SE ACERCA UN NUEVO TIEMPO
Para la
colectividad, también, es un momento de reflexión interesante a la hora de proponer
nuevas  iniciativas, culminar las
actividades del año programado en muchas asociaciones e iniciar, con mayor ímpetu
y esfuerzo, el nuevo curso en muchos sectores- escolar, ciclo religioso o
social-.
            En
Alcalá la  Real no se ha llegado a tal  extremo de llevar a cabo  un proyecto como el ICI, instaurado en 17
territorios de España, por el que “se pretende convertir  la fría coexistencia de grupos con raíces
culturales distintas en relaciones de buena vecindad”. Nuestras aldeas,
afortunadamente,  se surten de recursos y
refuerzos de autoprotección y seguridad, 
se entretejen con fuertes vínculos y redes sociales que les implican a
un  continuo compartir servicios,
celebrar sus gozos y sus  penas y,  hasta la exclusión social, casi brilla por su
ausencia en estos bellos rincones rurales del municipio alcalaíno.  En muchos barrios  de la ciudad, acontece  algo parecido y prima, por encima de todas
las relaciones humanas,   la
vecindad  de tal manera que  apenas 
existen organizaciones de barrio como acontece en otras ciudades pues se
autodesarrollan por sí mismas. Pero, en el casco urbano  hay pequeños atisbos  de multiculturalidad,  exclusión social y  falta de integración de algunos
sectores.  No le vendrían nada mal
algunos puntos de este ICI nacional desarrollando  o 
redoblando campañas,  ya
emprendidas, de modo  que procurasen la
interrelación entre los vecinos de los distintos barrios.
            En
un pueblo como Alcalá la Real,  al que
Mercurio ha bendecido como centro 
comercial de la comarca, de seguro que se beneficiarían de  algunas campañas  tan exitosas como las diseñadas por estos
técnicos de la cooperación social en otros lugares de las tierras españolas.
Como dicen sus promotores “No se trata de pasar del
cero  a la convivencia idílica sino de
construir relaciones operativas y, si surge 
un conflicto, que aprendamos a regularlo. Si no hay relación, no se
percibe la riqueza». Es, además, una manera de implicarse tanto las  autoridades públicas como los profesionales o
técnicos del municipio  y  los vecinos de todos los rincones de nuestra
ciudad. Su método es básico “«conocer lo que había, vender palabras y conceptos
abstractos, después, vincular a cada vez más gente para posteriormente reforzar
el tejido social y propiciar el conocimiento mutuo entre los tres pilares de la
comunidad. –técnicos, ciudadanía y políticos. Al fin y al cabo, todos están
convencidos de que la convivencia es clave para la mejora de la calidad de
vida”. Dos son pilares básicos de esta nueva economía altruista  son el Espacio Técnico de Relación y el
Espacio Comunitario Ciudadano. Pero, su desarrollo y conexión quedarán para desarrollarlo
en otro número. 
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