martes, 9 de diciembre de 2014

LA EXPANSIÓN DEL OLIVO EN LA SIERRA SUR. TRAS LAS DESAMORTIZACIONES. SIGLO XIX. ALCALÁ LA REAL.


Tras las desamortizaciones.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 


            Cuando Madoz describe en 1950 la riqueza de muchos pueblos de España, los municipios de la Sierra Sur, algunos de ellos recientemente emancipados de la  cabeza e partido( Castillo y Frailes, de Alcalá; los Villares de Jaén; y la Fuensanta, de Martos) ofrecen el panorama que vamos a describir.

En la parte accesible de la sierra de  Ahillos hay materia de vegetación, y se encuentran en ella, además,  de muchas yerbas medicinales, viñas, olivares, tierras calmas, monte de encina y quejigos. En las faldas de la Acamuña estan cubiertas de arbolado, entre los que se ven olivos, viñas y algunas encinas....a la falda de la Acamuña hay una elevación que se denomina las canteras. Pues de allí se sacan las piedras de molino.....hasta llegar a las sierras de la Martina y Rompezapatos, a la que con más propiedad llaman Hijuela de la Martina....están peladas en sus cimas, pero a las pocas varas ya hay vegetal, y se ven plantíos de olivo, viñas y monte alto y bajo y se siembra toda clase de cereales siendo de muy buena calidad, lo que se llaman semillas, como garbanzos, lentejas, yeros  etc. .....toda la parte oriental de la periferia de este partido, está cubierta de sierras y montañas, y aunque su lado occidental se considere más llano, es sin embargo un conjunto de colinas cortadas por barrancos, cañadas y vertientes de aguas llovedizas, de modo que son muy pocos los terrenos llanos que se encuentran en todo el partido... en todos los términos del Castillo y Alcalá, fue un bosque de monte espeso, que apenas se podía penetrar, llegando los árboles  los árboles a esta misma población, pero en el día sólo se encuentran árboles de esta clase diseminados en el campo, habiéndose desmontado casi todo para el mejor aprovechamiento de las tierras y de la leña para combustible y carboneo . En los términos del Castillo y Alcaudete hay grandes pagos de olivar formando una tierra que atraviesa el partido de Este al Noroeste y escelentes pagos de huertas en las márgenes de los ríos... el Frailes  da impulso a varios molinos harineros...el del Castillo se separa la mayor parte  de sus aguas, que dirigidas  por un cax o cauce, sirven para regar toda la orilla derecha del río y dar impulso a un molino harinero de 5 piedras, otro de aceite y un batán, entra luego después de mover un molino de 3 piedras en el término de Alcaudete....las  producciones se obtienen con exceso los productos agrícolas y de ahí que se exporta trigo, cebada y demás cereales, legumbres y aceite, se importa parte las carnes, que se consumen, pescados, naranjas, batatas y demás frutos exóticos. Los precios del trigo y aceite en años comunes son de 30 a 40 reales en fanega y arroba.

           

Sin embargo, el análisis de cada municipio difiere de estas conclusiones generales de la Sierra en algunos aspectos.

En Alcalá la Real, contrastaban los 17 molinos harineros frente a los dos de aceite ( uno en Alcalá y otro en Santa Ana) y fruto del paisaje urbano de siglos anteriores, hablando de las casas de tres pisos y un gran patio, se refiere el carácter testimonial del olivo en diversos apartados, pues, cuando trata  de ellas dice  que  tienen en su mayor número grandes patios y en los mismos hay algunos olivos o chaparras, y  muy pocos frutales, siendo escasa el agua para regarlo, aunque se calcula que las dos terceras partes de las casas tienen pozo.  Salvo el olivar de riego escaso y concentrado en las Riveras, Palancares y algunos pagos que rodeaban las fuentes, el de secano se encontraba de la siguiente manera que vamos a sintetizar: los  lugares de Charilla, Santa Ana, Caserías, Grajeras y la Rábita eran los únicos que producían aceite junto con los del ruedo en una cantidad que no alcanzaba las 1.500 arrobas frente a las 20.000 arrobas de vino. Muchos de ellos estaban entremezclados con viñas, como era el caso de  las Caserías con dos pagos con algunos olivos,  y la mayoría de terrenos de las aldeas que eran montes que comenzaron a roturarse, pero que, debido a que sólo en los primeros años pudieron sacar algunas cosechas de cereales, en los años cincuenta se encontraban abandonados y preparados para ser plantados  de olivos por los colonos, como acontecía en Charilla, las Grajeras, Mures y Riveras- estos dos últimos tardarán algo más en ver aparecer el olivo-. Esto obligaba al municipio de Alcalá a importar aceite de los territorios cercanos, sobre todo, de Castillo de Locubín, Alcaudete, Martos y los Villares. Un cuadro comparativo con el viñedo, el olivar u los productos de secano( esencialmente, los cereales) nos ofrecería el siguiente aspecto:

 

 

LUGAR
REGADIÓ 
SECANO(2ª Y 3ª)
VIÑA 
OLIVAR
SECANO 1ª
MONTE
Ruedo Alcalá
50
2.700
600
350
800/
Charilla
70
5.150
600
100
80/100
Santa Ana
50
8.100
500
300
50/30
Ribera
150
3.430
 
60
150/400
Mures
 
3.480
 
 
30/500
Ermita Nueva
230
1.550
 
 
230/1.000
Cantera Blanca
130
3.700
 
 
130/1.300
Valdegranada
150
1.450
 
 
150/200
Hortichuela
10
3.250
 
 
10/500
Caserías
200
3.578
 
500
/200
Fuente Álamo
 
800
 
 
/300
Grajeras
 
1.000
 
400
 
Rávita
 
2.930
 
 
 
 
 
 
 
 
 
TOTAL
510
38.388
1.700
1.820
1.800/4.930

 

 

 

 

En el Castillo de  Locubín, el olivar se extendía por la mayoría de sus extensiones, salvo por el oeste y las faldas de la sierra Ahillos, en el paraje de Encina Hermosa, y en los valles dedicados a los productos hortofrutícolas,  incluso alguna buenas fincas  ofrecían una aspecto vairopinto, como la casería del Vadillo, antigua  memoria de los  dominicos para sostener una cátedra de latinidad, que ahora era servía para  dotación de profesores de instrucción pública  y llegaba a poseer una casería compuesta de olivares, molino de aceite y casa de campo. Los molinos de aceite superaban la cifra de diez y a los cinco mencionados a principios de siglo se añadieron el del Palomar, propiedad de don  Camilo Álvarez  Izquierdo, el de la Hontana, de Juan Castillo Aranda, y los dos del campo ( uno en la Casería de los Frailes  y otro en la Casería de la Esperanza). Entre estos, siete dentro del pueblo y el resto en el campo;  y sobre la importancia del molino del Conde Humanes, antiguo molino de  los Aranda en el caza del río cuenta que

 

siendo notable entre estos molinos harineros el que se dijo reunía al propio molino harinero, que si tuviera bastantes pasos para esprimir aceite, bastaría por sí sólo para producir las 8.000 arrobas que por un quinquenio se cogen en el término, con su enorme rulo movido por el agua: llámase este molino de la Torre y es la propiedad del conde Humanes”

 

La cantidad de aceite, que producían todos estos molinos, autoabastecía al Castillo y el sobrante se exportaba a Alcalá y Málaga. Era una consecuencia lógica de las medidas desamortizadoras, que, en Alcalá, Frailes y Castillo, se habían iniciado anteriormente, pues las tierras de Propios y comunales quedaron en su mayor parte en poder de los pequeños propietarios mediante un sistema de censo perpetuo, impidiendo en muchos casos la llegada de postores forasteros. Incluso , en algunos grandes cortijos de propios, se partieron las parcelas para que no se vieran afectadas por las subastas del Estado y así mantenerse en manos de los pequeños y medianos agricultores.

El sistema de producción se nos describe por Álvarez de Morales[1], con estas palabras:

 

“Todos ellos eran movido a sangre, con molederos de un solo rulo de piedra de jaspe rojo de la Coronilla, del que tiraba una bestia. En el centro del moledero se apoyaba una viga vertical a la que estaban unidos la tolva y una plataforma, que giraban con el árbol, y sobre la que subía al molinero con la canasta al hombro para llenar aquélla. Cada veinte canastas hacía una mula o molinada, y cada molinero solía hacer dieciséis muelas en veinticuatro horas. Las prensas eran de viga- el modelo romano- hechas no hace muchos años, pues todavía nosotros alcanzamos a verlas funcionar en el molino del Conde de Humanes, y nos encantaba la tarea de los molineros haciendo girar el husillo de madera para levantar el contrapeso de piedra que tenían a un extremo...Muy tardíamente llegaban las mejoras de esta industria a nuestro pueblo, pero con el tiempo se fueron instalando prensas perfeccionadas que llamaban de torrecilla; otras decían de rinconera, y otras de brevas. Todos aquellos ingenios se movían a brazo de su parte superior, que descansaba sobre los capachos, y sacando el mejor partido posible del trabajo de los hombres que las manejaban”

 

           

En Alcaudete, estaba claro que el panorama era  diferente, porque en sus 30.000 fanegas, tenía 570  fanegas olivares de regadío y 1.300 de secano, de excelente calidad en las faldas de las sierras ( San Pedro y Ahillos) frente a las 260 fanegas de viñedos. Sus 10.500 arrobas de aceite , en parte, se exportaban, mientras se veía obligado a importar vino. Los 27 molinos de aceite se distribuían así: seis en el interior de la villa, 11 a las afueras y 10 en los cortijos y en los pagos de olivares del Becerro, fuente de la Zarza, Sierra Ahillo, Esteban Sánchez, San Antonio, Carchalejo, Zarzalilla y tres en el altar de san Pedro. Eran de dos vigas en su mayoría, algunos incluso de tres vigas y muy pocos de prensa, movidos por dos mulas.

En Frailes, el terrenos abrupto y pedregoso, por aquellos tiempos ofrecía pocas posibilidades al olivar, que se concentraba a las faldas de los cerros de la Martina, el Cepero y el Chaparral, hasta tal punto que la población se autoabastecía por medio del aceite producido en los cuatros molinos aceiteros, situados a las afueras de la población, y uno de ellos a un cuarto de legua, importando cierta cantidad de Alcaudete y Castillo de Locubín.

En la Fuensanta de Martos,  en su terreno de monte y apropiado para la plantación de olivos, se desarrollaba una fase contínua e intensa de roturaciones, alcanzando el arbolado la cantidad de 8.000, aunque no fueran en los terrenos de buena calidad. No obstante, producían 3.000 arrobas de vino y  el arroyo del Víboras movía algunos de los tres molinos aceiteros de dos vigas cada uno.

Algo parecido sucedía con los Villares, situado al sur de la capital de Jaén en un lugar donde se reunían varios arroyos del término judicial de Jaén y que solía exportar aceite a varios lugares comarcales, entre ellos Alcalá., pues era su principal fuente de recursos. El Ríofrío, que nace a la umbría de la Pandera, salen de él varios cauces que feritilizaban por los años cincuenta del siglo XIX, terrenos de siembra y de olivos, tambien  movía las máquinas de algunos molinos aceiteros

En el Noalejo , con un terreno aun mas abrupto que en los anteriores, se veía obligado a importar el aceite sin , ni siquiera, la presencia de un molino aceitero.

En Valdepeñas,  la situación era similar al anterior, con un terreno montañoso e irregular y pocos de primera calidad. Sin embargo la presencia del olivo venía de tiempos atrás y  existían cinco molinos aceiteros, uno de ellos era propiedad de la memoria del capellán del Cristo de Chircales, traspasado en 1822.               

            Años más tarde el ayuntamiento alcalaíno nos describe el progreso  del olivar en las tierras de la Sierra Sur. Un registro de las profesiones e industria de Alcalá la Real es significativo para comprender su avance, que provenía de la rentabilidad producida por los antiguos olivares que se iniciaron con el reparto de las tierras cesionarias  en tiempos de Carlos III y  con las desamortizaciones de terrenos religiosos que se habían iniciado en los últimos años del siglo XVIII en tiempos de Godoy.   En 1852, en concreto, un Real Decreto del 20 de Octubre, obligó a todos pueblos a la extensión de la matrícula industrial y artesana y en Alcalá se aplicó ofreciendo un panorama sumamente agrario de predominio del grupo de labradores, pequeños campesinos y gran número de jornaleros frente a un pequeño núcleo de artesanos. El siguiente cuadro compara las dos principales actividades de industria agraria comarcal; los molinos de pan y de los aceite en el año 1854, reflejándose  el claro contraste de una tierra en la que todavía el cereal era predominante y el olivar, por otra parte,  comenzaba a despertar. Su rendimiento se basaba en  los molinos de prensa en una cantidad de 140 reales y no excedía su periodo de elaboración de la aceituna los cuatros meses, mientras los de viga, que eran pocos no llegaba a cincuenta[2].

 

           

Molinos de  Harina
 Molinos de Aceite
Antonio Alcaide/ dos piedras/ Ribera
Don Antonio León/ una prensa/ Santa Ana
Francisco Hidalgo/ dos piedras/ Ribera
Don Antonio Serrano/ dos prensas /Santa Ana
Miguel Ibáñez/ dos piedras/Ribera
José María Cano/una prensa/ Ermita Nueva
Juan Romero/ dos piedras/ Ribera
Doña Teresa Romero/dos vigas/Grageras
Domingo García/ dos piedras/ Ribera
 
Valentín Peñalver/ dos Piedras/ Ribera
 
Miguel Ibáñez/ dos piedras/ Mures
 
Pedro Alcántara/ de cauce/ Fuente Rey
 
Antonio Sarmiento/ dos piedras/Santa Ana
 
José Cano/ dos piedras/Ermita Nueva
 
José Cañadas/ dos piedras/ Charilla
 
Antonio Ibáñez/ dos piedras/ Mures
 
Antonio Bolívar/ dos piedras/ Cantera Blanca
 

 

 

De nuevo, las medidas desamortizadoras provocaron algunas inversiones y la transformación de muchos terrenos baldíos e, incluso, de secano en olivares, a mediados del  siglo XIX, denominándose aquellas plantaciones como nuevas frente a los viejos olivares que pervivían sobre todas  las epidemias  en las cimas de las montañas y en las cabezadas de los cortijos. En 1865, con motivo de aumentar el número de guardas, el ayuntamiento alcalaíno envió un informe al Gobernador Civil, en el que manifestaba que   en las 47.919 fanegas cultivadas existían 12.000 pies de olivo y y más de 12.000 en el monte alto, cuya renta sumaba 909.080 escudos. Claro ejemplo es esta manifestación de este acuerdo municipal  del año 1878 con motivo del amillaramiento de la riqueza para el impuesto del consumo[3]:

 

“.No son lo mismo en  éste, donde ni existen  coto, en que pueda utilizar caza ni carbonos, ni hay fincas, que hayan disfrutado de exención y que en el día no les comprenda; que si bien es cierto se están haciendo plantaciones de olivos, de las modernas, data la más antiguas del 1868 y por consiguiente que el aumento de tributación  no tendrá aún efecto en una veintena de años ni hay...”.    

Finales del siglo XIX


Como decía  Juan Carlos Maroto y Eugenio Cejudo[4], en la comarca de la Sierra Sur se produce el mismo fenómeno agrícola de la provincia de Jaén:
“Este es, sin lugar a dudas , el  salto cualitativo y cuantitativo más importante de la evolución de las superficies de los cultivos agrícolas en nuestra tierra. La trilogía cereal, olivar, viña, característica del mundo mediterráneo, pasó a ser binomio cereal-olivar a finales el siglo XIX y este binomio  ha sufrido un fuerte cambio interno para convertirse en olivar-cereal a finales del siglo XX,  y muy presumiblemente tenderá a un mayor monocultivo olivarero en el siglo XXI”.

 

 

 

Este cambio, relacionado con la extensión de los olivares,  se percibe  en el progresivo aumento de actividad molinera que va desde los dos molinos que procedían del siglo  XVII hasta los más de catorce molinos que existían, por ejemplo, a finales de siglo en  pueblos como Alcalá la Real, o, los que creemos excesivos de más de una decena en pueblos como Frailes, a no ser que se incluyeran los molinos de pan que comparten en muchas ocasiones las dos funciones de la molienda  del aceite y trigo. Ciñéndonos a datos concretos, en 1876,  en Alcalá, era medida obligada el control de la actividad molinera por parte de la autoridad municipal que daba la licencia de apertura y cierre, casi siempre, en los meses primeros del año. El siguiente cuadro refleja los propietarios alcalaínos en varios parámetros[5]:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Propietario
Fecha de inicio- final
Tipo de molino
Lugar
Utilidad
Zona de influencia
Miguel Siles
2-27 febrero
Prensa de torrecilla
Casería del Águila
Particular y  otros propietarios
Pedriza y Cantera Blanca
José Oria
15 de enero - 15 febrero
Prensa de hierro
Vereda del Carmen
Uso público
Casco urbano de Alcalá la Real
Buenaventura Sánchez Cañete
26 de enero- 29 de marzo
Máquina de husillos
Cruz de Villena
Su propia cosecha
Sus propias  explotaciones
Pedro González
12 de enero – 28 de febrero
Una prensa
Tierras de Charilla
Su propia cosecha y otras
Charilla
Vicente García Taheño
13 de enero-28 de febrero 
Prensa de Torrecilla
Charilla
Varias cosechas
Charilla
Diego Jiménez Cuenca
10 de enero -25 de febrero
Prensa antigua y torrecilla
Ribera Baja
Varias cosechas
Riberas
·       Francisco Asís Romero
·       6 de enero- 20 de febrero
·       Prensa de tornillos
·       Grageras
·       Propia cosecha
·       Fuente Álamo, Grajeras y Rábita
·       José Sánchez Nieto
·       6 enero-29 de febrero
·       Prensa torrecilla
·       Santa Ana
·       Propia
·       Santa Ana

 

 

·       Todos estos molinos debían proceder de otros más antiguos, los hermanos Carpio[6] han realizado un estudio e uno de ellos, el de San Vicente de la Grajeras, propiedad  de Francisco de Asís Romero, que fue heredado de María de Mercedes Castillo, propietaria de la casería en 1864. Tenía en la hacienda rural, una casa, un horno de pan y la mitad de un molino aceitero con prensa, torrecilla y todos su útiles concretos. Seguía el esquema de los molinos de torrecilla, estaban provistos de un patio, nave de fábrica, y bodega. El primer molino tenía un solo rulo, y fue sustituido por otro de dos rulos, con prensa con su torre, espacio para la caldera y  espacio para el pesebre de animal de tiro. Había una espacio para construir una prensa hidráulica . La torrecilla era de dos metros y su total altura desde el suelo de 5 metros con unas abrazaderas de madera y rodillos que la guían .Los elementos de la prensa, rueda de husillo , sombrerillo  con su aro( éste de hierro) y el husillo  eran de madera y de construcción rudimentaria.

·       Así, el paisaje rural y el aumento de la población de la Sierra Sur habían notablemente  cambiado a finales del siglo XIX, desde que lo  describió Madoz, pues Riera  en  el Diccionario Geográfico tratando acerca de las sierras alcalaínas,  manifestaba que  el olivar ya figuraba en primer lugar y la filoxera comenzaba a incidir en muchos viñedos. Aunque es demasiado aventurado en la descripción de algunas producciones, recogemos de su obra que su terreno, calizo, arenisco, gredoso en los montes y arcilloso en los valles, daba unos cereales de gran calidad- sobre todo, trigo y garbanzos de gran calidad., aceite, vino. Ias verduras, hortalizas, anís, lino cáñamo y bellota, que solían exportarse a Granada, Málaga y su costa salvo el aceite.  Eran los momentos en los que comienzan a dar sus primeros frutos los olivares, que por esta tierra denominan de mala casta o castúos.  Entre ellos, el verdial, carrasqueño y picúo  ocupaban las zonas más abruptas y pedregosas de las dehesas roturadas junto con otras más  exóticas  como el negrillo, ojiblanco y cordobés, o , las variedades muy apropiadas para la aceituna de mesa como el cornachelo y la arola, reservándose para las zonas de menor altura, alrededores de los Llanos, y dehesas cercanas a la ciudad, las diversas variedades del  picual, muy extendido por la provincia de Jaén ( que por esta zona denominan marteño o  nevado en sus diversos subtipos)[7]:

 

·       “La madre de todas estas sierras es la caliza,.... sus cimas están desnudas de vegetación, pero a corta distancia descendiendo, tienen ya tierra vegetal y se ven poblados de plantíos de olivos, viñas, monte alto y bajo y siembra de todas clases de cereales y semillas; produciendo a la vez variedad de arbustos y yerbas medicinales, entre ellas, cedoalia, salvia. Verbena, cinoglora. Centaurea, ruda, romero, grama, ci cuta, cinoglosa, amapola, tártago y otras infinitas...

 

·       Cuando César Picatoste[8] resume en su Guía Oficial de Jaén y provincia del año 1893, la producción de Alcalá, refiere que además del trigo y otros cereales, el aceite y el vino abundan en la comarca, y ofrece un dato significativo, a saber,  los antiguos molinos de aceite se han convertido en dos fábricas de harina y  se han consolidado nueve molinos de aceite. 

·       El panorama de Alcaudete es semejante a anteriores descripciones, pero ya se cita que su principal fuente de riqueza es la madera de los nogales, aunque existen muchos molinos. Sin embargo, en Frailes la elaboración de aceite y vino era abundante gracias a  la producción que comenzaba a rentar en los pagos roturados. En Fuensanta, una población en alza, el olivar, única fuente de riqueza había alcanzado muchos terrenos y  los molinos de aceite continuaron aumentando

·       En el Castillo de Locubín,  se reflejaba perfectamente el carácter finisecular a medio caballo entre  el tradicionalismo artesano y  la nuevas tecnologías  industriales. Por un lado, el aumento de producción aceitera se veía  se veía obligado a multiplicar las industrias para molturar la gran cantidad de aceituna producida, pues los viejos molinos de viga apenas podían molturar 50 fanegas de aceituna diarias, a las que no se sacaba una buena calidad y con un sistema de trabajo interminable que prolongaba la campaña hasta el mes de mayo. Esto dio lugar a que las industrias molineras llegaran a alcanzar la veintena  de ellas. Para ejemplificarlo,, exponemos el siguiente cuadro  comparativo:

 

 

·        Lugar
·        Molino
·        Tipo
·        Renovación 1900
·        Actual

·        Cantón
·        Las Monjas
·        Viga
·         
·         
·        Caño
·        Trinitarias
·        Viga
·         
·         
·        Calle Siles
·        Vicario
·        Viga
·         
·         
·        La torre
·        Conde de Humanes
·        Viga
·        Fábrica de Aceite
·         
·        C.Fernando Ruiz
·        Obra Pía
·        Viga
·         
·         
·        Palomar
·        Camilo Álvarez
·        Viga
·         
·         
·        La Hontana
·        Juan Castillo Aranda
·         
·        Fábrica Orujera 1920
·         
·        Ermita Veracruz
·        Medina
·        Viga
·         
·        No existe
·        Viñuelas
·        Castillo
·        Viga
·         
·        Manuel Peñalver
·        Viñuelas
·         
·        Viga
·        Fábrica de aceite
·        No existe
·        Viñuelas
·        Morales
·        Viga
·         
·        No existe
·        La hontana 2
·        Antonio Castillo
·        Viga
·        Fábrica
·        Cooperativa san Isidro
·        Barrio Bajo
·        Aranda
·        Prensa de brevas
·        Prensa de brevas
·        Existe
·        El Cubillo
·        Isacio Castillo
·        Prensa de brevas
·        Fábrica de aceite
·        No existe
·        La Rueda
·        Rafael Álvarez
·        Fábrica
·        Fábrica
·        Cooperativa San José
·        La Sierrezuela
·        Manuel Paguilla
·        Viga
·         
·         
·        Gitana
·        Patalanco
·        Viga
·         
·         
·        Salina
·        Antonio Santaolaya
·        Viga
·         
·         
·        Carrizal
·        Utrilla
·        Viga
·         
·         
·        Carrizal
·        Vico
·        Viga
·         
·         
·        La  Nava
·        Remigio Rodríguez
·        -
·        -  mediados siglo XX
·         
·        Fábrica Orujera y de Jabón
·        Sociedad Álvareaz Hermanos
·         
·        1920
·         

 

§       Saenz  Lorite[9]  recoge con acierto  toda la evolución de estas tierras, incluyéndolas en el surco intrabético , y   la expansión del olivar de la siguiente manera:

·       “A lo largo de la Edad Moderna se va a producir una lenta transformación de este sistema, cuyos hechos más significativos son las roturaciones incesantes, la subdivisión contínua de los bienes libres frente a la concentración de los inmovilizados( iglesia y mayorazgos) y la incesante presión demográfica que acelera a su vez elproceso de colonato en tierras señoriales y en las dehesas comunes, -tal como es el caso de la Sierra Sur-. Las desamortizaciones decimonónicas pusieron fin a las amortizaciones del terrazgo, pero a la vez liberaron nuevos espacios para roturaciones que se dedican ya de modo contínuo al olivar que acaba por constituir un verdadero monocultivo, salvo los regadíos autárquicos y algunas áreas de suelos no aptos o reservados para el autoabastecimiento”.

 

 



[1]  Ibidem. O.c.  pág. 212.
[2] AMAR. Caja 329. Legajo 11. Registro de las profesiones e industrias que hay en esta ciudad, con expresión de los sujetos que la ejercen. 1854.
[3]  AMAR. Acta del día ocho de abril de  1878.
[4] MAROTO MARTOS, J.C. y CEJUDO GARCÍA, E. Caracterización de la provincia , comarcas y municipios jiennenses  en base de la superficie ocupada por los grandes aprovechamientos agrarios y por los principales cultivos agrícolas en 1989. Boletín de la Cámara de Comercio de Jaén.1990.
[5] AMAR. Caja 334. Legajo 6. Partes de Molinos 1876.
[6] CARPIO, A. Y otro. Los molinos de torre y torrecilla. B.I.G.160. 1996.
[7]  DICCIONARIO GEOGRÁFICO ESTADÍSTICO . 1880.
[8] PICATOSTE, C.  Guía oficial de Jaén y Provincia. Almanaque de 1893.
[9]  SAENZ LORITE, M. Geografía de Andalucía. Tomo IV. Pag.319.
[10]  Ibidem.o. c. Pag. 149.

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