...se queda uno solo, o, más bien, vive la soledad y el vacío de no tener a nadie con que compartir ese momento de la decisión final...es el tránsito de saldar cuentas y reiniciar una nueva etapa con la que deben corregirse los errores, crear nuevas ilusiones, abandonar lo superfluo y lo artificial...llega el momento de vivir una nueva autenticidad o convertirse en un eslabón más de la cadena de la cotidianidad...¡¡¡es el interregno!!!
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