Estos textos y fotos son una muestra de su presencia que recreamos con una visita hace unos años a Priego a la Casa Natal.
EL AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ VISITA AL PRESIDENTE
DE LA REPÚBLICA (DEL LIBRO BIOGRAFÍA DE PABLO BATMALA Y FOTOS DE COLECCIÓN JUAN CANO)
"A finales de agosto de 1932, Francisco Casanova y Antonio Oria
comentaron en el ayuntamiento que el Presidente de la República se hallaba en
Priego y debían visitarlo. El día uno de septiembre una comisión de
republicanos, formada por Oria, Hinojosa, Cortés y Casanova, visitó al presidente de la República y le
solicitó que recibiese a los miembros de la Corporación alcalaína. Desde la
ciudad prieguense, enviaron un telegrama al alcalde Salvador Frías, confirmando
la aceptación presidencial para que asistiese la Corporación. Ante los
distintos pareceres de los concejales, divididos en enviar una comisión o el
conjunto de la Corporación, en el Pleno
del día uno de septiembre, Batmala, hombre
de convicciones republicanas y atento en el trato y protocolo, animó a que
todos los concejales acudieran a la ciudad de Priego “pues se trataba de un homenaje al Jefe del Estado y debe ir el
Ayuntamiento entero” con el fin de rendirle el debido tributo de respeto y
consideración. El dos de septiembre, el
Ayuntamiento en pleno y bajo mazas visitó a Niceto Alcalá Zamora, presidente de
la Republica, Batmala acudió con el resto
de la Corporación, salvo el concejal Sierra que no fue a visitarlo, lo acompañó
la Banda de Música, y cada concejal se pagó su viaje.
CAMBIO DE NOMENCLATURA EN LAS CALLES
En todos los lugares se respiraba una adhesión
inquebrantable a la República. Los maestros obligaban a que los niños en las
escuelas encabezaran sus páginas de tareas cotidianas, saludándola y ensalzando
el pacífico cambio democrático que había
supuesto en la población La República era el factor esencial que le había dado sentido a
todas las actividades cotidianas; también lo era para Batmala en el sentimiento
personal. Pero, siempre matizada por una cordura que se
reflejara en todas las decisiones
sobre asuntos administrativos y sociales.
Por eso, Batmala demostraba una gran sensatez ante las
nuevas medidas populares de cambiar el nombre calles. Dejaba a los concejales
que propusieran sus nombres y nunca matizaba sus intervenciones. Simplemente
asentía. Ante la proposición de Esteban Gutiérrez, de llamar a la Tejuela, -por aquel tiempo,
tenía el nombre de Abril- con el de
Gabriel Galán y ante las manifestaciones del proponente de que “aún existía el caciquismo”, el aceptaba
el cambio sin hacer comentarios. Si Salvador Frías proponía que la calle Real
cambiara su denominación por el de Pablo Iglesias, escuchaba con gran atención
estas palabras “ Con el fin de rendir un justo tributo a la memoria de un
hombre honrado del mundo entero y honra del socialismo español”.Como es
lógico compartía con mayor afecto los
nombres del Paseo de Alcalá Zamora al de los Álamos, o las calles García
Hernández y Blasco Ibáñez para las calles las Monjas y Utrilla, que proponían
los republicanos Casanova, Vela y Sánchez Cañete.
VISITA DE
ALCALÁ ZAMORA A NUESTRO PUEBLO
La ciudad recibió con gran alborozo la venida del presidente de la República,
Niceto Alcalá Zamora el seis de octubre de 1933, saliendo la Corporación
municipal bajo mazas a la carretera de Priego, acompañada de la banda de Música
que interpretó el himno republicano. Se hizo un arco de triunfo, obra del
maestro Manuel López Ramírez[1], dando la bienvenida el pueblo y
vitoreándolo en la calle del Llanillo.
Pero, ya Batmala no salió a recibirlo ni le acompañaba en su visita.
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