En otros terrenos de la política y de la sociedad alcalaína, se
notó más el cambio en el primer semestre de 1933. Es verdad que, en el mes de abril, se autorizó
el Centro Republicano de Cahrilla con la aprobación del acta. Pero
del laicismo imperante de los primeros días de la República, se
volvió a la religiosidad de los años anteriores al nuevo sistema.
El sarampión de estos dos años anteriores, donde se extremaron las
posturas en temas religiosos, cambió de una manera radical a partir
de 1933. Como prueba de ello, la mayoría de las cofradías
desarrollaron un vida prácticamente normal, comenzaron a realizar
manifestaciones religiosas en la ciudad. De nuevo, el retraimiento de
sus miembros y socios durante este bienio anterior cambió de signo
observándose que los medianos y pequeños propietarios comenzaron a
integrarse en ellas, ya que les servía de fundamento ideológico y
religioso a la hora de su militancia política. Pues muchos de ellos
formaban partes de los partidos agrarios, monárquicos, y cercanos a
la C.E.D.A Esta llegó a fundar una oficina en la calle Miguel de
Cervantes, cuyo líder era Juan Utrilla. Y, claro ejemplo de ellos
fue la fastuosa celebración de la fiesta patronal el 15 de agosto de
este año, como declaraba un acta. “ hacer la fiesta de Nuestra
Excelsa Patrona, con el esplendor de siempre, para lo cual los
señores cofrades y supernumerarios, contribuirán con lo que puedan
con el fin de llegar fondos para tal fin”1,
Incluso, de nuevo las antiguas aspiraciones de antes de la República,
como la Coronación de la Virgen, renacieron, pero ante el mal
panorama que podía significar su manifestación pública, sus
partidarios consideraban, de acuerdo con las circunstancias, que sus
fondos se destinaran a los cultos “mientras duren las actuales
circunstancias”. En concreto, en las fiestas patronales de este
año, predicó el arcipreste Chiquero y no faltaron cantores de
fuera de la localidad, ni una capilla de música, ni la Banda
Municipal de Música. Tan sólo, en el ámbito religioso, se
presentaron algunos debates más por motivo e intereses personales
que por desavenencias con las autoridades del momento, y, así, se
ocasionó con algunos cargos como el capellán del Hospital, a quien
se le cuestionó el cobro de un expediente de traslado de cadáver
en el cementerio de la Mota a una persona que obligó a que se
hicieran servicios religiosos2.
El incidente mostraba claramente, a través de los tensos diálogos
, lo que pensaban los miembros de la Corporación municipal.
FRIAS:-No se cumple la Ley, y creo que con ello se perjudica
sentimientos laicos, creo que no es bueno ni malo, este señor cumple
con su deber pero para la iglesia, por lo que creo que no debe
nombrarse. No nos molesta sino respetamos.
FRIAS-lo que esta visto que hay interés en que siga y, como no
hay republicanos, seguirá.
SÁNCHEZ CAÑETE:- El verdadero republicanismo está en el respeto
en las creencias y derechos de los demás, y no en la persecución
de personas por sus creencias.
FRÍAS. Como socialista respeto todas las creencias, como lo tiene
demostrada en el caso del capellán del Hospital, donde aprobaba la
voluntad del testador, pero no es lo mismo, y como no respetaban sus
creencias, el no está obligado a respetarlas Siempre he sido
respetuoso en las ideas de todos y seguiré siéndolo, pero el señor
Sánchez Cañete no respetaba las ideas de los demás.
En el campo educativo, fue donde tuvo lugar el mayor desajuste entre
la política de los actuales gobernantes locales y los proyectos
inconclusos de los socialistas y radicales, aglutinados en torno a
Frías y Batmala. Pues, estos dos últimos eran seguidores acérrimos
de la política educativa y cultural del ministro e Instrucción,
don Fernando de los Ríos. Gracias a su gestión, se multiplicaron
los centros escolares en las aldeas y casco para librar la batalla
del analfabetismo imperante en la comarca alcalaína. Por otro lado,
apoyaron con toda su fuerza, a pesar de encontrarse en minoría, todo
tipo de medidas innovadoras que extendían y propagaban. Sirvan de
ejemplo la educación física a los alumnos de las aldeas, y, la
creación de un Instituto Oficial de Enseñanza Secundaria en la
localidad, cuya instancia se presentó al Ministerio con un estudio
constructivo del Palacio Abacial y una memoria fotográfica con el
fin de cederlo por su categoría artística. . Para ello encargaron
los servicios técnicos del maestro de oEn ella puso en pie y defendió con ardor en las
Cortes una obra educativa y cultural sin precedentes en España, en
la que fueron protagonistas los más débiles: partiendo del concepto
y del ideal de la “escuela unificada” se empeñó a fondo con la
Enseñanza Primaria, creando escuelas, y dignificando la posición de
los maestros, y llevó la cultura a recónditos pueblos y aldeas
mediante las Misiones Pedagógicas. Reivindicó los derechos y
libertades para todos y se manifestó abierto y tolerante cuando el
país se enfrentaba intransigentes por la cuestión religiosa.
Mientras este enfrentamiento se hacía cada vez más profundo,
Fernando de los Ríos desarrollaba una intensa actividad en el
Gobierno, que respondía a una concepción de la educación basada en
idearios de la “escuela Única”, la instrucción como factor
principal de la promoción social con base exclusiva en el mérito,
la necesidad de su extensión como elemento decisivo del cambio
social y la importancia de la neutralización ideológica mediante el
laicismo”3.
Pero, la política nacional no concordaba con el trascurso ni el
ideario de los políticos actuales de la localidad. A regañadientes,
seguían las peticiones al Ministerios en la creación del Instituto
de Secundaria, preferían el apoyo al Colegio de la SADEL (Sociedad
Anónima de Enseñanza Libre) que no era sino un modo encubierto de
colegio religioso de segunda enseñanza mediante la acción combinada
de instituciones religiosas y conservadoras. Por ejemplo, uno de los
profesores era el futuro general Utrilla. Por eso, no les quedaba más
remedio que denunciar y no apoyarlos, pues sus esfuerzos contra todo
tipo de dogmatismo y a favor del laicismo quedaron en vano . Y tan
sólo, los ataques de Batmala y Frías consistieron en obligar a la
corporación a cumplir las disposiciones referentes a la sustitución
de la Enseñanza Religiosa con motivo de la disposiciones que salían
en la Gaceta4.
En cualquier ocasión, tanto Frías como Batmala consideraban estas
medidas muy relevantes desde su concepción laica de la sociedad.
Fieles a la ideología de sus partidos, nunca la antepusieron a los
intereses municipales, pues siempre trataron de buscar alternativas
para paliar los problemas financieros que conlleva este avance
educativo: así si se presentaba la deficiencia de locales, tenían
la creatividad de proponer la transformación de los presentes o la
compra de otros edificios, como en el caso de la propuesta de las
nuevas Escuelas Nacionales, y siempre pensando en no endeudar al
ayuntamiento5.
Tan sólo, quedó en papel aquells buenas intenciones de los
concejales republicanos plasmadas en una visita que se llevó a cabo
a Madrid para gestionar la creación del Instituto Nacional de
Enseñanza Media. Pero esto fue un canto de cisne, pues ni lo
compartían los neuvos gobernantes y era un válvula de escape para
acallar las pasiones de los republicanos más convencidos6.
Cada debate nacional repercutía en la localidad, si en el mes de
febrero Lerroux declaraba la guerra abierta al gobierno de la Nación,
y sus partidarios se atrincheraban en medidas regresivas en el
gobierno municipal, la oposición de los socialistas y Batmala se
quedaba simplemente en la postura de denunciar cualquier asunto local
desde la óptica de las nuevas medidas progresistas como la de la ley
de Confesiones o Congregaciones Religiosas
Parecía como si estos conflictos se generaran por influencia
externa. Pero el campo esta abonado para ruptura entre los dos
bandos. El último incidente lo ocasionó un asunto ajeno a la vida
municipal, personal, un caso de tráfico de influencias. Fue con
motivo de un cambio de personal en la Oficina de Colocación Obrera.
Esta se había ubicado en los bajos del Palacio Abacial, y Callava
funcionario local, recibía a los obreros para componer las listas y
solicitudes y ofertas de trabajo.
1
ACTA DE LA COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES. 29 de junio de
1933. Era por aquel tiempo, hermano mayor José Utrilla Utrilla,
depositario Vicente Huertes Grande y el resto de los cofrades
formaban parte de familia Utrilla, Laguna, Sierra, y propietarios
como Juan Zafra, Manuel Izquierdo, Antonio Pérez Serrano , Juan
Villén y Manuel González,. También como sacerdotes Luis Fernández
Torres y Antonio Montañés..
2
AMAR. Acta Del 5 de mayo de 1933
3
CÁMARA VILLAR, Gregorio. Fernando de los Ríos, el intelectual y
el político en la II República en Los parlamentarios
andaluces en la II República. 2002. Parlamento de Andalucía..
4
AMAR. Acta del 14 de julio de 1933
5
AMAR. Acta Del 3 de noviembre de 1933, Frías solicita ayuda al
estado para implantar la sustitución de enseñanza religiosa, sin
perjuicio que haga el ayuntamiento lo posible.
6
AMAR. Libranza de 23 de agosto de 1933. Rcoge el viaje de la
comomisión de a Madrid de 14 de julio de 1933.
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