Hace unos meses rememoramos la hazaña de Malalmuerzo con una ruta desde la Ribera Baja a Moclín. Salimos de la antigua zona de los molinos de Güescar, y cantamos:
Por las huertas de la Vega,
se refrescan en la Fuente,
que bautizaron de Huéscar,
por eso de la asonada,
que asestaron en la cresta,
Sequimos adelante, y , tras pasar por las Vegas de Paz y , Media Luna y Medianil , proseguimos;
Atrás quedó Santa María,
las Juntas en su ribera.
Por el camino real,
nos acercamos a la Huelga,
y con la vista de Tózar,
Porqueriza y Corcuera,
Y, entre comentarios destacó uno de ellos, el cortijo de la Huelga. De pronto, asaltaron a las mentes de los más perspicaces con relación a un levantamiento obrero en tiempos anteriores , y lo fijaban, como siempre a la República. Pero mira por donde que este cortijo es una forma de repoblación, como cortijo, que abundó tras la conquista de estos territorios por los castellanos sustituyendo a las antiguas alquerías o creando cortijos, con una vivienda , y una extensión de terreno. Pero lo que nos llamaban la atención es que le denominaran de las Huelga. No nos conformamos. Pues, seguimos investigando y sacamos algunos datos del artículo de José Andrés de Luna en su trabajo de los pueblos y población del siglo XVI de las Siete Villas , titulado REPOBLACION Y GRAN PROPIEDAD EN LA REGION DE LOS MONTES DE GRANADA DURANTE EL SIGLO XVI. EL CORTIJO. No vamos a insistir que este cortijo, al que denomina La Huelga de Bruna, responde a la características un tipo corriente de repoblación diseminada , a saber, una extensión de grandes dimensiones , en el que los repobladores castellanos tras la toma de Granada que recibieron mercedes de anteriores alquerías, para desarrollar la roturación de terrenos dedicados al cereal y mantenimiento de un arbolado de monte característico, la encina, y con el agua cercana del Velillos algunas huertas de tradición morisca. Por los estudios de los Libros de Apeos, este cortijo era propietario Francisco López de , que lo denominan como labrador, ( un término que en Alcalá corresponde con el mayordomo de la finca y no con el propietario) , de una extensión de 190 fanegas, la comunidad que residía anterior era morisca, y seguía perteneciendo a este tipo de población, y tenían la vecindad de la villa de Moclín, cuya jurisdicción es la actual. El nombre de cortijo estaba relacionado con el lugar, pues el camino real a Granada pasaba por su entorno, hoy camino mudejar, tanto para los pasajeros como para los ganados debía ser un sitio de huelga, del latin "holgare" descansar , Su nombre se debe a un terreno de cultivo no trabajado y dedicado a pastos, es decir, las huelgas. Y Bruna, a un tipo de color oscuro relacionado con el marrón, y a la vacada de este color. aunque "Bruna" puede referirse a varias cosas. Principalmente, es un nombre propio femenino de origen germánico, que significa "morena" o "de color marrón". También puede ser una variante femenina del nombre Bruno. Además, "bruna" puede referirse a una antigua moneda catalana o a una raza de vacas de los Pirineos. En algunos contextos, se usa para describir algo de color marrón oscuro o negro. Con esto tenemos el segundo término, que ya desapareció en el siglo XVII. Pues, en un documento del escribano Blas Martínez de Cáceres en 1632 se nos dice que el vecino Lucas de Molina, un labrador, arrendaba al propietario y vecino de la misma villa Jerónimo López Illescas este cortijo de la Huelga, junto con un haza, denominada del Molino, que lindaba con ella, lo que nos indica la relación de población, zona cerealista e industria artesanal derivada, cuya extensión era de 250 fanegas con una casa de cortijo de teja. Para conocer las condiciones de trabajo se arrendaba a dos partes de siete de produccion en trigo y cebada y el monte a dis fanegas de trigo y por navidad se le debía dar al propietario dos gallinas.
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