Al acercarnos a esta ciudad, comentario sobre las etapas de la edificación de la Mezquita: desde la basílica de San Vicente al Barroco, pasando por el periodo de Abderramán I , Abderramán II, Abderramán III, Hicsan, Alhaken y Almanzor , no olvidando el periodo fernandino y el renacimiento, y destacando la presencia alcalaína en el altar mayor con Juan de Aranda Salazar ; elogios al coro de Duque Cornejo; panegírico a la Córdoba romana: de Séneca a Osio.
Y, sin darnos cuenta, en el polígono de las Quemadas, en la nave de Idelfonso Rodriguez, coches desde 1904, de reinas, de lo más bello que puede contarse en el diseño y estilo.... La foto del rigor. Y de las dos asociaciones. No dirigimos a Córdoba a emprender el paso por las plazas de la ciudad del Califato. En Tendillas, entre belenes y sabor navideño saludamos al Gran Capitán; en la plaza de la Compañía , comentamos el foto y el templo de Diana, sus partes y sus dimensiones; al fondo, la iglesia de San Pablo. Hacia la Corredera, entre callejas y preguntas a demandantes, llegamos a esta plaza con coso taurino, patíbulo de la Santa Inquisición , lugar de autos, juegos de toros y cañas… Y explicaciones de las antiguas corridas de toros, autos de fe, altares del Corpus, los autos abundantes, reserva de autoridades…
Bajamos hacia la plaza del Potro, y nos detuvimos en la iglesia de la Piedad, capilla del colegio de la madre Patrocinio de San José, bella imagen de la Virgen de la Piedad, iglesia con retablo barroco y san Felipe Neri, sepulcro del patrono. Por callejuelas, y en concreto por la calle de Armas, dimos con la plaza el Potro, entre tiendas de suvenir y , la estatua homenaje de los arrieros y visitamos el museo de Bellas Artes, y dejamos la opción del de Julio Romero de Torres. Leímos la placa dedicatoria a Cervantes en su estancia en la capital cordobesa. Y, al final, nos despedimos de aquel bello rincón, por calles, callejas, arcos, arcadas, casonas de hidalgos , leyendas de los infantes de Lara, flores, macetas, hasta llegar a la calle del Pañuelo, y comprobamos sus dimensiones.
Entramos en el Patio de los Naranjos, ilusionados a la Mezquita. En un mar de servicio de orden , no podía uno ni decir mus para comentarlo a los paisanos, señalar las diversas etapas, capilla de Santa Teresa, san Bernabé y algunas más , el mihrab y la sura y quiba hasta llegar al crucero, coro y altar mayor. Represión a la libertad de expresión y a la exposición y cultura ante los intereses crematísticos. Elogios al coro del Duque Cornejo. Doble vuelta a todo el entorno de la Mezquita.
Y emprendimos nueva ruta: el puente romano, torre de la Calahorra, la Alcazaba, la Noria, la Judería y la Sinagoga, Puerta de Almodóvar, muralla de la ciudad, río Guadalquivir.. Y no comprendía Córdoba, triste y sola, aunque sepa los caminos no llegaré a Córdoba.
Un café, nos palia el cansancio, nos montamos, damos las gracias de noche, anunciamos el día 30, ruta de Tózar y Moclín, los mozárabes y arte rupestre. Gracias al chofer e invitación 28 y 29 a Banco de Alimentos. Un Abrazo.
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