En octubre de 1936, Alcalá la Real había quedado mermada en un
tercio de población, ya que había iniciado una diáspora hacia la
zona republicana tras la toma de la ciudad por las tropas de Queipo
de Llano el 30 de septiembre del mismo año. Como reacción bélica,
proliferaron los ataques de la aviación en los días posteriores en
acciones de castigo y represalia. Nos ha llegado a nuestras manos
una foto de un avión de estas fechas -con parte de combate, fecha,
y datos-, con la que en donde se puede describir gran parte de
nuestro barrio.
En la parte alta, resalta limpiamente la fortaleza de la Mota como
objetivo bélico, y. por eso, podemos distinguir los siguientes
elementos: un círculo de muralla perfectamente conservado, sin
portillos ni derrumbe de paredes o muros, donde las torres,
paramentos, antemurales, antepechos y otros elementos de cierres se
mantienen sin gran deterioro en el círculo amurallado de la cima del
cerro de la Mota; en su interior, una gran extensión está ocupada
por el cementerio , otra parte, la iglesia sin techumbre; otra, el
castillo o alcazaba sin la caída de los muros motivados por
movimientos sísmicos posteriores; y , otra gran parte, una zona en
forma de terreno de erial, consecuencia del derrumbe de los edificios
anteriores.
En cuanto el cementerio( su origen procede de 1868, aunque,
anteriormente, ya se usaba las bóvedas de las criptas funerarias de
la iglesia desde 1825)¡ se pueden observar dos patios ( el primero
junto a la puerta principal de la Iglesia Mayor con panteones
familiares y una pequeña galería de nichos; el segundo, con una
triple galería de nichos en forma de U y varias zonas que
corresponden a distintos destinos o reservas de enterramientos(
comunes, adultos, niños, beneficencia…), la entrada o camino del
cementerio a través del portillo abierto en la muralla del
Trabuquete; y, algunos compartimentos de menor altura que pueden
responder a reutilización de aljibes o a nuevos casetones para usos
de tipo forense o de osarios. En cuanto a la iglesia de Santa
María la Mayor, a cielo abierto, porque no tienen cubierta ni
siquiera sus pies, tampoco la Sacristía ni las Casas de Cabildo en
contra del buen estado de la techumbre de la capilla del Deán y el
el tambor de la escalera del Coro. En el resto del terreno,
se distinguen tres trincheras ( una junta a la antigua muralla del
Gabán en forma de u ; otra junto a la parte norte de la alcazaba en
forma de zigzag y una tercera en la muralla de Santiago, junto a la
Torre de la Cárcel.; también se perciben restos de ruinas que
preveían fructíferos descubrimientos de la trama urbana de la
ciudad de la Mota.
En cuanto a los alrededores de la Mota, se marcan
perfectamente los barrios o arrabales abandonados con murallas de
delimitación y caminos cercanos: Santo Domingo, el Rastro y San
Bartolomé. Este último se prolongaba hasa la Peña Horadada
ofrece un aspecto de gran abandono, donde hay poco arbolado y yerguen
elementos constructivos y vestigios de épocas anteriores ( parece
como si su terreno no estuviera labrado por manos emprendedoras): El
barrio del Rastro, distingue dos partes: el triangulado de la
entrada a la Puerta Zaide y el del entorno del Matadero con dos zonas
bien distinguidas y separados por una linde, y con el camino de San
Bartolomé; el camino de San Bartolomé se desvía para adentrarse,
probablemente, por una puerta artificial ( la del Rastro) que
encamina a través de una calle( insinuada y paralela a un lindazo)
hacia la Puerta Nueva. El barrio de Santo Domingo ha roto la
muralla lindera con la del Rastro, porque se han plantado varios
árboles,-parecen olivos- y apenas se distinguen restos de muro;
quedan testigos y se marca la línea de amurallamiento meridional y
oriental con torreones y flancos de muralla, la torre del Homenaje,
la torres de las Lanzas, más elementos constructivos en la zona del
Pósito y ruinas en el huerto de Moriana ; dentro de este barrio,
todavía sobresalen las techumbres de la iglesia de Santo Domingo,
más abajo la denominada casa del Arrabal, la casa actual de
recepción de las visitas de la Mota y restos de la calle las
Escalerillas de Santo Domingo de Silos con algunas edificaciones de
forma torreada, la calle o camino que sale de la puerta Granada o
Cambrón; y el camino artificial de subida a la iglesia de Santo
Domingo, el resto del barrio se ha transformado en un olivar. Se
distingue claramente una posición artillera con un cañón oculto
en lo alto de la torre de entrada a la puerta del Rastro, junto al
paseíllo de Vinuesa..
Fuera del Arrabal Viejo, se distingue más casas de población
y elementos urbanizados. Bajando desde la muralla del círculo
tercero de la Mota, se distingue la calle Cava con varias
casas adosadas (y casi derruidas) al muro; la calle Mazuelos
con varias casas; el final de la calle Real con mayor número de
casas. Adentrándonos en la ciudad del valle y actual barrio de
San Juan, entre la antigua Mazuelos y Medrano se hallan amplios
solarines, la calle Zubia el tripartito solar del antiguo convento
de la Trinidad con una nueva casa solariega en su interior y varias
casas que daban a la nueva plaza de Carmen Juan. Al final de la
fotografía, un poblado barrio de San Francisco con la
sacristía completa, restos casi completos de los muros de la caja
del presbiterio del templo y el coso taurino en los claustros.
En la calle Medranos, sólo el margen derecho ofrece alguna
habitalidad, principia por la ermita de y desemboca en la iglesia
de San Juan que se encuentra encalada en su parte exterior; las
calles perpendiculares y transversales a esta calle se encuentran
completamente edificadas con casas de tres plantas, salvo la calle
del Puerto que no tiene en la parte derecha.
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