martes, 22 de septiembre de 2015

FERIA. ACTOS FESTIVOS . GREMIOS, TOROS, COMPARSAS Y VELADAS

Los actos festivos

Como función preventiva para la formación de la caballería, el rey emanó a lo largo de este periodo algunas provisiones reales con el fin de fomentar la caballería y la yeguada ([1]). Pero, en consonancia con esta actividad,  hay que señalar el ejercicio de los caballeros, que llevaban a cabo actividades de preparación y entrenamiento en  sitios adecuados. En la ciudad  de Alcalá la Real, se fijaron dos sitios la carrera de san Bartolomé, el camino de san Marcos y el ejido de los Álamos. Pero, tampoco, por parte de la ciudad, no se  olvidaba la simulación de los combates, mediante la programación de  fiestas de toros, y, sobre todo, de cañas o alcancía, donde se realizaban  enfrentamientos personales o de cuadrillas, una de ellas, generalmente, la primera, estaba al frente del corregidor que  así mantenías sus cualidades físicas para la guerra ([2]).
Muestra de ellos son estos datos .
En tiempos del corregidor  FRANCISCO SEDANO y siendo su alcalde mayor de Loja Francisco Sedeño, nombrado en junio del 1522, TUVO UNA














 una labor de recapitulación de documentos en la ciudad de Loja, entre los que destacaba el libro de repartimientos. Hizo ordenanzas de incendios, reorganizó los gremios. Los campos se reanimaron. Logró que la ciudad  no concediera beneficios más que a los naturales de Loja y que los forasteros no pudieran comprar tributos ni heredamientos. en su tiempo se llevó a cabo el Paseo del Haz, lugar de carrera de caballos, corrida de toros, ferias, ejercicios y paradas militares.    Solían realizarse en las festividades estivales, cuando el tiempo permitía  su desarrollo, y podían acudir caballeros de las ciudades del entorno ([3]).
En el trece de abril del año 1556, se recibieron vairas  cédulas en las que se comunicaba la abdicación del emperador en su hijo Felipe II,  y por las que se permitían alzar los pendones al rey Felipe II. Sin embargo, éstas no tuvieron lugar  hasta el día de Santiago que se hicieron fiestas de toros, invenciones  y  alegría. .En cuanto la relación con la Corte, los letrados de la ciudad seguían pleiteando en la Corte para alcanzar la prórroga de la libertad de impuestos y de cualquier tipo de alcabala, lo que se celebró con grandes fiestas de toros al conseguirla en el año 1557. También se ganó una provisión por los vecinos del Castillo en la invasión de las tierras por su zona. Por el tres de septiembre de 1558,  se recibió una nueva merced que consistía en el pago del cortijo del Batán y el molino de Francisco de Jamilena..

En situaciones difíciles, tras largos periodos que dejaban a la población sumisa en la tristeza. De los primeros casos, podríamos exponer las actuaciones con respecto a las pestes que se extendieron en el reinado de Felipe II, el terremoto del 1580 y las consecuencias derivadas, pero, es significativa este acuerdo del año 1582: “ En este cabildo el señor corregidor atento a que esta ciudad y sus vecinos de ella  han tenido y estado este año presente y los demás de antes de muchas aflicciones( peste, guerra de Portugal, esterilidades) y trabajos y otras necesidades  que llevan mucha aflicción, y para el reparo della  y que la gente se alegre y regocije y se exercite la caballería en el servicio militar conforme al orden de Su Majestad, lo tiene, mandado por sus reales provisiones  lo prescribía y se hagan fiestas de Toros y Cañas para el día de Santa Ana primero venidero  de este año, día antes y después del que pareciere a esta ciudad, a quien el dicho cometido se encarga las dichas fiestas  con las solemnidades que acostumbra”. Como es lógico el cabildo municipal asumió dicha propuesta del corregidor, pues en boca de los regidores servían para alentar y alegrar a los vecinos de esta ciudad aflictos y afligidos acerca de las calamidades que han corrido y corren ([1]). Muy relacionado con lo anterior venía el ejercicio de la caballería para estar preparados por la milicia, que se escenificaba en las fiestas mencionadas, tal como se refleja en muchas, pero concretamente en ésta. : “En este cabildo mandó que se cumplan las Pragmáticas Reales  de Su Majestad , en que en ella manda se exercite la caballería , y usando la costumbre que esta ciudad tiene de hacer fiestas de toros y de cañas, y en cada un año, se mandó que para el seis de agosto de este año se hagan fiestas en esta ciudad de toros e cañas” ([2])Tras muchos años de ausencia de fiestas por agosto, en 1592, volvieron a programarse una serie de festejos , que se componía de corridas de toros, carrera de caballos y juegos de cañas, con la participación de cuatro cuadrillas, al mando de las cuales estaba el corregidor, el alcaide y dos regidores.




[1] AMAR. Actas de los cabildos de los días 3 y, 10 de julio  y 8 de septembre1582
[2] AMAR. Acta del cabildo del 20 de junio de 1585.


[1] Ibd. II, III, XXIX, VII.
[2] AMAR. Acta del cabildo seis de junio de 1584.
[3]  MARTIN ROSALES. Francisco.  El ocio en la Alcalá del siglo XVI. Toro de Caña. Nº1. 1995.Diputación Provincial de Jaén.



El concurso de gente daba lugar al desarrollo de otras actividades que venían celebrándose en otras fechas festivas del año, como son los toros, las veladas musicales y los espectáculos públicos.


         
Desde el año 1597, que lo fue de  grandes lluvias y nevadas,  hasta 1607 son años de sequía intensa, sobre todo éste último, de ahí que sea muy significativo el acuerdo del cabildo del día 23 de abril de 1607, que manifiesta:
“la ciudad da así la noticia que la gente está agotada y afligida por los años anteriores y la falta de temporal”
Y concluye:
“para que se alegre y divierta que se hagan fiestas de toros en la plaza de esta ciudad, donde se acostumbran a hacer las fiestas”


           
Consecuencia de la intensa sequía de los años comprendidos entre 1607 y 1608, y  entre 1616 y 1617, fueron la esterilidad de los campos, la miseria de los labradores y la pobreza de los jornaleros. Fueron años en los  que el único remedio era el que nos manifestaba  el cabildo del día 15 de abril:


“Como por la mucha necesidad que ay de agua, se trayga Santa Ana a esta ciudad, donde se an de hacer fiestas en el domingo primero, y, en este día acuda la ciudad y salga en forma de ciudad al recibimiento hasta los Álamos” 


 LA FIESTA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

            
            Las fiestas a la Inmaculada Concepción tuvieron lugar el año 1615. Fue una fiesta que vino propagada y fomentada desde la Corte, desde se sugería que se organizara a la manera que en Madrid con tres noches de luminarias y hachas en las Casas de Cabildo y otras partes de la ciudad, y con repique de campanas de todas las iglesias en la víspera. A partir del acuerdo municipal dichas fiestas nunca se interrumpieron, formaban parte de las tablas de fiestas ordinarias del cabildo y delegadas en el cabildo de suerte. Este fue el acuerdo de la ciudad:
La ciudad habiendo píamente considerado y conferido la gran devoción que hay en esta ciudad a la Pura y Limpia Concepción  de Nuestra Señora, y confesando como confiesa esta ciudad por sí  y en nombre de todos los caballeros, los regidores y jurados y los de esta ciudad,, ser concebida sin mancha ni mácula de pecado original, que a ello perderían vidas si es menester, acuerda que se haga fiesta a la Limpia y Pura Concepción de la Virgen Nuestra Señora  en su día perpetuamente para siempre jamás, cada año en su día, vísperas, y misa y se convide un predicador para este día, y que, en las suertes  que esta ciudad eche suerte particular para esta fiesta, echándolo como se echa para la Fiesta del Santísimo Sacramento, y lo que se gastare en ella, ha de ser de los propios, y, faltando de los propios de esta ciudad,.los regidores, jurados y caballeros”.
En este año, las fiestas consistieron en una corrida de toros de día, y,  por la noche, luminarias y una máscara o desfile de caballeros uniformados con armas, compuesta de varias cuadrillas ( la del corregidor, al del regidor Juan Méndez Zamorano, la de Pedro de Sotomayor y otras que procedían de fuera. Los actos religiosos, concertados con el abad, consistían en la misa de la Iglesia Mayor, la obligatoria comunión de todos los caballeros en la función mayor. También, se repitieron misas en el resto de los conventos de la ciudad[2].  
            En los años siguientes, la fiesta institucionalizada se amplió con fuegos ratifícales y alzamiento del pendón[3]



[1] MARTÍN ROSALES, Francisco. “LA Cofradía de la Limpia Concepción en la ermita de San Juan”Programa al Cristo de la Salud,  1994.
[2] AMAR. Acta de cabildo de uno de septiembre de 1615.
[3] AMAR. Acta de 18 de agosto de 1621.





En  un clima de empréstito y deuda municipal, la situación de la villa castillera dió lugar a un nuevo e importante incidente  en el que un alcalde ordinario, Salvador del Olmo, fue apresado por el corregidor Tomas Fontanét en el año 1648. El motivo no era otro sino que se había sobrepasado en las competencias de dar licencia para la celebración de una corrida de toros con motivo de las fiestas de la Virgen del Rosario el día 10 de septiembre. Los siete hidalgos y el clero apoyaron este movimiento de enfrentamiento del alcalde ordinario frente al corregidor, alegando que

es vergonzoso lo hecho por el señor corregidor con Salvador del Olmo, teniendo éste el Gobierno de una Villa tan principal, en donde hay Vicaría del señor Obispo, mucha clerecía y tantos y tan principales caballeros


En fechas cercanas y posteriores a la feria solían celebrarse corridas de toros y fiestas de moros y cristianos, -la mayoría de ellas organizadas por cofradías o conventos, como las que se hicieron para el dorado del retablo de la iglesia de Consolación-, en el siglo XIX, una vez que se restableció la tradición taurina, prohibida por Carlos III, se van a correr toros durante los días de la feria. Así en el año 182O, llegaron a celebrarse cuatro corridas de toros, según manifiesta el acta del dos de septiembre. Lo normal eran dos novilladas en los días más importantes de feria Durante este mismo siglo diecinueve, las bandas militares y grupos musicales van introducirse en la mayoría de las fiestas con actuaciones. A veces, circunstancias luctuosas como en el 1956, dio lugar a la interrupción de las actividades festivas con motivo de la caída de la plaza de toros. Incluso hubo años que por tormentas debió ampliarse el calendario festivo para resarcir a los comerciantes de las pérdidas ocasionadas. Sin embargo, desde entonces se ha venido celebrando la feria con una brillante exhibición de colorido y, en los recientes años, con un nuevo aspecto festivo y alegre, sin que hasta ahora se haya perdido, aunque solo queden vestigios de lo que fue una de las mayores ferias de ganado y comercial de Andalucía.
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OTROS ACTOS FESTIVOS

Otro elemento de estas fiestas son los tradicionales paseillos y conciertos de las doce en el Paseo. Sin embargo, se prohibieron los concursos de comparsas o gremios que representaban mojigangas, tanto procedentes de las aldeas como de los gremios de la ciudad, por cierto muy frecuentes en la fiesta del Corpus y en la instauración de los Reyes. Recuerdos de estos son los gigantes y cabezudos, al mismo tiempo que el reparto de pan a los pobres jornaleros se distribuía por los comisarios de fiestas en un día señalado de la feria.


También la elevación de globos y fantoches son reminiscencias de los artilugios y obras que los gremios presentaban para distraer a la gente en otros períodos. Desde la edad media, este recurso de las invenciones se mantuvo en nuestra ciudad.
Conforme avanza el siglo, se observa que el cartel festivo se repite, normaliza y suele estar ocupado por tres o cuatro  veladas musicales, los teatros que se representaban en el claustro de Consolación y en el Teatro Martínez Montañés y los fuegos artificiales, hoy desaparecidos. Solían acudir bandas de pueblos cercanos como en el 1912, aconteció con la de los Villares o la de Martos por los años veinte.
A principios del presente siglo, el cinematógrafo hace su presencia en nuestra ciudad y fue un acontecimiento público en la feria del año 1912. A partir de aquel momento, las películas de estreno y los films de mayor aceptación se proyectarán en nuestro Parque Cinema, aunque en los primeros tiempos fue gratuito.
Los puestos de las casetas fueron una preocupación municipal que encargó su fabricación al gremio o sociedad de carpinteros para que los contrataran con motivo de la feria. Finalmente, la luz va a ser un elemento esencial de la feria festiva, contratándose a una compañía  granadina de electricidad. Como dato curioso, en el año 1918 solían contratarse doscientas treinta y dos bombillas. Con el transcurso del tiempo, el alumbrado  oficial se fijará como una actividad que inidque el principio de la feria.  

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