Entre
1503 y 1504, debió hacer frente a la defensa de la Costa, por medio
de varias llamadas y alardes de las compañías de soldados en este
verano para acudir en defensa de las ciudades costeras de Salobreña
y Motril, atendiendo a las órdenes del Conde de Tendilla, capitán
general del reino de Granada , y creando la figura de los Caballeros
de Cuantía en Loja, que correspondía a los que tenían bienes que
sobrepasaban 50.000 maravedíes y debían disponer de un caballo y
armas a sus expensas y acudir a las campañas guerreras que se le
solicitasen, en concreto fueron 142 elegidos por colaciones o
parroquias.
Su
labor normativa se conoce por la publicación de todas las ordenanzas
de Loja, y especialmente, la las ordenanzas sobre el juego , que
estableció en Loja sobre prohibición de el jugar dinero seco a
los dados , ni a los naipes, ni en otros juegos de vedad, cosa que
debió ocurrir en Alcalá. También prohibió los tableros y los
garitos, y acoger jugadores en mesones, posadas, fondas y tabernas,
para jugarse la comida y fruto, porque daba lugar al incremento de
vagabundos y se generaban altercados entre los vecinos.
Hay
noticias del cabildo de Loja donde se elegían en el día de los
santos dos alcaldes ordinarios, los regidores, (cuatro) el
alguacil, el personero y mayordomo, según el fuero de la ciudad.
En 26 de noviembre de 2004 murió la reina Isabel, y , se le
comunicó la noticia a través del conde de Tendilla, que le obliga a
hacer los lutos por su muerte.Así lo explica el cronista de Fernando: elel mismo día que falleció la reina, habiéndose armado un cadahalso en la plaza de
aquella villa, salió a la tarde contra el parecer de muchos, acompañado de todos los grandes: y mandó
alzar los pendones reales por la reina doña Juana su hija, como reina propietaria de los reinos de
Castilla, y León: y al rey don Felipe como a su marido: y allí se quitó el título de rey de Castilla: a
cabo de treinta años que lo tenía con mayor reputación, y majestad, que ninguno de los reyes sus
antecesores. Alzó los pendones en su presencia don Fadrique de Toledo duque de Alba, con la ceremonia que se acostumbra: y algunos grandes, y caballeros juraron, y recibieron al rey por
gobernador, y administrador de aquellos reinos, por virtud del testamento. Aquel mismo día se
escribieron cartas en nombre del rey a todas las ciudades, y villas de aquellos reinos, declarando lo
que la reina había ordenado en su testamento, que el rey tuviese la administración, y gobierno dellos
por la reina doña Juana su hija, conforme a lo que los procuradores de cortes le suplicaron en
aquellas cortes de Toledo, que se continuaron, y acabaron en las villas de Madrid, y Alcalá de
Henares en el año de 503: y mandaba a los gobernadores, y corregidores, que después de celebradas
las exequias de la reina que eran obligados, alzasen pendones por la serenísima reina doña Juana su
hija, como por reina, y señora de aquellos reinos, y señoríos: y en cuanto al ejercicio de la jurisdicción,
se mandaba, que los gobernadores, y corregidores tuviesen las varas de justicia, y usasen della ellos, y
sus oficiales: y los concejos, y regidores los tuviesen por tales: porque como administrador, y
gobernador que era de aquellos reinos les daba todo su poder cumplido. Hacíanse de allí adelante los
pregones, y todas las provisiones de justicia en nombre de sola la reina doña Juana su hija, como
reina, y señora propietaria: y no del rey don Felipe su marido: y esto era con fundamento que había
de jurar primero a los del reino lo que se les debía guardar por ser extranjero: y señaladamente
querían, que se hiciese juramento, que no se pondrían en los consejos, y audiencias, ni en las
tenencias, y cargos de gobierno sino castellanos, como lo disponía la ley. Alzáronse de diferente
manera los pendones reales por todas las ciudades, y villas de aquellos reinos, a donde se acostumbra
hacer aquella solemnidad en nombre de sola la reina doña Juana, sin nombrar al rey su marido Se reunieron los señores del cabildo
de todas las ciudades del corregimiento, y en Loja, se concreta un
cabildo extraordinario con la presencia de todos los tegidores,
jurados y oficiales el seis de diciembre. Venía acompañada la
noticia de una carta de su esposo el rey Fernando, llena de
sentimiento de tristeza y comunicando que asumía el gobierno real de
Castilla y León y reinos moros de Granada en nombre doña Juana. El
rey confirmó a todos los cargos de la Justicia, hasta que doña
Juana y don Felipe regresaron de Alemania. Los lutos se celebraron
prohibiendo los tradicionales juegos en la plaza y , la jerga de los
lutos y ordenando que se vistiesen los caballeros de luto con los
capirotes sobre la cabeza, y las demás personas con capillas
cogidas al cuello y gabanes; también , las mujeres con tocas
negras, y , como era acostumbrado, nadie se vistiera de color. Junto
con los preparativos de cera, hachones y túmulos, se llevó a cabo
la preparación de los actos de proclamación de la nueva reina doña
Juana, consistentes en Loja en acompañamiento de atabales y
trompetas , y en Alcalá en un acto del pendón y la subida de la
ciudad al alcázar para proclamar a la nueva reina en la plaza de
Armas.
En 1505, las ciudades tuvieron que soportar un tiempo de meses de
lluvia a y el desabastecimiento de las ciudades del corregimiento, al
mismo tiempo que el repartimiento de cincuenta peones hombres de
campo ( mitad ballesteros, , mitad lanceros y con dardos) armados
con sus espadas y casquetes, corazas y `puñales que acudieron a las
órdenes Alcaide de los Donceles, don Diego Fernández de Córdoba
y luego del almirante de Aragón Ramón Córdoba en dirección a
Mazalquivir , donde ocuparon la plaza en la que se refugiaban los
piratas y, tras la victoria, se quedaron en guarnición una parte de
la tropa.
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