Hacía varios meses que no
me cruzaba con Santiago Regis Jíménez en el pilar de los Álamos, la Fuente Nueva , ni sentado en
el banco del compás de la iglesia de Consolación.
Y mira por dónde que leo el tablón necrológico
del Parque Municipal, y encuentro su esquela, sin más referencia que la
cuidadora que lo mantuvo hasta el final de su vida.
Siempre que me topaba con
Santiago, me venía a la mente que debía ser un
descendiente de los famosos Ragis. Me refiero a los hijos del pintor renacentista Pedro Sardo,
que se afincó en tierras de la abadía y realizó los primeros retablos de muchas
iglesias, conventos y ermitas; el mismo que se casó con la alcaláina Catalina González y tuvo nada menos que doce hijos, la mayoría de ellos artistas en el arte de la
cantería, pintura, escultura y retablística, cuyo más importante exponente fue
nada menos que Pablo de Rojas. Siempre ligaba el apellido Regis de Santiago con
estos artistas de los siglos XVI y XVII,
porque estos, en su mayor parte, añadían o anteponían al apellido gentilicio del padre Sardo, el de Raxis, Rages, o Ragis
( de todas esas variantes fonéticas y algunas más que en este escrito no me
vienen a la memoria) . Y, sin embargo se me cortaba el hilo umbilical de esta familia sarda a
principios del siglo XVIII, porque se ligaban con otras familias de apellidos
como los Hinojosa, o Víboras . Pero,
tuve la fortuna de que, a mediados del siglo XVIII , descubrí varias escrituras, en las que varios vecinos de Alcalá la Real se apellidaban Regis, y no procedían de la
familia italiana sino que se habían
afincado en la ciudad de la Mota
procedentes de tierras catalanas y del sur de Francia ( la ansiada Cataluña
francesa). Inmediatamente, relacioné a
Santiago con esta familia y con otros
muchos Regis que todavía mantienen su apellido en la localidad alcaláina.
Este hombretón, rubio,
musculoso, calvo, y curtido con los parajes
agrícolas de los montes de la Sierra
Sur , fue heredero de aquellos yunteros que, tras la tala del arbolado mediterráneo, roturaron los
campos alcalaínos. Anhelaron nuevas tierras gracias a las pragmáticas reales
para convertir los montes en tierras de cereal y ,también, gracias a que una parte de
aquellas suertes, parcelas y trances se concedieron a los yunteros de las
deferentes clases y cantidad de yuntas.
Fue modelo y ejemplo de campesinos, y supo
manejar el arado mular en las besanas y en las huertas de los ruedos y
de la Fuente
del Rey. Siempre su imagen de buen yuntero en las huertas de la Fuente de Granada quedará
para recuerdo de muchos compañeros agrícolas que lo contrataban o lo visitaban
tras el regreso de su peonada.
Muy típico de estas personas era su amor a la familia y a la patrona de Alcalá la Real.
Un hombre sencillo como Santiago, y sin pretender nunca cargo
alguno, se vio enrolado en el año cofrade de 1994/1995 como hermano mayor de la Virgen de las Mercedes.
Parecía que el año cuadraba completamente con su personalidad de agricultor y
su relación con la Virgen
de las Mercedes. Pues, fue un año de suma sequía, como otros anteriores a lo
largo de la historia de Alcalá. Año de plegaria a la Virgen Cortijera.
Y volvieron las rogativas para interceder a la Virgen de las Mercedes y para implorar lluvia para los campos. Fue el año que se desbordó la multitud de
de devotos y procesionó la
Virgen en torno a todo el ruedo de Alcalá saltándose todos los
cánones yendo desde la carretera del Priego
por las Tres Eras, bajando a la nueva carretera de Circunvalación y
saliendo por el Portichuelo. Nunca la
Virgen había bendecido tantos campos. Se comprenden sus
palabras en el programa anual. " soy
como tú sabes, un hombre de campo, un labrador,, una persona que no puede
presumir de letra. llevo ya muchos años trabajando en la cofradía en el cargo más sencillo y
modesto , el de la demanda de granos y limosnas por los campos.. Pero te aseguro
que, a cambio de mi humildad, la providencia
ha querido darme algo que escasea
en estos tiempos, la fe. Con el equipo que me ha dado su voto, vamos a hacerlo lo
mejor que podamos, y todo seguirá adelante a pesar de las dificultades.
Decíamos que la Virgen prácticamente
inauguró la nueva variante de Alcalá la
Real de la
N-342 desde el río San Juan hasta Alcalá la Real y dividió los campos que,
en años anteriores, Santiago había
cultivado con esmero y esfuerzo
titánico, aquellos campos de patatales, remolachas, hortalizas y vivero
de los actuales huertos municipales. Ya
no se le vio , salvo contadas ocasiones,
con su arado por estos parajes, pero la gente sencilla quiso honrarlo
bautizando el puente y aquel nudo de carreteras con el apodo del fruto masculinizado del
encinar, el belloto, lo que frecuentan a propagar en muchas ciudades para comunicarse las familias del medio
rural sustituyendo a los apellidos.. Se lo dieron como muestra de un refrendo popular para aplaudir a un
hombre prototipo de la épica hesiodíaca. Un hombre de bien, que siempre tenía
en sus labios, esta sencilla oración:
";Madre, lo que nos convenga, y ná más. .
No hay comentarios:
Publicar un comentario