Te esperaba cerezo en blanca flor,
Te esperaba almendro de madrugada,
Y se me hacía en la espera un resplandor
mientras las ramas de olivo ya verdeaban
y cubrían los campos con su candor
conquistando los pagos de la Besana.
Y, en la vieja casería, tras la ventana,
sirven de alfombras de la atalaya
los olivares viejos en su fulgor,
peldaños de cerros y la Parapanda.
ay, campos de Matute, cruz alomada,
ansian agua de primavera
a viva voz los campos y sementeras,
anunciándo las fiestas de la mayada,
y entre lluvias de abril, cortas y mansas.
los campesinos se encuentran
para la Ascención cortando flores,
retama y romero en Conejeras.
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