos de los Raxis,
mientras la pequeña escultura de las Angustias debe fecharse en torno al siglo mencionado.
Hay quienes opinan que procede de la iglesia de las Angustias, donde quedaron
ubicadas por cierto tiempo diversas imágenes y retablos de la iglesia de la Veracruz ; pues en los
inventarios de la cofradía de la Vera
Cruz de Alcalá la Real , se cataloga
e inventaría , durante los siglos
XVI y XVII, una imagen pequeña en la
sacristía y otra en la iglesia con la denominación de Virgen de las Angustias.
No es extraño que en la posguerra, una de estas imágenes se trasladara a esta iglesia de Santa Ana
para cubrir los vacíos iconoclásticos.
Pero, se observa que el retablo estaba perfectamente adaptado al hueco
del muro lo que hace dudar de esta atribución y la imagen principal
despareciera en la Guerra Civil
y fuera sustituida por esta Virgen. Pues, dentro de sus inventarios del siglo
XIX, dicha imagen no aparecía reflejada. O, incluso, pueden ser posteriores reproducciones de la
Virgen de las Angustias que suelen aparecer en las
mandas testamentarias y se encontraban en los oratorios de devotos alcalaínos.
Sobre
un fondo de decoración de flores muy a lo romano, la cruz de taracea- motivo
muy granadino- respalda a la imagen de la Virgen de las Angustias que imita el modelo de la imagen de la patrona de la ciudad de la Alhambra. De pequeñas
dimensiones, ha sido restaurada recientemente por Rafael Picazo, y pone de
manifiesto este momento iconográfico del Dolor de María ante la presencia entre sus piernas del Hijo
muerto. . Responde por sus pequeñas
dimensiones a los modelinos y a las
imágenes de casas familiares, no aportando ninguna novedad y
originalidad sino una simplicidad en su tratamiento. María, cubierta con un
manto negro bordado de figuras geométricas y florales en hilo de oro y coronada
a lo imperial realeza, su rostrillo muestra una expresión serena que
responde a la Virgen
stantem, que no flentem. La figura de Cristo responde a su tradicional iconografía
del Descendimiento y reposa su cabeza sobre un cojín de color carmesí. Su
túnica blanca con adornos de bordado dorados
se protege de un escudo pectoral, de fondo negro y cuerpo de estrellas y
tres broches en forma de soles dorados que enmarcan a verdes diamantes sin
aparecer la tradicional cruz de las composiciones granadinas, cuyo centro es un medallón con un corazón
atravesado por la espada, símbolo de esta advocación devocional. Las manos abiertas y en actitud oferente y presentando
el cuerpo de Cristo superan el dolor y
la tragedia de la Pasión
y Muerte , para transmitir el sentimiento redentor de Cristo. Otros elementos frecuentes de esta
advocación se presentan en esta imagen
santanera como la media luna sin que
aparezcan los ángeles que no rodean al trono ni interrumpen el friso que preside
el siglo mariano del Ave María.
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