jueves, 19 de septiembre de 2024

LA VIRGEN DE GUADALUPE, ALCALÁ LA REAL Y SU CAPILLA

  

LA VIRGEN DE GUADALUPE, ALCALÁ LA REAL Y EL REY ALFONSO XI









 Ayer, recogimos un documento alcalaíno sobre Monserrat, y hoy toca el turno a otra declaración de bienes y recursos ante el mismo corregidor Gome de Mesía Figueroa en quince de mayo de 1568. En este caso hace referencia a la demanda de Nuestra Señora de Guadalupe. Por cierto, muy ligada al rey Alfonso XI que conquistó Alcalá la Real y, en su intermedio, se encomendó a esta Virgen y colaboró en la erección de su monasterio y ermita  por aquellas fechas que se comprenden entre la toma de Alcalá y la batalla de l Salado (1340-1341), como recogemos de dos de sus cuadros que ocupan el claustro de dicha basílica.

El vecino Miguel Sánchez de Escañuela se había encargado de la demanda por este tiempo y año mencionado, habiendo recibido la facultad de las  provisiones  reales y el encargo de los frailes del convento del  monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe. Manifestaba que desde 1564 había corrido de su parte, pero estas demandas provenían desde tiempo antiguos como en muchas ciudades del Reino . Concreta y redondea los ingresos en unos  15.000 maravedíes anuales, y además señala que no dispone ni de ornamentos, ni imagen, tan solo una taza de plata para pedir todos los domingos y fiestas de guardar marcando que se mantenía en poder suyo solo en  mayo y septiembre , cuando ajustaba cuentas. También recibía algunas mandas, muy pocas de los ganaderos de la ciudad, lo que indica el patronazgo de esta Virgen entre los ganaderos como la Virgen de la Cabeza. Firmaron la declaración Miguel de Plasencia y Alonso de Jaén.  
Años más tarde, en la iglesia de Consolación se hizo una capilla y un retablo con la Virgen de Guadalupe, obra de Pedro Cobo a principios del siglo XVII, en su lugar se encuentra actualmente la Virgen del Pilar. 

 


 

LA BATALLA DEL SALADO ENTRE EL REY ALFONSO XI  Y EL REY  DE MARRUECOS ALIADO CON EL RER GRANADINO  YUSUF I El 30 de octubre de 1340 las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. POR SU VICTORIA, Y HABERSE ENCOMENDADO A LA VIRGEN DE GUADALUPE HIZO GRANDES BENEFICIOS AL MONASTERIO EN TIERRAS Y EN SU ORGANIZACIÓN. EN EL INTERIM, FUE LA TOMA DE ALCALÁ LA REAL , EL ARRABAL EL MISMO AÑO Y DESPUÉS, LA CIUDAD.  


LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

 

LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

En el ala del evangelio, la primera capilla primera junto a la puerta de la entrada se dedica a la Virgen del PilarSin embargo, ya referimos, hace tiempo, que estaba dedicada a la Virgen de la Guadalupe desde el siglo XVII y encontramos que su retablo fue autor Pedro Cobo, un imaginero y retablista que establecía vínculos de producción artística entre Priego de Córdoba, donde, al parecer, nació, y Alcalá la Real. Esta capilla se mantuvo hasta el siglo XIX, pues son claras estas palabras del testamento del escribano  Florencio José Serrano u su esposa María del Carmen Jiménez Calderón“ quando la voluntad de Dios sea servida llevarse nuestros cuerpos mandamos sean sepultados él de mí don Florencio Serrano en la bóveda de la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe de la iglesia de Consolación del Convento de San Francisco de Consolación  Orden Tercera, que es la primera a la entrada de la Iglesia a mano izquierda, donde se hallan enterrado mis señores  padres, adornado con hábito que visten los religiosos de Nuestro Señor San Francisco de la Observancia, y el de mi esposa, doña María Jiménez Cisneros   en el convento de la Santísima Trinidad, con el hábito de Nuestra Señora de Dolores, que es el que yo visto.

Con un entierro de tren llano y doble a pino, acompañado con los pendones de las órdenes de la ciudad.  , los beneficiados de la ciudad lo condujeron de sus casas de la calle Real, ( dos) en las que tenían colocada una vitrina de la Virgen del Carmen a sus iglesia para ser enterrado. 

 

 


 


En 31 de agosto de 1619,  ante el escribano Francisco Jiménez (lLegajo 4714, folio 138), años más tarde, en la iglesia de Consolación se hizo una capilla y un retablo con la Virgen de Guadalupe, obra de Pedro Cobo a principios del siglo XVII, en su lugar se encuentra actualmente la Virgen del Pilar. Presidía el convento el padre predicador y ministro fray Joan de San Bartolomé, que se reunió con el resto de frailes) para acordar la licencia de conceder esta capilla a Pedro Pérez de Cañaveral ( frailes  el predicado Fernando de Alarcón,  vicario Jorge Serrano Cano, Antonio Serrano,  Juan Díaz de Pareja. Alonso de Ortega,  Luís de Góngora, el predicador Miguel de Ibáñez, , el predicador Francisco Felipe,  Cristóbal Lobo,  Luís de Góngora, Joan Nieto,  Tomás de Leiva Pedro Muñoz, Cecilio de Rivas.  Joan de Parras ). Y lo hace con esta cita:” dixeron que tiene entendido que Pedro Pérez de Cañaveral , vecino de esta ciudad, tiene mucho amor y voluntad al dicho convento y a tratado con el de que le den un arco a modo de capilla que está debaxo del arco como se entra por la puerta  principal a mano izquierda con quatro sepulturas, en el qual a de poner una anexa que en la forma que está señalado , que esto a de ser para guarda de una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que a de poner en el dicho arco, para esto trató con el dicho Pedro Pérez , que a de donar el dicho arco y poner con el adorno que conviene para que en él  esté la dicha imagen, y en raçon  a esto da de limosna al dicho convento quarenta ducados”. Para ello da la aprobación el padre provincial con su correspondiente título de las 4 sepulturas  y ratifican con la escritura el capítulo del convento, al mismo tiempo que la posesión del lugar del arco y sepulturas, y la obligación de Pedro Pérez de colocar la imagen, dorar  y poner adorno y reja  todo lo qual cumplirá  dentro de quince días contados desde el dicho  a partir de dos meses contados  de la fecha de aprobación  de esta escritura.  Se hallaba capilla en 1621.

 

 


 

 
Años más tarde, en la iglesia de Consolación se hizo esta capilla y un retablo con la Virgen de Guadalupe, obra de Pedro Cobo a principios del siglo XVII, en su lugar se encuentra actualmente la Virgen del Pilar. 

 



 


LA BATALLA DEL SALADO ENTRE EL REY ALFONSO XI  Y EL REY  DE MARRUECOS ALIADO CON EL RER GRANADINO  YUSUF I El 30 de octubre de 1340 las tropas de Alfonso XI derrotaban a una coalición de benimerines y nazaríes granadinos en la batalla del Salado. POR SU VICTORIA, Y HABERSE ENCOMENDADO A LA VIRGEN DE GUADALUPE HIZO GRANDES BENEFICIOS AL MONASTERIO EN TIERRAS Y EN SU ORGANIZACIÓN. EN EL INTERIM, FUE LA TOMA DE ALCALÁ LA REAL , EL ARRABAL EL MISMO AÑO Y DESPUÉS, LA CIUDAD.  

 

 

La Virgen de Guadalupe tiene su santuario en la villa de su nombre, y celebra la fiesta el día de la Natividad de la Virgen, el ocho de septiembre.  Además, el 12 de octubre  de 1928 fue coronada canónicamente como "Reina de la Hispanidad o Reina de Españas.Desde el siglo xvi, se extendió por Hispanoamérica la devoción a la Virgen de Guadalupe aparecida en México, siendo Patrona de las Américas, así como de México y Filipinas por extensión devocional del término (venerada el 12 de diciembre, Día de Ntra. Sra. de Guadalupe o Día de la Virgen de Guadalupe).6 Y aunque existen varias advocaciones marianas bajo el título de Virgen de Guadalupe, la primera de ellas, cronológicamente, es la Guadalupe extremeña (1326), provincia de Cáceres (España), donde se encuentran las raíces devocionales primigenias.De esta forma, la Virgen de Guadalupe ostenta ambos títulos: Patrona de Extremadura (8 de septiembre, Día de Extremadura) y de la Hispanidad (tradicionalmente el 12 de octubre, Fiesta de la Hispanidad, coincidiendo con la Fiesta Nacional de España, que además también coincide con la fiesta de Pilar, dando lugar a confusiones del patronazgo)  La  etimología de la palabra "Guadalupe", del árabe وادي اللب Wādi al-Lubb, “río de lobos”, “río de Ibn Lubb”, “río de oso”, “río de cascajos negros”, “río de altramuces”, “río escondido”, entre otras. Lo más probable es que la palabra provenga del árabe (wad, “río”). El investigador francés Jacques Lafaye, especialista en el tema de la 

 

 

En 1620 8ÑEGAJO 4969 FOLIO 230 ,10  DE MAYO ,el propio Pedro Pérez de Castilla hacía donación de una sepultura a  Lorenzo Muñoz y su mujer María Rapara que  se encargara de la limpieza y aderezos de ella ( mantel y paños) y lámpara manteniéndola siempre limpia ya que era joven y no ten´

Iatiempo de tenerla al buen uso. 

EL PRIMER MOLINO DE ACEITE DE ALCALÁ LA REAL

Desde tiempos de los romanos, el barrio de la Tejuela es un barrio donde se concentra la actividad , comercial, artesanal e industrial. El aqua que baja de los derramaderos de los Llanos por el Cauchil hasta las Azacayas es una fuente de riqueza que le hace ubicar las tenerías, las tintorerías, los molinos de zumaque, las cantarerías, las alfarererías, tejares,  entre otras industias yartesanías desde la Edad Media, y, con gran empuje desde   el principio de la Edad Moderna. Npo habíamos localizado hasta ahora más molinos que los de zumaques, y carecíamos de información de los molinos de pan cocer y aceite, y, tan sólo, siglos despu´`es se ubicaron varias industrias del aceite y hornos.



Pero, tenemos constancia de un primer molino de aceite desde principios del siglo XVII. Por una fuente indirecta  de un documento ante el escribano Gerónimo Ramírez (LEGAJO 4969, FOLIO 28), en  20 de enero de 1620 , el genovés Juan Ximénez arrendaba a Martín Pelaez, una media casa , que situaba en la calle Tejuela subida a la calle de la Antigua, que era la dicha casa molino de aceite, lindero por la parte baja lamedia  casa con este. 
Se pagaba de renta siete ducados y media, y como curiosidad compartía una caballeriza donde se guardaban a medias los cochinos. Pocos eran los olivares de este tiempos, hempos encontrado entre viñedos, solarines y corrales de casas, pero ninguna extensión grande para abastecer el municipio. No obstantre aquí tenemos un primner dato del aceite en la Sierra Sur, lejos de los pagos de Alcaudete y Castillo de Locubín. 

HISTORIA DE LA FERIA EL PASEO DE LOS ÁLAMOS

 





 

Si buscáramos el origen mitológico de las ciudades, como hacían nuestros antepasados, de seguro que encontraríamos  que el dios Mercurio debió asentarse en Alcalá y parió una amplia estirpe de comerciantes, regatones, o  corredores de comercio, y, actualmente, tocaría con su caduceo el  nido de inmobiliarias que actualmente abundan como setas. No somos sino un eslabón más de aquellos que nos precedieron. De los hispanorromanos, que desde sus villas esparcidas en la comarca alcalaína acudirían a las oppida para intercambiarse, en  los días feriados, productos de la agricultura -el trigo por el aceite, o la vid por el buey-, al mismo tiempo que se fomentarían los sacrificios y los juegos en honor a Hércules.

Además,  Alcalá es una ciudad de feria, porque, a lo largo de su historia, Alcalá ha sido, es y siempre será cruce de caminos, un lugar de encuentro de hombres y pueblos, y, sobre todo, el principal paso de Andalucía hacia muchos lugares para feriantes y hombres de comercio. En el siglo XII, ya  lo escribía Pero Marín refiriéndose a la venta de esclavos cristianos que se realizaban en la fortaleza de Aben Zayde. Allí estaba el rastro, la alhóndiga, los pesos de la harina, los mesones y los mercados.

 Como diría el profesor de la universidad sevillana Pedro Cano Ávila acerca de la enorme importancia de este puerto terrestre de entrada de Castilla al reino de Granada:“Si nos atenemos ahora al valor económico del comercio entre los reinos de Castilla y Granada, y sobre todo a través del puerto de Alcalá la Real, llegaremos a la conclusión de que fue realmente importante”

            Y, de la fortaleza Alcalá bajó al Llanillo. Fue, en tiempos de Felipe V cuyo cuarto centenario celebramos este año. Cambiaron los sitios del comercio y los géneros de transacción.

Desde este tiempo. el recinto de la venta de ganado comenzó a ubicarse el espacio comprendido  desde la Puerta de los Álamos hasta la ermita de la Magdalena, ya que era un lugar adecuado para todo tipo de transacción económica que se desarrollaba en medio de los caminos de Madrid, de Baena, de Montefrío y Frailes. A partir del siglo XIX, el Llanillo y  el Paseo de los Álamos se convirtieron en el eje radial de la ciudad.  Curiosamente,  una de aquellas aceras recibía también el nombre  de los Mesones, porque era lugar de posada obligatoria para viajeros y caballerizas en el paso por la ciudad. No sólo había posadas, sino que también se jalonaban todos los comercios y todas las tiendas artesanales, donde se mezclaba el trabajo con la venta directa.  

Y, la feria  se hizo amiga fiel de esta columna vertebral urbana.  Poco a poco, la llegada de comerciantes de nuevas mercadurías, aperos de labranza y de calderería dio lugar a que se ampliara el recinto y comenzó a  ocupar el Llanillo, la calle Real, el Juego Pelota y parte del camino de Madrid por los Álamos hasta el punto que el paso y el aumento del número de coches de caballos ocasionaron algún que otro incidente por la intensidad de tráfico cada vez más numerosa. Y así, el año 1879, por este motivo  se trasladó  por primera vez y en exclusiva al Paseo de los Álamos, aunque se mantuvieron tiendas de comercio de forasteros a lo largo del Llanillo, incluso se alquilaron las dependencias del Palacio Abacial por aquellos días los feriantes y comerciantes. Como lugar definitivo de la feria, se estableció en el Paseo de los Álamos en el año 1899, para evitar el peligro de peatones que corrían en la carretera entre Alcaudete y Granada, según manifiesta el acta del trece de septiembre de este año.

Esta ubicación se mantuvo hasta el año 1983, que se trasladó provisionalmente al recinto ferial de la Magdalena, y en el año 1988, se inauguraron las excelentes instalaciones que hoy día disfrutamos los alcalaínos, siendo alcalde Felipe López García. No obstante la feria genuina del ganado tuvo que adaptarse a los lugares cercanos, que ofrecían un lugar para el reducido comercio ganadero que todavía se mantiene entre los pueblos.

A su vez,  las posadas  y mesones de los Álamos resistieron el envite del desarrollismo hasta que se inauguró el hotel de los Tres Amigos. Y, de nuevo, hoy vuelven los lugares de hospedería en este recinto.

Y es que el  Paseo de los Álamos ofrecía una ubicación ideal para  las nuevas corrientes que impregnaban  las actividades de la feria, que se adaptaban a los progresos de la técnica y de las costumbres. Su jardín de estilo borbónico, al principio, facilitaba en sus diversos rincones y parterres  los más variados usos que podía encontrar el visitante. Como punto cardinal se encontraba la  glorieta, donde la música amenizada por las veladas militares, brindaba desde antaño a los vecinos conciertos de zarzuelas, pasodobles y marchas. A lo más, los grupos de música de cámara transformadas en orquestas de bailes o la intervención de alguna estudiantina amenizaban la danza  de los mirones y más atrevidos.  En las calles laterales, se ubicaban todo tipo de casetas artesanales, que, con el paso del tiempo, dieron lugar al traslado de las tabernas de barrio a estos habitáculos hechos de madera y cubiertos de lonas para resguardarse de las tormentas de  otoño. Otras actividades quedaban relegadas al reparto del pan de los pobres y  la elevación de globos que se llevaban  a cabo en iglesias y en la plaza del Ayuntamiento. Pero llegaron los años cincuenta, y la velada musical  fue sustituida por la caseta  popular, la del Pellizco o, en otros años, la de la familia  Gálvez. Las bandas militares dejaron paso a las orquestas de  saxofón, trompeta y batería con bombos y platillos como la orquesta Florida. Las canciones de  las cupletistas españolas y de  Antonio Machín se abrieron paso a los valses  y  la música de fanfarria militar. Mercurio quedaba relegado por el dios Cupido, y en aquellas casetas, con vallas de madera blanca, se encontraron muchos seguidores de las cuitas amorosas. Ya, el espacio de ocio se amplió y los jardines de las entre calles sirvieron de lugar oculto para desvelar los primeros atrevimientos amorosos al ritmo de boleras y coplas.

Finalmente, poco a poco, el desarrollismo de los  años setenta  quedó reflejado  en una nueva versión reproductora del dualismo de la sociedad. La tradicional caseta del Pellizco tuvo una competidora “La Caseta Andaluza”. La primera mantenía su carácter popular y se convirtió el lugar de  escape de las clases bajas y trabajadoras; la segunda  ocupaba el  sitio de honor de la feria, era su blasón y su emplema, donde acudía el gobernador de turno para  ser agasajado. Esta última se distinguía por su inversión municipal en  portadas de albañilería,  vallas de pintura y  barra selecta, así como por la oficialidad del ambiente. El pueblo sencillo y de las aldeas mantuvieron  su  lugar de ocio, con precios populares y las orquestas que enseñaron a muchas parejas a rebajar el colesterol  en el parterre central  del Paseo hasta que  la fiesta fue conquistada por la emulación del elitismo aristócrata. Fueron los años del Dúo Dinámico o de  los Tres Sudamericanos, entre otros. Fue el momento de los concursos de mises, en el que  las jóvenes de la nueva burguesía y las clases bajas comenzaron a competir con las bellas damas de los Juegos Florales de los años cincuenta. Parecía que se anunciaban  nuevos tiempos. En los años setenta, soplaron nuevos ritmos, nuevas orquestas con guitarras eléctricas. Surgió la competencia con la Caseta de la Juventud que trajo aires de los Beatles, los Módulos, y los Pekenikes. A las casetas de vinos, se contraponía la elitista del Círculo el Pireo con la de Rosales o la  de la Venta., sin olvidar  los  experimentos de “Mi Caseta” o la de Condepols. Entre calles opuestas, la tómbola competía con  la fila de juguetería y  las tiendas de navajas de Albacete.

Los puestos de calderería, a un margen de la carretera, junto con los del turrón y de buñuelos acudían puntualmente a la cita festiva procedentes de Lucena, Rute y Baena. . Al otro lado, el infierno de la feria: los aviones. el látigo, el carrusel, los caballicos, los coches de choque y el tren taponaban, durante dos semanas, todas las calles de los alrededores. Los cables y mangueras de electricidad se pisaban por todos los sitios. En un chapuzón, el ferial quedaba desalojada en cinco minutos. Pero, con la calma volvía todo el mundo a la feria.   

 La transición democrática afectó de lleno  a este recinto. Fórmulas que habían obtenido un relativo éxito ya no acumulaban sino fracasos. No podía comprenderse una caseta oficial, cuando el pueblo había conquistado la libertad. Tampoco las clases sociales se prestaban a ser distingos en la entrada de las casetas. Aquel recinto era invadido por la inseguridad de la tiranía del automóvil. Las casetas  de vino se vestían con banderas de los partidos y de las asociaciones. Faltaba espacio. Todo el mundo clamaba  un cambio de ubicación. Pero se resistía el pueblo, que  no quería dejar abandonado  aquel eje radial, donde el teatro, el cine, y  las salas de exposiciones enriquecían los programas festivos por la cercanía con el Paseo de los Álamos..    

 

FRANCISCO MARTÍN ROSALES

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 17 de septiembre de 2024

LA ERMITA DE SAN JUAN EN VALDEGRANADA. NUEVOS DOC UMENTOS.

 

 






LA ERMITA DE SAN JUAN EN VALDEGRANADA

Se denominaba Val de Granada, (val, apócope de valle) o Valle de Granada y así nos la describe Madoz: Aldea de la provincia de Jaén; es uno de los 12 partidos de campo en que está dividido el término de la ciudad de Alcalá la Real (el V en su diccionario), a cuyo partido y abadía corresponde, y dista de ella 3/4 de leguas al SO. y tiene una población llamada Majalcorón. Situada bajo de un tajo que se denomina Peñas de Majalcorón. No forma calles y tiene diseminadas 10 casas por lo general habitadas de gente pobre y j o r n a l e r a; se cuentan, fuera de estas, 43 cortijos, de los que los principales son la Cruz, Zapillo, la Loma, Alamoso Alto, Alamoso Bajo, Cerro Gordo, Blancares, Parra, Fraile, Agramaderos, Monjas y el Maestro. Donde se separan los términos de la ciudad de Alcalá la Real y los de Priego y Montefrío se encuentra una ermita al Norte del partido; y en la parte opuesta del mismo, o sea al Sur inmediato a una venta llamada de los Agramaderos está el nacimiento del Paloneares que en su origen es un arroyuelo insignificante. El terreno del partido, sobre todo la parte inferior, es de superior calidad, y son muy apreciados los garbanzos que en él se

 cían; también hay algunas encinas y pocos olivos”.

Por el libro de capellanías de la Iglesia Mayor de  Alcalá la Real añadimos estos datos sobre esta ermita:

ERMITA DE SAN JUAN EN VALDEGRANADA

 

 











Patrón   

                Lugar de capellanía 

Documento ante escribano   

FIESTA

  MEMORIA

 

Juan de Hinojosa Zafra

 

ideen la hernita de sant Joan, sita en Valdegranada

 

id ante francisco de Velasco 7-8-1654.

 

Fiesta de san Joan y octava por el capellán se ha de decir misa en la hernita

 

Memoria fundada sobre ocho fanegas de tierra en el sitio de Valdegranaada alindando con la hermita, y tierras de Sebastián de Hinojosa y Alonso Ramírez de Castro abogado. Llamo sucesor a Sebastián de Hinojosa que diga las misas y los reparos de la iglesia.

 

El documento notarial se encuentra en el testamento de Juan de Hinojosa Zafra  ante el escribano  Francisco de Velasco (legajo 50 64, folio  521), siete de agosto de 1754. Este era  labrador, hijo de Bartolomé Méndez de Zafra y Marina de Quesada, y vecino de Alcalá la Real. Como era frecuente los labradores de  cortijos solían vivir en Alcalá y en las épocas de temporada en los cortijos. Estaba casado  con doña Lucía Fernández, en terceras nupcias, tuvo dos hijas  María López Moriana (mil ducados heredaron) de su primer marido; de Martín de Rosales, originario de Íllora, su segundo marido, dos hijas Catalina y Marina.

Labraba sus tierras, heredadas de sus padres y de las roturas hechas en esta zona de Majalcorón, que compartía con sus hermanos. En concreto, 22 fanegas de un cortijo. en Valdegranaada, lindero con tierras de Valentín Carrillo  y su hermano Sebastián de Hinojosa y otras roturas; junto con otras 17  fanegas del mismo sitio, linderas con los mismos propietarios y repartimientos; otras dos fanegas con su mismo hermano u don Gonzalo Ramírez de Aguilera. El cortijo y el tinado lo compartía a medias con su hermano, Eran momentos de amojonamientos y se los había realizado el medidor de Tierras Matías Duque. En un libro de cuentas, solían llevara a cabo operaciones de préstamos de dineros familiares y particulares, deudas, tratos, compraventa de ganado familiar, trigo, vino, cordonería, venta de caballo, trueque (vino por caballo 450 reales) un solar y partidas de trigo recibidas del abad don Fernando de Heras Manrique para repartirlas con labradores de la zona y hermanos (Marcos, Francisco, Sebastián) a través de su secretario. 

Y lo que nos llevó a escribir sobre su persona la memoria de fundación de una ermita dedicada a San Juan Bautista. Con estas palabras  

"Es  mi intención y voluntad de instituir y fundar como por la presente instituyo y fundo una memoria de misas perpetuamente  y para siempre jamás  por mi ánima y de la dicha doña Lucía Ernández, mi muger y de los dichos Bartolomé de Zafra y María de Quesada, mis padres y de los demás difuntos, ".

Y estableció las siguientes condiciones, en las que se muestra que fue el que realizó la ermita de San Juan:

-"Quiero y es mi voluntad que que perpetuamente para siempre jamás se digan por la dicha ánima y por los demás referidos en cada uno año dos misas reçadas  en la ermita e yglesia de Sa Juan. que tengo fecha y labrada en el dicho sitio de Valdegranaada, las quales  diga el capellán  que fuere a dezir  misa  a dicha ermita, y por cada una se les dé de limosna tres reales, la qual dicha  memoria cargo, sitúo y fundo y señalo sobre una haça de  ocho fanegas de tierra, poco más o menos, que tengo en el dicho sitio de Baldegranada alindan con la dicha iglesia y ermita y tierras del dicho Sebastián de Ynojosa, ermano, y tierras del licenciado Alonso Ramírez de Castro, abogado".

-La herencia de la memoria y su transmisión lo fijaba así : "  Y quiero y es mi voluntad  que luego que yo fallezca , suceda  en dicha memoria por sus días el dicho Sebastián de Ynojosa , mi ermano, para que pague la limosna de dichas dos misas y el resto  de la renta de la dicha haça la goçe  con cargo y obligación que tenga la dicha ermita reparada y los ornamentos de ella ; y después de sus días suceda en dicha haça su hijo y descendientes de legítimo matrimonio, prefiriendo de mayor a menor  y de varón a la hembra, y a falta suceda en dicha memoria Francisca de Hinojosa, su hermana y descendientes legítimos de  legítimo matrimonio  ". Y así se seguía la cadena con las mismas advertencias, con su hermano Marcos, a continuación con su hermano Francisco. 

-Y si  después de pagar con la limosna  de misas, reparos de dicha ermita y ornamentos, algo sobrare de renta, lo goçe y lleve el poseedor de la dicha memoria y quiero y es mi voluntad que la dicha haça no se pueda vender  ni enajenar  ni permutar en otra eredad, aunque preceda licenzia  del prelado, y la venta y permuta sea ninguna , no valga y al que lo intentare hacer  le escluyo, y quiero que subceda n la dicha memoria el siguiente llamado y para que se cumpla  con lo que así dispongo ,  y mando , quiero que ponga razón en la tabla de las memorias de la Yglesia Mayor  de esta ciudad, para que el colector bea y, si se cumple o no, lo qual que quiero que se guarde, cumpla y execute en la mejor bia  y forma que de derecho aya lugar ".  

Era muy frecuente por aquel tiempo tener hijos expósitos con personas que quedaban en el anonimato, este labrador tenía un hijo de nombre Juan Expósito, al que dejó en herencia, cien dudados para su herencia a cargo de su hermano Sebastián, y, si no llegara a testar, se lo diera a la persona que le había comunicado en secreto  para descargo de su conciencia.  También solía formarse la familia con esclavos, este recibía el nombre Diego de la Cruz, que obligaba a pasar de  las manos suyas a la de su hermano.

-En aquellos tiempos para afrontar gastos, no solo se valían de dinero, sino de los productos agrarios: " Item luego que yo fallezca, se le entreguen seis fanegas de trigo a Sebastián de Ynojosa, para que con ellas  pueda más bien hacer los reparos de la dicha ermita y ornamentos. 

 

Se enterró en la sepultura de la capilla de Nuestra Señora de la iglesia del convento del Rosario. Solían ser devotos de varias cofradías que le acompañaban en su entierro con pendones y cera (en este caso, la del Dulce Nombre de Jesús, de Nuestra Señora del Rosario, y de las Benditas Ánimas del Purgatorio, el de San Pedro). Es curioso que la tradición de los animeros, hermanos de esta cofradía abundaron en las aldeas y hasta el siglo XX realizaban peticiones con cantos y vestimenta especial  por esta zona.  Es curioso que, por este tiempo, se pertenezca a la cofradía de los terceros de San Francisco que solían acompañar su cuerpo vestido del hábito de San Francisco, al que se añadía la música de ministriles. No olvidaban darle una limosna a los Santos Lugares de Jerusalén y Redención de Cautivos ni la cera la Santísimo Sacramento. Y en asuntos sociales, la ayuda a las doncellas huérfanas (cuatro reales). Como persona de abolengo, era generoso a la hora de dejar pagadas misas de réquiem y quinientos por su  alma en la parroquia (un tercio) y el resto en  los tres conventos alcalaínos.