viernes, 14 de octubre de 2016

TINA. HOY EN ALCALÁ INFORMACIÓN.

TINA

            Vivimos involucrados, en este último año, en una sensación de TINA. Este término que recoge con sus siglas  en inglés la expresión There  is no alternative. Es decir, no hay alternativa; frase popularizada por la mandataria inglesa Margaret Thacher para justificar todas las medidas neoliberales que puso en práctica en Gran Bretaña. Y más que una vivencia coactiva, nos vemos abocados por un contexto sociopolítico  y mediático, que  quiere hacernos ver  que no hay otra salida a la crisis actual, sino la del atomismo y del individualismo. Parece como si hubieran triunfado estos dichos o refranes "Sálvese quien pueda", " Ande yo caliente  y ríase la gente", "A falta de pan, buenas son tortas". El más puro individualismo de salvar el pellejo ha hecho trizas el tejido social y comunitario. Y, los mecanismos de solidaridad  auténtica, de compromiso colectivo, han quedado  reducidos a campañas especificas y puntuales, muy lejanas de crear una nueva alternativa  que cambie esta visión  de negatividad que predomina en nuestro derredor. Durante este tiempo, quedan para el lamento muchos intentos de llevar a cabo una economía social frente al mundo y reino del mercado puro y duro; el tejido asociativo y el mundo del trabajo, primando al hombre sobre la máquina,  ha dejado paso al predominio del capital, las finanzas y a la fría globalización.
            Auténticos héroes de crear otras alternativas entre la sociedad civil son los que han fomentado  proyectos, que en nuestra ciudad de la Mota, han pasado casi desapercibidos con los bancos del tiempo; u otros que hemos conocido a través de los medios de comunicación como las despensas solidarias o las tiendas a coste cero. Mayor impacto y apoyo, menos del que se les debían haber dado, han tenido movimientos para garantizar los derechos sociales básicos. Nos  viene a la mente  la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que han sido paladines contra los desahucios y la especulación de la vivienda.
            En nuestra comarca, tuvo lugar una experiencia que dio sus frutos y , hasta ahora, se mantiene  aquella siembra  de los años noventa del siglo pasado  con el nacimiento de la Escuela de Empresas, allá por el año 1994. Respondía a un criterio fundamental de apoyo a los emprendedores de economía social, de cooperativas o de empresas de función social. Una forma de crear comunidad en el mundo del trabajo  y  de fomentar el carácter interdependiente de la vida. Recuerdo que el consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía Francisco Oliva García se sentía orgulloso al firmar en el libro de firmas de esta institución en el día de la inauguración, porque se hacían realidad sus sueños y utopías,  y, sobre todo, me impresionó la dedicatoria en la que insistía en el fomento del cooperativismo como salida al mundo actual. Han pasado,  más de veinte años, y aquellas cooperativas y muchas inicia





tivas empresariales de índole social  se mantienen  fomentando la transformación de nuestros recursos, comercializándolos en el territorio español y mundial. Y esperamos que  afronten muchas tormentas y turbulencias con ese espíritu de esfuerzo y solidaridad que los agrupó  en el principio de su fundación. Es verdad que a veces el desaliento y la ingratitud externa  les ponen al borden del abismo, porque sus socios confían en una gestión de recursos y en una economía, en las que primaba la lógica de la vida frente a la lógica de la acumulación.  Pero se sobreponen y sobreviven en medio de una crisis de un sistema que nunca han fomentado.
            Por eso, esta sociedad no debe perder nunca estas y otras metas utópicas, ni caer en el victimismo, ni en el cinismo insolidario. Sobran aquellas frases que ahora debían tragarse muchas personas que le negaban el pan y la sal hasta el más pintado "Que te coloque Felipe". Ahora, no está Felipe, y el que se encuentra gobernando lo hace como don tancredo. Sabemos lo que nos espera en medio de este sistema donde priman el individualismo y aislamiento, no le quedan a las clases populares sino confiar en crear espacios alternativos  de fraternidad,  en vez de practicar  que " Que cada perrillo se lama su cipotillo" o asistir al macabro espectáculo de ". ... Que cada sacristán doble por su difunto" ,  deberíamos recoger aquella frase  de Donoso Cortés . "hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos". Y esta es la llamada  más importante, en este momento en el que abundan los halcones, los  loros y papagayos y los murciélagos nocturnos. Trabajo social, unión, comunidad, y bien público por encima de todo. 

  

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