domingo, 24 de abril de 2016

SANTIAGO REGIS JIMÉNEZ



            Hacía varios meses que no me cruzaba con Santiago Regis Jíménez en el pilar de los Álamos, la Fuente Nueva, ni sentado en el  banco del compás de la iglesia de Consolación. Y mira por dónde que leo el  tablón necrológico del Parque Municipal, y encuentro su esquela, sin más referencia que la cuidadora que lo mantuvo hasta el final de su vida.
            Siempre que me topaba con Santiago, me venía a la mente que debía ser un  descendiente de los famosos Ragis. Me refiero a  los hijos del pintor renacentista Pedro Sardo, que se afincó en tierras de la abadía y realizó los primeros retablos de muchas iglesias, conventos y ermitas; el mismo que se casó con la alcaláina Catalina González y tuvo nada menos que doce hijos, la mayoría de ellos  artistas en el arte de la cantería, pintura, escultura y retablística, cuyo más importante exponente fue nada menos que Pablo de Rojas. Siempre ligaba el apellido Regis de Santiago con estos artistas de los siglos XVI  y XVII, porque  estos, en su mayor parte,  añadían o anteponían  al apellido gentilicio  del padre Sardo, el de Raxis, Rages, o Ragis ( de todas esas variantes fonéticas y algunas más que en este escrito no me vienen a la memoria) . Y, sin embargo se me cortaba el  hilo umbilical de esta familia sarda a principios del siglo XVIII, porque se ligaban con otras familias de apellidos como los Hinojosa,  o Víboras . Pero, tuve la fortuna de que, a mediados del siglo XVIII , descubrí varias escrituras, en las que varios vecinos de Alcalá la Real se apellidaban Regis, y no procedían de la familia italiana sino  que se habían afincado en la ciudad de la Mota procedentes de tierras catalanas y del sur de Francia ( la ansiada Cataluña francesa). Inmediatamente, relacioné a Santiago con esta familia  y con otros muchos Regis que todavía mantienen su apellido en la localidad alcaláina.
            Este hombretón, rubio, musculoso, calvo, y  curtido con los  parajes agrícolas  de los montes de la  Sierra Sur, fue heredero de aquellos yunteros que, tras la tala  del arbolado mediterráneo, roturaron los campos alcalaínos. Anhelaron nuevas tierras gracias a las pragmáticas reales para convertir los montes en tierras de cereal y ,también, gracias a que una parte de aquellas suertes, parcelas y trances se concedieron a los yunteros de las deferentes clases y cantidad  de yuntas. Fue modelo y ejemplo de campesinos, y supo  manejar el arado mular en las besanas y en las huertas de los ruedos y de la Fuente del Rey. Siempre su imagen de buen yuntero en las huertas de la Fuente de Granada quedará para recuerdo de muchos compañeros agrícolas que lo contrataban o lo visitaban tras el regreso de su peonada.  
             Muy típico de estas personas era su amor a la familia y a  la patrona de Alcalá la Real. Un hombre sencillo como Santiago, y sin pretender nunca cargo alguno, se vio enrolado en el año cofrade de 1994/1995 como hermano mayor de la Virgen de las Mercedes. Parecía que el año cuadraba completamente con su personalidad de agricultor y su relación con la Virgen de las Mercedes. Pues, fue un año de suma sequía, como otros anteriores a lo largo de la historia de Alcalá. Año de plegaria a la Virgen Cortijera. Y volvieron las rogativas para interceder a la Virgen de las Mercedes  y para implorar lluvia para los campos. Fue el año que se desbordó la multitud de de devotos y procesionó la Virgen en torno a todo el ruedo de Alcalá saltándose todos los cánones yendo desde la carretera del Priego  por las Tres Eras, bajando a la nueva carretera de Circunvalación y saliendo por el Portichuelo. Nunca la Virgen había bendecido tantos campos. Se comprenden sus palabras en el programa anual. " soy como tú sabes, un hombre de campo, un labrador,, una persona que no puede presumir de letra. llevo ya muchos años trabajando  en la cofradía en el cargo más sencillo y modesto , el de la demanda de granos y limosnas por los campos.. Pero te aseguro que, a cambio de mi humildad, la providencia  ha querido darme algo  que escasea en estos tiempos, la fe. Con el equipo que me ha dado su voto, vamos a hacerlo lo mejor que podamos, y todo seguirá adelante a pesar de las dificultades.

            Decíamos que la Virgen prácticamente inauguró la nueva variante de Alcalá la Real de la N-342 desde el río San Juan hasta Alcalá la Real y  dividió los campos que, en años anteriores, Santiago  había cultivado con esmero y esfuerzo  titánico, aquellos campos de patatales, remolachas, hortalizas y vivero de los actuales huertos municipales.  Ya no se le vio  , salvo contadas ocasiones,  con su arado por estos parajes, pero la gente sencilla quiso honrarlo bautizando el puente y aquel nudo de carreteras con el apodo del fruto masculinizado del encinar, el belloto, lo que frecuentan a propagar  en muchas ciudades para comunicarse las familias del medio rural sustituyendo a los apellidos.. Se lo dieron como muestra de un refrendo popular para aplaudir a un hombre prototipo de la épica hesiodíaca. Un hombre de bien, que siempre tenía en sus labios, esta sencilla oración: ";Madre, lo que nos convenga, y ná más. .

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