Aunque
la jurisdicción de los corregidores correspondía a las tres ciudades de Alcalá la Real , Loja y Alhama de
Granada, desde el primer decenio del siglo XVI la ciudad de Loja fue gobernada
por el Gran Capitán. Con la llegada del emperador, de nuevo, volvieron a formar
parte de un solo y único corregimiento. La mayoría de ellos provenían de las
ciudades del reino de Jaén, Córdoba y de Granada, aunque algunos de ellos
estuvieron ligados a personajes secundarios de la Corte. El extracto de
los primeros tenía su razón de ser en que el secretario real de Carlos V era
Francisco de los Cobos y, por medio de su influencia, prolongaba su poder en
las ciudades mediante el nombramiento de corregidores ligados por afinidad familiar o de paisanaje en las
ciudades de Úbeda y Baeza. Claro ejemplo de la relación de parentesco fue el
doctor Andrés de TorreS, que estaba casado con una de sus hermanas y regentó el
corregimiento alcalaíno en los primeros años del segundo decenio del siglo XVI.
Por razón de paisanaje, la familia de los Chirinos o Torres, que tenían sus casas en la ciudad de Úbeda, Baeza y Jaén
o el de Alarcón en Granada. Por otro lado, los corregidores, y, sobre todo, los
pesquisidores, ligados al aparato cortesano suelen acudir en momentos de
conflicto entre la justicia y los vecinos para zanjar los intereses entre la
ciudad y los particulares. Mientras los primeros, suelen ser caballeros de capa
y espada y, en raras ocasiones, se encuentra alguno de elos con la titulación
de doctor, entre los segundo abundan los licenciados como el caso de Noguerol,
Montano, Hernández de Baeza, el doctor Quijada. Otra nota característica de
ambos tipos es la diferencia de periodo
de permanencia en la ciudad . Pues, aunque les estaba permitido
solamente un año y, en algunos caso, se le prorrogaba otro año y a lo sumo
tres, hay casos significativos en el primer tipo de corregidores que, por la
influencia de Francisco de los Cobos, se excedió en la licencia de prorrogar el
mandato, pues Hernán Pérez de Torres casi alcanzó el decenio y Francisco de
Chirinos superó el quinquenio. ([1]
A través del nombramiento del
corregidor Rodrigo de Alfaro, podemos describir algunas características del
cargo y reconstruir el amplio poder que ejercían en la ciudad
Fue nombrado corregidor de Alcalá, Loja y Alhama. el
veintiséis de julio de 1516. Su alcalde mayor en Loja era Cristóbal de
Torrijos, que se vio inmerso en un pleito por no haber cursado estudios, y su
alguacil mayor Pedro de Guindos; en Alcalá, Juan de Santa Cruz. También cfue corregidor de Ronda y Marbella. Estuvo relacionado con el Conde de Tendilla.
Se ausentó del corregimiento
desde abril de 1517, con el fin de recibir al nuevo Rey, y no volvió hasta el
quince de febrero de 1518, siendo cesado a primeros de marzo del mismo año. En
Loja, fue importante la reconstrucción del puente del Genil y la transformación
urbanística de Loja con una gran renovación y aumento de viviendas; también era
abundante la industria de la seda. Se produjo una importante crisis en el
cultivo de vino que no se le dejaba vender en Granada , Málaga y Vélez.
Es un momento en el que se
reclaman compañías de soldados para ir a la costa por el mes de noviembre en defensa de Málaga, atacada por el pirata Barbarroja
, rey de Argel y Túnez. Se pusieron al frente del capitán general don Antonio de
En este periodo también fueron
frecuentes los pleitos con Granada con motivo de la entrada del vino y , en más
de una ocasión, se obliga al fiel de la alhóndiga que no se deje entrar vino de
Alcalá. Aunque era una asunto que provenía
de principio de siglo, se intensifican las provisiones reales, los impedimentos
del ayuntamiento granadino y las continuas disputas entre los comerciantes
granadinos y los productores alcalaínos.
En el año 1517 se prohíbe en diversas ocasiones la entrada del vino de Alcalá a la
ciudad de Granada. Un momento importante fue la llegada de los regidores
Francisco de Aranda y Pedro de Escavias a Granada con una carta real, fechada
en Madrid el ocho de agosto de 1517, permitiendo la venta y parece ser que en
el cuatro de abril del 1518 se solucionó el conflicto.
El límite de muchos términos del
corregimiento no estaban por completo delimitados y se tuvieron que hacer varias visitas a la
ciudad de Loja por los regidores del Ayuntamiento de Granada para fijar los
mojones, incluso se acudió a la corte para dilucidar el asunto el veintiséis de
mayo de 1517.
Otro asunto similar fue el
conflicto entre los vecinos de Alcalá y los de Granada por los límites entre
ambos términos, ya que por aquel tiempo Alcalá la Real limitaba con la ciudad
de Granada desde el camino de los playeros hasta Moclín. El asunto provenía
desde el año 1516 , porque los vecinos de Alcalá habían derribado algunos
mojones en el mes de mayo; se prolongó en el año 1517, cuando trataron de superar
las diferencias aunque en el año 1518, de nuevo, resurgieron los problemas. Y
no sólo esto, sino que se legislaron los conflictos internos entre los
ganaderos y agricultores, impidiendo la entrada a las viñas, que comenzaban a
abundar en la comarca, mediante una ordenanza en la que se prohibía coger
hierbas o meter ganado dentro de ellas.
La ciudad también se protegió de
una peste que procedía de Granada[1] y de los posibles desajustes en
la ampliación urbanística de la ciudad, por medio de una ordenanza que obligaba
a los vecinos a inspeccionar la cimentación de las casas por la Justicia y diputados del cabildo nombrados al
efecto ( 22-5- 1517).
En 1521, fue nombrado corregidor en Plasencia, tras la derrota de los comuneros. Pero, no obstante tuvo que enfrentarse con los bandos de la ciudad los Zuñigas y CARvajal con la ayuda de la Corte, que envió un pesquisidor general.
[1]
MARTÍN ROSALES, Francisco en “Cinco corregidores en tiempos de reina Juana y l
emperador Carlos V en Alcalá la
Real ” Congreso de Alcalá la Real ( Jaéén) 2001.
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