CINCO
DE DICIEMBRE DE 1746
En
este cabildo, el ayuntamiento estaba presidido por el corregidor interino José
Vicente Alcaide, abogado de los Reales Consejos, y formado por los regidores
José de Estrada (También alcaide) Manuel de Lastres (que al mismo tiempo disfrutaba del cargo de
alférez mayor y era caballero de la
Orden de Calatrava), Felipe José de Rincón, Antonio de
Utrilla, Pedro José de Góngora, Juan Beltrán de Callava, y Diego de Hinojosa y
l jurado Pedro de Covaleda Nicuesa.
Como
costumbre intemporal, entró el portero y comunicó que había citado a todos los
regidores y jurados y justificó las ausencias. Lorenzo de la Cruz , accidentado, Juan de
Alcalá, ocupado en el Pósito, y Félix de Mesa Miguel de Espinosa, vecinos del
Castillo.
Tras la orden del
Marqués de la Ensenada
que comunicaba que se eximía del pago de
la mitad de arbitrios del valimiento a todos los pueblos y la de José López Bolaños, superintendente general de
la Real Hacienda
de Jaén y su reino, referida a la
cobranza de las contribuciones extraordinarias de paja y utensilios, se trató un tema que afectaba a un urbanismo
racional de Alcalá la Real. Pues eran frecuentes por estos años el remozamiento
de la ciudad, la apertura de espacios públicos, y la racionalización
urbanística, evitando rinconadas, abriendo calles y apostando por el damero
para la trama urbana. En concreto, el PASEO PÚBLICO. Un acuerdo muy importante
para el planeamiento urbanístico de la ciudad fue el replanteo de una
alameda en el ejido con fin ornamental.
Así lo acordaban.
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