II
Esta imagen
del Cristo de la Salud
fue trasladada a la iglesia de San Juan
, uno años antes que se demoliera la ermita que aconteció por el 1931. Allí estuvo presente hasta el 19
de agosto que fue destruida por grupo de milicianos foráneos sin que se tenga
conocimiento ni información fidedigna de
triste final de la imagen.
A partir de 1937, los cultos se celebraron en la iglesia de San Juan colocándose una antigua litografía grande, llamada faneguera,. en un altar lateral que lo separaba del altar mayor, ya que una bomba de aviación destruyó su cúpula mientras rezaban las religiosas de
Como aconteció en muchas hermandades, a
partir de la finalización de la Guerra Civil ,
se desarrolló un gran movimiento de restauración cofrade y recuperación o
sustitución del patrimonio perdida.
Espontáneamente, a las veintidós horas del veinticinco de mayo de 1939
el antiguo cofrade Francisco Arenas Padilla ( el popular Tonelete), reunió
en la casa número 46 de la calle
Veracruz a los antiguos hermanos José Serrano Sánchez, su vecino Francisco
Huelte Granda, Marcelo Muñoz Pérez, Gregorio Gámez López, su familiar Francisco
Gámez Serrano, Manuel Esteo Gallardo y Vicente Serrano Hinojosa. Acordaron
reorganizar la hermandad del Cristo de la Salud , que había casi desparecido durante unos
tres años, siendo elegido como hermano mayor Francisco Arenas Padilla y
depositario Francisco Huelte Granada y vocal Antonio Pérez Serrano y, contratar
con un escultor una imagen nueva del
Cristo de la Salud.:
para ello fijaron una cuota extraordinaria de unos 15 pesetas para iniciar las
gestiones. No duró mucho la reunión ya
que a las diez de la noche ya había finalizado la sesión.
Los ocho
miembros de esta nueva comisión gestora se lanzaron a la calle y
comenzaron a inscribir a los nuevos hermanos incorporándose también otros
muchos que se habían despegado durante el paréntesis de la guerra civil. Reorganizaron
toda la estructura de la hermandad, nombrando secretario a José Serrano
Ramírez y recorrieron con los
demandantes muchos cortijos y los lugares más remotos y callejas de la comarca alcalaína. También, desarrollaron
muchos contactos de los que recibieron el apoyo económico de esta nueva cuota
extraordinaria.
Pero no olvidaron como tarea primordial adquirir la nueva imagen y , habiendo
mantenido conversaciones con miembros de otras cofradías, entre ellas la
patronal de la Virgen
de las Mercedes, consideraron oportuno entrevistarse con José Gabriel Martín
Simón que había llevado a cabo la nueva imagen según el modelino de Garnelo.
Este imaginero granadino ( 1896-1971) se había educado en los talleres del
famoso escultor Pablo de Loyzaga para completar su formación en los de Navas
Parejo, ambos profesores y directores de la Escuela de Bellas Artes de Granada, y creó su
propio taller en 1930, donde comenzó a esculpir nuevas imágenes y a restaurar otras de la Escuela Granadina ,
entre ellas la de Jesús Nazareno de la
iglesia de las Angustias de Granada. En 1937, ya comenzó su labor de sustituir
muchas imágenes desaparecidas en la guerra como el Cautivo de Málaga y otras de
la diócesis de Granada como la
Virgen de los Dolores de Loja. Hicieron el contrato de la imagen
que importaba entorno a la 4.000 pesetas y
le sugirieron que se adaptara al modelo icnográfico de la antigua imagen del Cristo de la Salud de Alcalá la Real. Y nos dijeron
algunos de los supervivientes de aquel momento histórico que " al no
poderla ejecutar de acuerdo con esta tipología por no existir testimonios
gráficos y tan solo conservarse algunas litografías-por cierto las de este
tiempo, muy alejadas de la original- el célebre escultor se inclinó por una
tipología , muy querida por sus preferencias, los Cristos crucificados de la a
familia de los Mora, que tallaba a encargo de otras muchas cofradías granadinas
Su prototipo fue el Cristo de la Misericordia de la iglesia de San José, representado
en el momento final de la muerte de Jesús de Jesús, cuando ya ha exhalado el
último aliento y parece como si se dirigiera al orante en un diálogo intenso de
amor". Contaban nuestros antepasados que hicieron muchas visitas a su
taller diversos miembros de la Junta Directiva en el coche conducido
por Antonio Aguayo Urbano. Cada vez que
conversaban los cofrades alcaláinos en el taller de la plaza de Cuchilleros se
mostraban más satisfechos de la nueva obra, por cierto diferente a la anterior, pero más clásica, más
esbelta y de mayor tamaño , y, sobre todo, de gran devoción. Cuentan que no le
agradaba mucho al autor la cruz lisa, sino que prefería otra simulando a un
tronco de árbol y por razones económicas de tallado no se ejecutó.
Hasta septiembre de 1939, los hermanos
adquirieron una gran responsabilidad para afrontar los pagos de los plazos contraídos
y elaboraron una nueva lista de hermanos,
se multiplicaron en la demandas del campo y se recibieron donativos por
las calles alcalaínas en dinero y especie ( destacando el importe de la mitad
de la imagen por Francisco Huelte Granada). Nuevos miembros de las
familias antiguas se incorporaron a la tarea cono los Martín Huelte, Sánchez
Fuentes, Hinojosa Gómez, Pérez Canovaca. Romero, Rodríguez, Sánchez Velasco y
Rosales López.
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