Miembro de la familia de los Alarcón, que, al igual que el resto de la nobleza castellana, vincularon todos o parte de sus bienes mediante la fórmula del mayorazgo, institución cuyas primeras manifestaciones aparecen en torno al siglo XIV y que se consolida de manera definitiva a partir de las leyes de Toro; se trata de una forma de propiedad por la cual el titular dispone de los rendimientos obtenidos de los bienes amayorazgados pero nunca de éstos J. ARANDA PÉREZ: “Nobles discretos varones que gobernáis a Toledo”. Una guía prosopográfica de los componentes del poder municipal en Toledo durante la Edad Moderna (corregiodores, dignidades y regidores”, recoge sus antepasados en el expediente genealógico de su padre Fernando, para ingresar en la Orden de Santiago se declara: “Don Hernando de Alarcón es hijo de Don Diego Fernando de Alarcón del consejo de su Magestad y de doña Catalina de Orozco y Covarrubias. Nació en la villa del Viso, una legua de la villa de Illescas. [...]. Sus abuelos maternos fueron el licenciado Sevastián de Orozco vecino de la ciudad de Toledo y María Valeria de Covarrubias, prima hermana del Sr. Presidente Covarruvias que aya gloria, vecina y natural de la çiudad de Toledo”. En el mismo expediente hay un certificado remitido por Hernando de Villegas, secretario del Consejo de la Inquisición, en el que envía informes genealógicos y limpieza del licenciado Juan Horozco y Covarrubias, prior y canónigo de Segovia, hermano de Catalina: “Genealogía del licenciado Juan Orozco de Cobarruvias prior y canónigo de Segobia. Padres. El Licenciado Orozco vecino de Toledo y Maria Valera de Covarruvias su mujer. Abuelos de parte de padre. Juan de Orozco vecino de Toledo a la parrochia de san Lorenço y María de Soto su muger. 680 de Alarcón y Horozco, Francisco, Diego, Sebastián, Luis, Felipe, Ana y Lucía. Diego, Sebastián, Luis y Felipe murieron de corta edad y Ana y Lucía, también murieron “sin llegar a tomar estado” . Don Fernando de Alarcón y Horozco, caballero de la Orden de Santiago, el tercer señor de Valera de Arriba y segundo de las demás villas, también fue el heredero de los bienes vinculados en el mayorazgo que tenía la familia en Valera y Palomares del Campo144 . Fueron abuelos de parte de madre. Marcos de Covarruvias, hermano de Alonso de Covarruvias padre del Presidente del Consejo Real y Hacienda y María de Valera su primera mujer natural de Albarraçin en Aragón. Visabuelo de Padre. En el testamento que el 7 de junio de 1622 hizo su madre doña Catalina de Covarrubias , ésta declaración: “Yo doña Catalina de Cobarrubias y Leiva, viuda de don Diego Fernando Ruiz de Alarcon, mi señor y marido, que sancta gloria aya que fue del consejo supremo de su magestad y señor de las villas de Sancta María del Campo, Valera de Arriva, Poveda, Pasarilla y La Torre de que soy señora estando enferma en la cama y en mi juicio y entendimiento natural conociendo lo que beo y entiendo lo que me dizen [...]. Declaro por mis hijos ligítimos y de el dicho Don Diego Fernando Ruiz de Alarcón mi señor al dicho don Fernando Ruiz de Alarcón cauallero de la dicha orden de Santiago y al dicho don Francisco de Alarcón Maestrescuela dignidad y canónigo de la Sancta Iglesia de Cuenca y no hago ynstitucion de herencia en ellos ni en ninguno dellos porque el dicho don Francisco tiene e ha renunciación de sus legítimos a favor del mayorazgo yrebocable que su Padre y yo fundamos de todos nros bienes[...]. Declaro por primer sucesor al dicho do Fernando mi hijo mayor y del dicho Don Diego mi señor que en la ynstitución dél está nombrado en primer lugar y Ratifico y apruebo el consentimiento que Juntamente con el dicho Don Diego mi señor Hize...” (A.H.P.MA., Protocolos, leg. 2326, fº 842r.-843v.). 681 En 1592 obtuvo el oficio de regidor perpetuo en la ciudad de Toledo, por renuncia de su padre, don Diego; la mantuvo hasta 1596 cuando hizo la renuncia (venta del oficio) en favor de Manuel Pantoja Montero Alpuche145 . Don Francisco de Alarcón y Horozco, el otro hijo, llegó a ser inquisidor en Barcelona y Valencia, obispo de Ciudad Rodrigo (1638), de Salamanca (1646), de Pamplona (1648) y de Córdoba (1657) . Fernando de Alarcón y Horozco, solicitó en 1603 el hábito de la Orden de Santiago; se le negaría en 1604 por fallar la comisión “no concurrir en el dicho don Fernando de Alarcón las calidades necesarias para tener el avito de Santiago”, para serle concedida cuatro años más tarde a instancias del rey; el 20 de octubre de 1608, el Consejo de Órdenes aprueba la petición de ingreso de don Fernando de Alarcón, pero juzga necesrio “pedir una dispensación a su sanctidad sobre las bastardías de padre y de agüelo del dicho don Fernando”, pues ambos eran bastardos; el abuelo Fernando de Alarcón, hijo del famoso capitán don Hernando de Alarcón, nació como fruto de los amoríos clandestinos de éste con la reina Juana de Nápoles; el padre, don Diego Fernando de Alarcón, nació como fruto de las relaciones entre don Fernando, Bailío de Lora, y Mayor de Ugena y Rojas. Don Fernando, como miembro de la Orden de San Juan tenía exigencia de celibato, por lo que no estuvo casa. En el expediente para obtener hábito de Santiago un hijo de don Diego Fernando, se dice que don Diego Fernando de Alarcón era hijo de Fernando de Alarcón, comendador de la villa de Viso y Bailío de Lora, natural de Palomares del Campo, y de Mayor de Ugena, vecina y natural de la villa del Viso y de Illescas. Uno de los 25 testigos de Toledo afirma: “La dificultad que en la dicha información hallamos es que don diego de alarcón no es legítimo, por que es hijo de don fernando de alarcón, cavallero de hábito de san Joan, baylio de Lora, y también lo es (cierto), que el dho don fernando de alarcón, baylio tampoco fue legítimo” (A.H.N., OO.MM., Santiago, Expediente 192). Aunque había nacido en Viso, se consideraba natural de Palomares del Campo; Palomares fue su patria como la de su abuelo Hernando de Alarcón, y la de su padre, don Fernando de Alarcón. Hijo de Fernán Ruiz de Alarcón y María Orosco. Era caballero de la Orden de Alcántara, se casó con doña Gerónima Menénez Valdés, hija de Juan Menéndez y Juana de Eraso.
Don Fernando de Alarcón y Horozco se casó con Ana de Zúñiga; del matrimonio nacieron el corregidor don Fernando de Alarcón y Zúñiga, caballero de la Orden de Álcantara y heredero del mayorazgo de su padre y dos hijas Juana y María. Contrajo segundas nupcias con doña Magdalena de Miñano y del matrimonio nació don Diego de Alarcón y Miñano, caballero de la Orden de Santiago. Don Diego de Alarcón y Miñano se casó con su sobrina, doña Catalina de Covarrubias, vecina de Tarancón, y del matrimonio nació don Francisco de Alarcón y Covarrubias, caballero de la Orden de Santiago.
Fue corregidor de Segovia en años posteriores. En 1646, se llevó a cabo el
arrendamiento de nuevo de dichas tierras
y se contribuyócon un nuevo donativo de 37.000 reales. El corregidor Gregorio
Antonio de Chaves y los regidores iniciaron el rompimiento y el arrendamiento
de tierras sin permiso ni provisión real. Se anularon las medidas y se
impusieron penas a los gobernantes. Ante la protesta de los compradores de
tierras, todos ellos vecinos de Alcalá y Castillo ( Juan Ramírez de Tejada,,
don Pedro de Aranda Figueroa, don Pedro Garcés de Acosta, don Francisco de
Herrera Valenzuela, don Pedro Diaz de Arce, Juan Fernandez Clavijo, Alonso
García de Baena, Benito de Ortega, Jacinto López de Cortes, Pedro LLorente,
Juan García ee Vilches, Melchor García de Vilches,, el licenciado Juan Ruiz
Hidalgo, don Alonso de Moya, María de Alvarez de Huelte, viuda de Juan de
Santiago, Alejo Sánchez, Francisco Romati, y Martín de Molina), se inciciaron
varios litigios que culminaran en 1650 cuando
el comisionado real don Pablo Méndez Salazar, volvió a anular la venta
de los terrenos adquiridos en el año 1635 y se pagaron los desembolsos de los
compradores, agregaron la cantidad cobratoria del arrendamiento de las tres mil
fanegas de tierras a los arbitrios que se pagaban para la paga de todos los
censos que se habían contraido en la composición de alcabalas, donativo de los
años anteriores y la compra del Castillo de Locubín, y el nuevo donativo de
22.000 ducados, anulándose otras sentencias anteriores que impedían el uso de
las tierras. Al mismo tiempo, se sentenció que se pagara todos los dineros
invertidos por los compradores de tierras. Las tierras comunales quedaron
definitivamente para uso y pasto común del pueblo y sus frutos e ingresos
quedaron comprendidos dentro de los propios de la ciudad. Todas estas medidas
se tomaban a favor de la ganadería y previendo medidas de despoblación de la
ciudad, así como en base a los antiguos privilegios concedidos a los vecinos de
Alcalá y Castillo. La ciudad contribuyó con los veintidos mil ducados(8.254.000
maravedís) mas otros cuatro mil para los gastos de administración.
Sobre su salario , tuvo que enviara varios emisarios a Loja para su cobro.
En su tiempo, se levantaron varios procesos sobre los judíos portugueses de la familia de Domingo Luís de Almeida, al que confiscaron los bienes ( entre ellos una partida de algunas compras de paños que le había realizado el corregidor y fueron reclamados por el Tribunal del anto oificio de la Inquisición de Córdoba). En Blas Martínez de Cáceres, 21 de mayo 1647 apareece el documento de reclamación por el obispo de Córdoa, tío del corregidor ( folio 101) y la confiscacion de los bienes y reclmo del pósito a los depositados.

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En un domingo 24 de febrero de 1647, se celebró Aun uto de fe, por el Tribunal del Santo Oficio de Córdoba. Salieron 17 sentenciados, dos hechiceras; un blasfemo; uno casado dos veces; un lego de cierta religion que, sin ser sacerdote, habia celebrado; un encubridor y solicitador y factor de herejes judíos; onze judios. Celebraron este Auto en el convento de San Pablo el Real del Cordoba; dieron 20 reales, de estos, dos reales a los sacristanes, los 18 repartimos”
Entre los nombres de los reos que salieron en este auto, dejando aparte las hechiceras y otros vecinos de pueblos cordobeses, estaban los judíos: doña Leonor de Faro y Peláez, doña Beatriz Manuel, Enrique Gómez, Domingo Luis de Almeida, Ana Núñez, Rodrigo Fernández Franco, Isabel Núñez, doña Isabel de Mercado, doña María Núñez y Antonio Martín, Leonor Núñez y Diego Montesinos.
En marzo de 1645 el inquisidor Hurtado se desplazó a Alcalá la Real para realizar la visita de distrito ; en el curso de esta visita le fueron llegando denuncias de algunos vecinos contra otros de los que aseguraban la realización de prácticas judáicas. El inquisidor envió informes al Tribunal de Córdoba; algunos presuntos judíos que temían del inquisidor decidieron sobornar con ciertos regalos al Comisario del Santo Oficio de la localidad para que les fuera informando del curso de las pesquisas. El Tribunal cordobés no decidió la prisión en bloque de las personas denunciadas; la primera que entró en prisión fue doña Isabel de Mercado, el 8 de abril de 1645; al mes siguiente ingresó Enrique Gómez ; mientras tanto había huido otro de los denunciados, Domingo Luis de Almeida, pero su mujer fue detenida el 21 de mayo; nueve días después era encarcelada Leonor Núñez y el 1 de junio doña María Núñez. El 9 de junio, fracasada la huida, entraba en una celda Domingo Luis. Por último, el 23 de junio ingresaban Rodrigo Fernández Franco y su mujer Isabel Núñez. En total eran ocho los detenidos, de los que cinco, eran mujeres. Veamos algunos datos sobre estos judaizantes. Doña Isabel de Mercado, de 45 años, casada con Diego López Núñez, había nacido en Ciudad Rodrigo; según su declaración descendía de cristianos viejos e hidalgos por línea paterna y “de parte de su madre podría ser hubiese raza de christianos nuevos”; su hija, doña María Núñez, de 27 años, casada con Antonio Martín, se consideraba cristiana vieja e hidalga por parte de su madre; había nacido también en Ciudad Rodrigo. Enrique Gómez, portugués, del obispado de Lamego, mercader, poseía una tienda bien surtida en Alcalá la Real; declaró tener 69 años y descender de cristianos viejos.
Domingo Luis de Almeida, “mercader de especiería”, de 40 años, portugués, declaró que no sabía “de que calidad eran sus padres y ascendientes”. Su mujer, Ana Núñez, también de 40 años, aseguró que sus ascendientes eran cristianos viejos. Leonor Núñez, natural de Toledo, de 25 años, declaró que era “de generación de portugueses” y estaba casada con el portugués Francisco de Campos. Rodrigo Fernández Franco, portugués, de 45 años y su mujer, Isabel Núñez, de 29 años; esta última manifestó que era “de nación portuguesa, de Toledo... y que se tenía a sí y a todos los suyos por cristianos viejos”.
Los acusados por judaísmo en Alcalá la Real, portugueses o descendientes de éstos, no se decidieron en su totalidad por declararse en principio cristianos viejos; sólo Enrique Gómez y doña María Núñez dijeron que eran cristianos viejos. Doña Isabel de Mercado reconocía que por parte de su madre podría ser descendiente de conversos, pero más tarde, olvidada esa declaración, manifiesta que su padre fue quien la inició en el judaismo: “y confesó que por enseñanza de su padre avia guardado la ley de Moysen de catorce años a aquella parte”; Domingo Luis desconocía la calidad de sus ascendientes y los demás venían a ocultar su condición conversa manifestando ser portugueses, a conciencia sin duda de que existía un convencimiento por parte de los inquisidores de que un gran número de portugueses descendían de conversos. Respecto de la rutinaria pregunta si sabían o presumían la causa de la prisión era normal una respuesta tajante, que la desconocían; sólo vemos dos casos en este grupo, uno el de Isabel de Mercado que declaró que “presumía le avian levantado algún testimonio, refirió algunas cosas y enemistades” y Ana Núñez que en la tercera audiencia ya dijo que “una mujer portuguesa (le había enseñado) unas zeremonias de enzender un candil los viernes en la noche y cada semana ayunar un día de sol a sol y otras cosas de la observanzia de la Ley y que avía hecho otras zeremonias creyendo salvarse en ellas”. Después de las tres audiencias, aproximadamente un mes máacusados varones para comprobar si estaban circuncidados. En los casos del grupo de Alcalá la Real ninguno era circunciso; con frases similares se expresa el reconocimiento y así en la de Rodrigo Fernández se dice “y en 9 de agosto se hiço la inspection por los medicos y declararon no hallar en el miembro viril señal ni zicatriz alguna”. El fiscal fue presentando la acusación a los judaizantes de Alcalá la Real y tras la negativa de todos ellos, a excepción de doña Isabel de Mercado que después de la tercera audiencia pidió otra y confesó en ella algunas prácticas judáicas, se les permitió designar abogado. En los procesos de los alcalaínos, que duraron el que más 22 meses y el que menos 19, los letrados tuvieron contadas intervenciones ; lo normal fueron cinco actos en los que el defensor de un modo u otro actúa. Son excepción los procesos de Rodrigo Fernández en que el abogado interviene ocho veces y de Ana Núñez en que el letrado actúa tan sólo en cuatro ocasiones. En la quinta audiencia se presentaba al acusado los testimonios que habían dado lugar a la prisión y proceso; los judaizantes de Alcalá menos Isabel de Mercado niegan rotundamente todos los cargos respecto de judaismo y Enrique Gómez acepta uno relacionado con su presunta huida que él enmascara con que preparaba establecerse en Madrid o Sevilla. Tras la sexta audiencia empieza en realidad la defensa de los acusados ; el ritmo de actuación difiere de uno a otro de los inculpados, pero las formalidades son las mismas en todos ellos; el abogado aconseja que confiesen y tan sólo doña Isabel de Mercado lo hizo ratificando lo que ya había declarado voluntariamente antes de la cuarta audiencia pero en esta ocasión amplió sus declaraciones en un momento de la audiencia en que se había salido su abogado de la sala; cuando éste regresó doña Isabel le comunicó a su defensor lo que había declarado en contra de otros judaizantes. Los presos alcalaínos fueron recibiendo papel para apuntamientos o sea para escribir en él todo lo que pudiera servir a su defensa; normalmente era una lista de aquellas personas que por enemigas podrían haber declarado en contra; estos apuntamientos eran las bases de la defensa, porque tachando testigos en los alegatos e interrogatorios podrían desarmar a los acusadores. No parece que dieran resultado los apuntamientos de los judaizantes de Alcalá la Real. A fines de mayo de 1646 terminaban las defensas en cada uno de los procesos a excepción de los de Domingo Luis de Almeida, Rodrigo Fernández y su esposa que continuaron en el mes de junio.
Los inquisidores se habían percatado que estos judaizantes estaban íntimamente ligados y que de Enrique Gómez se podía esperar las denuncias de sus compañeros de cautiverio y decidieron dar tormento a estos acusados; sólo se libra de él Domingo Luis de Almaida y no sabemos ni deducimos por qué; la locura que simuló el 17 de octubre en una audiencia, en presencia de su letrado, manifestando que “era un gran señor y heredero” no le dió resultado, pero en esa fecha otros habían sido ya atormentados.
La primera en sufrir tormento “ad adbitrium” fue doña María Núñez el 2 de junio de 1646 y se mantuvo negativa; no se consideró aquel tormento completo porque el 11 de julio “se continuo” por haber estado enferma y persistió en su negativa49. El segundo fue Enrique Gómez que alegó hernia para evitar el tormento lo que implicó un reconocimiento médico que diagnosticó la hernia si bien manifestaron los facultativos que no era obstáculo para que sufriese tormento siempre que “no tocasen en aquella parte”. Padeció el tormento el 24 de julio y confesó que había practicado el judaísmo desde los 13 años; dió nombres de otros judaizantes y al día siguiente se ratificó de todo ello, pero el fiscal, que consideraba a éste como el más destacado del grupo, “presentó alegato pidiendo repetición de tormento”. De momento no se aceptó la apelación del fiscal, tras consulta de fe se dictó sentencia: reconciliación, abjuración, sambenito y cárcel perpetua y confiscación de bienes. La sentencia fue comunicada al fiscal que de nuevo apela “por no estar suficientemente atormentado y diminuto”. Ante esto el caso se remite a la Suprema y mientras ésta resuelve los inquisidores deciden suspender otras cinco causas, y continuar sólo las de Ana Núñez e Isabel de Mercado. Ana Núñez sufrió tormento en agosto y en él confesó prácticas judaicas dando nombres de cómplices. Tres días después, el 20 de agosto, una vez ratificada y celebrada la consulta de fe de los inquisidores la condenaron a reconciliación, abjuración, sambenito y cárcel por un año y confiscación de bienes. A doña Isabel de Mercado, también en agosto, se dió tormento; se llega “hasta ponerle la cincha” y se mantuvo en su confesión anterior pero dió más nombres de judaizantes. El 22 de agosto fue condenada a reconciliación, abjuración, sambenito y cárcel por un año con confiscación de bienes. Ana Núñez e Isabel de Mercado continuaban en las cárceles secretas en espera de auto de fe, pero la segunda se puso gravemente enferma y fue reconciliada en la cárcel, abjuró de sus creencias y confesó; días después se repuso de la enfermedad. La Suprema decidió que fuese de nuevo atormentado Enrique Gómez tanto “ad adbitrium” como “in caput alienum”, pero que el tormento fuese moderado; lo sufrió el 5 de octubre y en esta ocasión el fiscal quedó satisfecho, pues no sólo confiesa sus ritos judáicos, sino que también da nombres de otros judaizantes. A partir de este momento y debido a los nombres que da Enrique Gómez reciben tormento Isabel Núñez (7 de noviembre), Rodrigo Fernández (1 de diciembre) y Ana Núñez (17 de diciembre), esta última por segunda vez. Sabemos que el Tribunal de la Inquisición de Córdoba tenía cierta especialización en la tortura; en este año de 1646 en que fueron sometidos a tormento los judaizantes de Alcalá la Real la Suprema pidió a los Inquisidores de Córdoba “información del uso de la garrucha y la silla y una descripción de la trampa y el trampazo que el Tribunal empleaba con una valoración de su severidad”; respondieron que se habían abandonado muchos sistemas y los que entonces se empleaban eran “la vuelta de trampa, la mancuerda y tender al acusado en el potro”. También empleaba el Tribunal de Córdoba la cincha que era la preparación para mayores torturas ; era un cinturón con el que el reo era balanceado con giros diversos. Los inquisidores consideraron de nuevo abiertas las causas ya sentenciadas, pues en los testimonios de los torturados hay acusaciones para aquellas que habían visto sus causas conclusas y esperaban el auto de fe. Se procede con todos a nuevas publicaciones de testigos y a las correspondientes negativas de los reos. Desgraciadamente para los presos alcalaínos se habían ido acusando mutuamente en el tormento y los inquisidores resolvieron tras las consultas respectivas de fe dando las siguientes sentencias: reconciliación, abjuración y confiscación de bienes para todos, sambenito y cárcel perpetua para Enrique Gómez, Leonor Núñez, Rodrigo Fernández Franco, Isabel Núñez y Ana Núñez, mientras que doña Isabel de Mercado, doña María Núñez y Domingo Luis de Almeida se les impone sambenito y cárcel por dos años. Es de señalar que a Ana Núñez condenada en un principio a un año pasó en la segunda sentencia a cárcel perpetua y a doña Isabel de Mercado en su segunda sentencia se le dobló el tiempo de sambenito y cárcel.
En enero de 1659, todavía rezumó el asunto de los judíos, e Isabel le reclamaba los dineros de los bienes secuestrados en maravedíes en el secreto de la confiscación. Y aludían en concreto a Domingo Almeida, arriero portugés, Francisco de Campos, el tendero y mercader Enrique Gómez, y, sobre todo doña Isabel de Mercado. Algo similar le aconteció a don Fernando de Hurtado y Aranda, qiue apeló a la Santa Inquisión de Madrid reclamando 450 reales en objetos de plata.
ARBITRIOS DE ACALÁ LA REAL EN SU TIEMPO
Los Alarcón que son señores de Valera de Arriba y señores de Santa María del Campo, Poveda de la Obispalía, Pajarilla y La Torre , primos de los Alarcón que son señores de Palomares del Campo, antes de Huete . Primos los de Valera y los de Palomares de los Alarcón del marquesado de Valle Siciliana, Italia.
Tendrá el linaje Alarcón en la Manchuela de Cuenca los señoríos de Valverde de Júcar, Talayuelas, Veguillas de las Truchas, Ontecillas y Mezquitas, de Valera de Arriba con Santa María del Campo Rus, Poveda de la Obispalía, Pajarilla y La Torre. Estos Alarcón de Valera de Arriba con heredamientos en Palomares del Campo serán señores de esta Villa, se avecinan en Tarancón y son los Alarcón que son marqueses de Valle Siciliana y Renda. Primos de los condes de Valverde y Siruela y de los Alarcón Toledo que son señores de Buenache de Alarcón. Son los Alarcón también señores de Albadalejo del Quende y de Piqueras del Castillo. El señorío de Valverde de Júcar, luego condado, tenia los pueblos de Talayuelas, Veguillas, Mezquitas, Hontecillas, Albadalejo del Quende y Zafra de Záncara. Luego condes de Valverde y por matrimonio con sus parientes también de Siruela. Su residencia en Cuenca ahora es el Seminario. También tenían casa en Tarancón. Una rama de estos Alarcón, alcaides de Alarcón, son también marqueses de Valle Siciliana y señores de Palomares del Campo.
Hermano de Lope Ruiz de Alarcón y Carrillo, quinto señor de Valverde, es Hernán, segundo hijo de sus padres, de quien vienen los señores de Valera de Arriba y los marqueses de Valle Siciliana con heredamientos en Palomares del Campo. De ellos se habla igualmente en este apartado. Diego Ruiz de Alarcón, hijo legitimo de Fernán Ruiz de Alarcón y de su mujer doña Francisca de Salazar, anduvo en las guerras en servicio de los Reyes don Juan el II y don Enrique IV. Casó dos veces. La primera, con doña Isabel, de quien, y de su apellido no hay otra noticia. Tuvieron por hijo a Diego Ruiz de Alarcón que casó en Carrión de los Condes con doña María de Berrio de quien descienden los Alarcones que viven en Carrión. Viudo Diego Ruiz de Alarcón de su primera mujer doña Isabel, casó segunda vez en Palomares del Campo con doña Isabel de Llanes y Santoyo, hija de Rodrigo de Llanes y Noriega el viejo y de su mujer doña María de Santoyo. Padres del primer marques de Valle Siciliana en Italia. Fernán Ruiz de Alarcón es el segundo de los ocho hijos varones que tienen los cuartos señores de Valverde de Júcar. El hermano de estos, séptimo hijo de sus padres, llamado Alfonso- Mosén Alfonso- también recibe heredamientos en Palomares del Campo, en Villar del Horno y en Canalejas-del que descienden los Alarcones de Canalejas en Tierra de Huete. Hermana de estos es Catalina de Alarcón, señora de Torralba- Dehesa de El Cañavate- que puede ser la que casa con quien sería su pariente Rodrigo Pacheco de Avilés. Su nieta y de su mismo nombre casa con el cuarto señor de Buenache. Pedro Ruiz de Alarcón Peralta, y Toledo por su abuela paterna de los Toledo de Cervera, cuarto señor de Buenache de Alarcón y primer alcaide de la fortaleza de Ves, Albacete, en 1518, casa con su prima tercera Catalina Pacheco de Avilés Alarcón, nieta de Catalina de Alarcón, hermana del quinto señor de Valverde. Catalina Pacheco de Avilés Alarcón es hija de Diego Pacheco Alarcón, alcaide de Belmonte, que casa con María del Castillo, hermana de la segunda señora de Cervera. Un primo hermano del cuarto señor de Buenache casa también con una Alarcón, con una prima en segundo con tercer grado que es hija de los quintos señores de Valverde. Catalina de Alarcón, señora de Torralba e hija de los cuartos señores de Valverde, seria pariente de su marido Rodrigo Pacheco de Avilés, señor de Minaya desde 1444, porque Teresa Rodríguez de Avilés, hermana de Rodrigo y cuñada de Catalina casa con Alonso Yáñez Fajardo, primer adelantado de Murcia, siendo este primo tercero del primer señor de Valverde.
Los Alarcones de Valera de Arriba y Palomares del Campo vienen del segundo de los ocho hijos varones que tienen los cuartos señores de Valverde. La cuarta señora de Valverde es una Carrillo de los señores de Priego. Santa María del Campo era antes de los Castillo que son descendientes de Pedro González del Castillo y de su mujer Beatriz Portocarrero que emparentan por varón con los Alarcón y por mujer con los señores de Amaya, luego vizcondes, que son de la Casa de los marqueses de Albaida, primos de los señores y condes de Cervera. Santa María del Campo Rus es comprada a la Corona en 1608 por Diego Fernández Ruiz de Alarcón. La Corona la había cambiado por Fermoselle a Antonio del Castillo, bisnieto de Pedro González del Castillo, primer señor de Santa María del Campo.
A fines del siglo XIV, Martín Ruiz de Alarcón y Ruiz de Castilblanque, cuarto señor de Valverde, señor de Talayuelas y segundo señor de las Veguillas de los Alarcón, casa con quien sería su pariente por los Albornoz María Carrillo de Albornoz. Pero parece que su mujer es María Alfonso Carrillo de los señores de Priego, Cuenca, hermana de Pedro Carrillo de Huete, señor de Priego y padre de la primera condesa de Priego. Pedro Carrillo de Huete llama en una escritura de 1438 a la sucesión en su mayorazgo a su sobrino Lope de Alarcón, hijo de su hermana María, y a sus descendientes. Se conservan los testamentos de Martín y su mujer de fecha respectivamente de 8 de mayo de 1428 y de 8 de diciembre 1451. Padres de ocho hijos y tres hijas. Es su segundo hijo Hernán Lope de Alarcón-Hernando Ruíz de Alarcón Carrillo-.
Hernando Ruiz de Alarcón Carrillo hereda a sus padres los cuartos señores de Valverde en Valera de Arriba y en Palomares de Campo[1]. De Hernando vienen los marqueses de Valle Siciliana y Renda. Hernando Ruiz de Alarcón Carrillo casa con Francisca Salazar. Padres de Diego de Alarcón que casa con su pariente por el Alarcón Santoyo en Palomares del Campo de nombre Isabel Llanes Santoyo, hija de Rodrigo de Llanes y de María Santoyo con propiedades en Palomares del Campo. Gil Ruiz de Alarcón, quinto hijo de los terceros señores de Valverde de Júcar, había casado con Blanca Santoyo. Con sucesión que emparenta con sus primos los señores de Minaya, luego condes de Fontanar en Valladolid, y con los Mexia de Granada que también emparentan con los Toledo de Guadalajara.
Diego de Alarcón y su mujer Isabel Llanes son padres de Hernando de Alarcón[2] que casa con Constanza de Lizón y tiene amores con doña Juana de Nápoles, viuda del rey Fernando II de Nápoles. Hernando de Alarcón es el primer marqués de Valle Siciliana y Renda[3]. De su matrimonio con Constanza de Lizón tuvo una hija, Isabel de Alarcón y Lizón, segunda marquesa de Valle Siciliana que casa con un Mendoza de la Casa del infantado, nieto del segundo duque de Infantado, con sucesión en Italia en los Caracciolo[4]. Con los Mendoza del Infantado emparenta también la descendencia de Pedo Núñez de Toledo, Mayorazgo en Madrid del Contador y de su segunda mujer. De los amores en Italia de Hernando Ruiz de Alarcón y Carrillo con Juana de Aragón, viuda de Fernando II de Nápoles y sobrina de Fernando el Católico, nacieron dos hijos, Alonso, que murió niño y Fernando de Alarcón que fue el primer señor de Valera de Arriba[5]. Fernando de Alarcón fundó Mayorazgo en la villa de Valera agregando la hacienda de Palomares del Campo, que había sido de su padre[6].
Diego de Alarcón que casa con Isabel Llanes es padre con una primera mujer de nombre desconocido de Diego Ruiz de Alarcón que casa con María Berrio, de los que vienen los Alarcones de Carrión en Palencia. De Diego Ruiz de Alarcón y de María Berrio encontramos como hija a Ana de Alarcón que casa con Antonio Velasco, segundo señor de Salinas, Palencia. Padres de Luis de Velasco, virrey del Perú. Luis de Velasco fue tercer señor de Salinas y el segundo virrey de Nueva España, entre 1550 y 1564, tras haber sido virrey de Navarra entre 1547 y 1549. Su hijo Luis de Velasco y Castilla, marqués de Salinas, también fue virrey de Nueva España y de Perú. Encontramos también en la genealogía de los señores de Buenache y marqueses de Palacios que, Diego Ruiz de Alarcón y Toledo, tercer señor de Buenache de Alarcón, tiene una hermana llamada Ana de Alarcón que casa con Antonio de Velasco señor de Salinas del río Pisuerga y de las casas de Carrión, de los condestables de Castilla. Una hija de este matrimonio llamada Antonia de Velasco casa con un hijo del caballero de Olmedo el que inspira la obra de Lope de Vega, y es hermana del segundo virrey de Nueva España. La Ana de Alarcón que casa con el segundo señor de Salinas podemos encontrar también que es de los Alarcón que son señores de Almodóvar del Pinar, de lo que se escribirá y parece más cierto, y también como hermana del cuarto señor de Buenache, de lo que ya se ha escrito.
Fernando de Alarcón, primer señor de Valera de Arriba, tuvo dos hijos naturales llamados Diego de Alarcón y Fernando de Alarcón. Diego de Alarcón, segundo señor de Valera, heredó el mayorazgo que había fundado su padre y fue también señor de la villa de Santa María del Campo desde 1608 por compra a la Corona y que antes fue de los González del Castillo, también señor de Poveda de la Obispalía, La Torre en Moncalvillo de Huete y Pajarilla, cerca de Poveda de la Obispalía. Había comprado en 1563 las alcabalas de Valera de Arriba. Diego de Alarcón casa con Catalina de Orozco y Covarrubias, nieta materna de Marcos de Covarrubias que es hermano de Alonso de Covarrubias, Presidente del Consejo Real y Hacienda. Catalina es hermana del lexicógrafo Sebastián de Covarrubias. Catalina de Orozco y Covarrubias, segunda señora de Valera de Arriba por su matrimonio, es hermana del lexicógrafo de la lengua castellana Sebastián de Covarrubias Sebastián de Covarrubias y su cuñado Diego Ruiz de Alarcón tuvieron buenas relaciones como se desprende del Testamento de Sebastián de Covarrubias en el que nombra patrón de la capilla que funda en la Catedral de Cuenca a su cuñado don Diego Fernando Ruiz de Alarcón, del Consejo Supremo de Su Majestad, señor de las villas de Santa María del Campo, Valera de Suso y Poveda de la Obispalía, marido de su hermana doña Catalina de Covarrubias, y luego a su hijo Fernando Ruiz de Alarcón, caballero de Santiago, y a los sucesores de su mayorazgo. Agrega al mayorazgo de su sobrino Fernando Ruiz de Alarcón, hijo de Diego, las casas principales con otras posesiones que tenía en la ciudad de Cuenca. Sebastián de Covarrubias, cuñado de Diego de Alarcón, en su famosa obra Tesoro de la Lengua Castellana cuando llega al término de Valera define: Es señor de esta villa don Diego Fernando de Alarcón, del Consejo Supremo de su Majestad y cuñado mío, casado con Catalina de Covarrubias Orozco, mi hermana. Es hermano de estos Juan Orozco y Covarrubias, prior y canónigo de Segovia. Los tres hijos del Licenciado Orozco vecino de Toledo y María Valera de Covarrubias su, mujer.
Los segundos señores de Valera de Arriba, Diego de Alarcón y Catalina de Orozco y Covarrubias, son padres de ocho hijos llamados Fernando, Francisco, Diego, Sebastián, Luis, Felipe, Ana y Lucía. De los que solo sobreviven los dos mayores, Fernando y Francisco. Fernando de Alarcón y Orozco, tercer señor de Valera de Arriba y segundo de las demás villas con los mayorazgos de Valera de Arriba y Palomares del Campo. Fernando de Alarcón y Orozco, nacido en Palomares, caballero de la orden de Santiago, tercer señor de Valera de Arriba. Casa con Ana Niño de Zúñiga, hija de Fernando Niño, señor del mayorazgo de Mazarambroz en Toledo y de Juana Osorio de Silva, hija de Alonso Carrillo, señor de Totanès en Murcia, primo de los condes de Priego por su apellido Carrillo, y de Beatriz Osorio de Silva-hermana de Diego Ororio de Silva-.
Ana Niño de Zúñiga es nieta paterna de Juan Niño, señor de la Casa de Mazarambroz, y de Isabel de Zúñiga, hija de los señores de Montalbo- hija de Estaban Coello, quinto señor de Montalbo, El Hito y Villar de Cañas, y de María de Zúñiga, vecinos de Huete.
También
Fernando de Alarcón y Orozco, tercer señor de Valera de Arriba y segundo de las demás villas con los mayorazgos de Valera de Arriba y Palomares del Campo. Nace en Palomares del Campo y será caballero de la orden de Santiago. Casa con Ana Niño de Zúñiga, hija de Fernando Niño, señor del mayorazgo de Mazarambroz en Toledo y de Juana Osorio de Silva, hija de Juan de Toledo y Silva y de Isabel Osorio de la Fuente, nieta materna de Diego Osorio de Silva y de su segunda mujer Isabel de la Fuente. Fernando Niño, señor de Mazarambroz, es hijo de Juan Niño Zapata, caballero de Santiago en 1532, y de Isabel de Zúñiga que es hija de los quintos señores de Montalbo.
Lope Osorio, hermano de Juan Osorio que es el cuarto abuelo de Ana Niño de Zúñiga-señora de Valera de Arriba por su matrimonio- casa con doña Inés de Rojas (hija de Alonso de Cáceres Escobar, Caballero de Santiago, y de doña Marina de Rojas, ascendientes de los Condes de Mora). Procrearon a Juana, mujer de Fernán Carrillo de Totanes, con sucesión, y Marina Osorio. Fernán Carrillo de Totanes es pariente de Alonso Carrillo que podemos encontrar como abuelo materno de Ana Niño de Zúñiga.
Osorios de Ocaña
I. Dicho Lope Alvarez Osorio efectuó su matrimonio con doña Constanza de Cárdenas (hermana de García López de Cárdenas, Comendador Mayor de León y progenitor de los Condes de la Puebla del Maestre), naciendo de ese enlace 1.º Alonso Osorio de Cárdenas, Capitán de la Guardia del Príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos. 2.º García Osorio, Comendador de la Alameda y Villanueva y Trece de la Orden de Santiago, marido de doña María de Perea, según consta del testamento de esta señora otorgado en la villa de Ocaña el 18 de Junio de 1499 y del que su esposo otorgó el 14 de Diciembre de 1502 en la misma villa. Fueron padres de a) García Osorio, Comendador de la Alameda, casado con doña Elvira de Guzmán, de la que no tuvo hijos. Fuera de matrimonio procreó a Juan Osorio. 3.º Juan Osorio de Cárdenas, que sigue. 4.º Lope Osorio, que casó con doña Inés de Rojas (hija de Alonso de Cáceres Escobar, Caballero de Santiago, y de doña Marina de Rojas, ascendientes de los Condes de Mora). Procrearon a Juana, mujer de Fernán Carrillo de Totanes, con sucesión, y Marina Osorio. 5.º Aldara Osorio, esposa de Mosén Diego de Villegas, Comendador de Alhambra, y 6.º Beatriz Osario. II. Juan Osario de Cárdenas casó con doña Aldonza de Saavedra, de la que tuvo estos hijos: 1.º Lope Alvarez Osorio de Saavedra, que sigue, y 2.º Pedro Osorio de Saavedra, del que volveremos a hablar. III. Lope Alvarez Osorio de Saavedra finé Caballero de Santiago y contrajo matrimonio con doña Isabel de Guzmán, naciendo de esta unión IV. Juan Osorio de Guzmán, también Caballero de Santiago y marido de doña Elvira de Silva, de la que tuvo a V. Diego Osorio de Silva, que ingresó en la misma Orden y casó dos veces : la primera, con doña Magdalena de Vargas, y la segunda, con doña Isabel de la Fuente. Del primer matrimonio nació 1.º Elvira Osorio de Vargas, que poseía el mayorazgo de su casa en Ocaña en el año de 1618. Del segundo matrimonio fué hija 2.º Isabel Osorio de la Fuente, mujer de Juan de Toledo y Silva, y ambos padre de Juana Osorio y Silva. I. Pedro Osorio de Saavedra (hijo segundo de Juan Osorio de Cárdenas y de doña Aldonza de Saavedra, citados en el párrafo II de la anterior filiación), fué Caballero de la Orden de Santiago y Señor de la Baronía de Luculo, en el reino de Nápoles. Casó con doña Leonor de Nicuesa y Mendoza, y tuvieron estos hijos: 1.º Lope Osorio de Nicuesa, que sigue. 2.º Juana Osorio, casada con Francisco Zapata, vecino de Madrid y Caballero de Santiago, y 3.º Teresa Osorio, que casó en Baeza (Jaén) con Diego Vázquez de Acuña, Alférez Mayor de aquella ciudad, del que tuvo muchos hijos, entre ellos Pedro de Acuña Osorio, que sucedió en la casa, oficio y mayorazgo. II. Lope Osorio de Nicuesa fué Señor de la Baronía de Luculo y Capitán de la escota de Felipe II. Casó con doña Catalina de Céspedes, a la que hizo madre de 1.º Ginés Osorio de Céspedes, que sucedió en el mayorazgo, y 2.º Gabriela Osorio de Céspedes, que vivió en Ocaña casada con Pedro Bravo de Medrano, del que tuvo a García Bravo de Medrano Osorio, marido de doña Mariana Ortiz de Matienzo.
Fernando de Alarcón y Orozco, tercer señor de Valera de Arriba, y Ana Niño de Zúñiga de los señores de Montalbo son padres de Fernando de Alarcón y Zúñiga, cuarto señor de Valera de Arriba, que casa dos veces. Fernando de Alarcón y Orozco fuera del matrimonio es padre de Diego de Alarcón el primer señor de Palomares del Campo. Fernando de Alarcón y Zúñiga es el cuarto señor de Valera de Arriba. Hereda por su madre el mayorazgo de Mazarambroz. Casa con Jerónima Meléndez Valdés[16] y de ellos nació Juana de Alarcón, quinta señora de Valera, casa con el tercer conde de Javier y Barón de Garro y marqués de Cortes. Títulos que recaen en los Idiáquez que son duques de Granada de Ega y después en los Azlor de Aragón, duques de Villahermosa. Los duques de Villahermosa son ahora de apellido Urzaiz. Juana de Alarcón, quinta señora de Valera, iba a casar con su primo hermano Gaspar Ibáñez, hijo de Juana de Alarcón y de Francisco Ibáñez de Segovia. Juana de Alarcón es hermana del cuarto señor de Valera de Arriba. Gaspar Ibáñez capitulado de casar con Juana María de Alarcón, su prima hermana, hija mayor, y heredera de Fernando de Alarcón y Niño, cuarto señor de Valera, su tío, hermano de su madre, y de Jerónima Meléndez Valdés, su primera mujer; la cual por muerte de Don Gaspar casó después con el conde de Javier, vizconde de Garro, en quien recayó la Casa de Valera de Arriba. Los Ibáñez de Segovia son primos de los duques de Granada de Ega. Francisco de Borja Idiáquez y Palafox, cuarto conde de Granada de Ega, Navarra, fue el último señor de Palomares del Campo hasta que las Cortes de Cádiz decretaron el fin del régimen señorial. Primo de los marqueses de Naharros, Cuenca, originarios de Zarauz en Guipúzcoa. Los condes de Granada de Ega son por entronque señores de Montalbo, el Hito y Villar de Cañas. XVIII señor de Montalbo, XII marqués de Cortes de Graena, Granada, IV duque de Granada de Ega, VII conde de Javier en Navarra, Vizconde de Zolina, don Francisco de Borja Idiáquez de Palafox, esposo desde 1774 de doña María Agustina de Carvajal y Lancaster, hija de los V duques de Abrantes Francisco Javier de Idiáquez y Carvajal, quien casó con doña Antonia del Corral y Arcos, a quienes sucedió su hijo. Hermana de la XVIII marquesa de Villahermosa y tía del actual duque de Villahermosa fue la VIII duquesa de Granada de Ega, señora de Valera de Arriba y Santa María del Campo a Título de Honor. María del Carmen Azlor de Aragón y Guillamas, VIII duquesa de Granada de Ega desde 1960. Muere en 1988. Casó en 1941 con Alfonso Martos y Zabalburu, Arizcun y Mazarredo, VII marqués de Casa-Tilly, fallecido en 1997. Sigue su hijo Juan Alfonso Martos y Azlor de Aragón, IX duque de Granada de Ega. Con sucesión.
Hernando de Alarcón, Hernando de Alarcón Mendoza y Llanes, Salazar y Santoyo, 1466-1540, primer marques de Valle Siciliana y Renda, tuvo su espacio reservado en la iglesia que se estaba construyendo para hacer una capilla, con su correspondiente panteón con el fin de poder trasladar sus restos mortales desde Italia a Palomares del Campo. Fundó mayorazgo sobre sus bienes en Nápoles y Palomares de Huete, hoy Palomares de Campo. Hernando de Alarcón fue el primer marqués de Valle Siciliana. Es su hijo natural Fernando de Alarcón[19], 1510-1582, primer señor de Valera de Abajo y con importantes heredades en Palomares del Campo Aunque ni el ni su padre, fueron enterrados en la capilla. Fernando fue enterrado en la iglesia parroquial de Valera de Arriba en la capilla de Nuestra Señora de la Sey. Tiene Hernando y su hijo Fernando el apellido Santoyo por su abuela materna. Apellido que corresponde al de un escribano público que aparece en repetidas ocasiones en documentos relacionados con los cuartos señores de Cervera. El testamento de 1613 del cuarto señor de Cervera se abre el 8 de abril de 1614, cuando muere el cuarto señor de Cervera. Esta dado en Cervera ante Melchor Santoyo escribano de dicha villa. El primer marques de Valle Siciliana y Renda fue hombre de Confianza del emperador Carlos V a quien este le encomendó, en varias ocasiones, la custodia de personajes tan ilustres como fueron Francisco I de Francia y el papa Clemente VII. Fue embajador de la Francia, fue dos veces Capitán General de Nápoles en una palabra fue tan diestro guerrero que varias veces le apellida Carlos Quinto, padre de la milicia; fue Caballero del Orden de Santiago, Marqués de la Valle Siciliana y Renda, cuya gracia se le hizo año de 1524, murió a los 74 años de su edad dejando honrada su patria Palomares, ilustrada su familia y gloriosa la nación Española; fue depositado en la capilla de Castilnovo de Nápoles, su muerte fue muy sentida por el emperador Carlos Quinto. Del mismo modo por Algunos de los miembros de esta oligarquía local que fueron administradores de su hacienda y mayorazgo de Palomares del Campo, como fue el caso de Cristóbal Valdés. Murió el primer marqués en el castillo de Castilnovo, jueves quince de Enero año de mil y quinientos y cuarenta, en cuya Iglesia se deposita su cuerpo. Hernando de Alarcón, primer marques de Valle Siciliana, tiene dos hermanas llamadas Leonor e Isabel. Leonor de Alarcón casa con su primo Andrés de Alarcón de los señores de Almodóvar. Tuvieron un hijo, Diego de Alarcón y Alarcón, caballero de Santiago. Leonor de Alarcón fue dama de la reina Juana en Tordesillas y su marido Andrés de Alarcón fue caballerizo de dicha reina. Isabel de Alarcón casa con Íñigo López de Mendoza Carrillo de Albornoz, de los señores de Ocentejo en Guadalajara, hijo de Álvaro Carrillo de Albornoz. Isabel vive en la villa de Palomares del Campo hasta su muerte en 1595 a los 95 años de edad. El tercer señor de Cervera a mediados del siglo XVI casa con María Carrillo de Albornoz también de los señores de Ocentejo y hermana de Íñigo López de Mendoza Carrillo de Albornoz.
De Diego de Alarcón, segundo señor de Valera de Arriba y medio sobrino por su padre de la segunda marquesa de Valle Siciliana y Renda, ya hemos dicho que casa con Catalina de Orozco y Covarrubias, natural de Tarancón. Vecinos de Tarancón. Tuvieron ocho hijos. En el testamento fechado el 7 de junio de 1622 de Catalina de Covarrubias se recoge, yo, doña Catalina de Covarrubias y Leiva viuda de don Diego Fernando Ruiz de Alarcón mi señor y marido que sancta gloria aya que fue del consejo supremo de su majestad y señor de las villas de Sancta María del Campo, Valera de Arriba, Poveda de la Obispalía, Pajarilla y La Torre de que soy señora estando enferma en la cama y en mi juicio y entendimiento natural conociendo lo que veo y entiendo lo que me dicen. Declaro por mis hijos legítimos y de el dicho Don Diego Fernando Ruiz de Alarcón mi señor al dicho don Fernando Ruiz de Alarcón caballero de la dicha orden de Santiago y al dicho don Francisco de Alarcón Maestrescuela dignidad y canónigo de la Sancta Iglesia de Cuenca y señor de Palomares en 1660. Catalina hereda a sus hermanos que mueren sin hijos. Hermano de Fernando de Alarcón, tercer señor de Valera de Arriba, es Francisco de Alarcón y Covarrubias, Valladolid, 29 de marzo de 1589 - Córdoba, 18 de mayo de 1675, maestrescuela y canónigo de la catedral de Cuenca gracias a su tío Sebastián de Covarrubias, inquisidor de Barcelona y de Valencia, y obispo sucesivamente de Ciudad Rodrigo en 1638, de Salamanca en 1646, de Pamplona en 1648 y de Córdoba en 1657. Inquisidor en Barcelona y Valencia.
En el expediente de Francisco de Alarcón y Covarrubias para obtener hábito de Santiago se recogen que son sus padres don Diego Ruiz de Alarcón caballero de la orden de Santiago y doña Catalina de Covarrubias, vecinos de la villa de Tarancón. Don Diego natural de la villa de Palomares del Campo del dicho obispado de Cuenca y doña Catalina, natural de la dicha villa de Tarancón. Son sus abuelos paternos don Fernando Ruiz de Alarcón, caballero de la Orden de Santiago y doña Magdalena de Miñano, natural de Olibarri Gamboa Provincia de Álava, junto a Vitoria. Francisco de Alarcón es citado como señor de Palomares del Campo a cuyos vecinos quiso favorecer don Francisco siendo prelado de Pamplona cuando la Real Hacienda vendió en 1654 la justicia y señorío de la villa que la tenía sobre sí, con la de su despoblado de Fuente El Pez, al marqués de Leganés don Diego Mexía de Guzmán, cubriendo los ducados que faltaban para poder ejercer el derecho de tanteo y seguir pleito, que duró hasta 1660. La familia Alarcón fue protectora y benefactora de la villa de Palomares del Campo.
La villa de Palomares del Campo, a través de su concejo, va a mantener, a lo largo del siglo XVI y XVII una relación clientelar con miembros destacados de la poderosa familia Alarcón, naturales de la villa, que están ocupando puestos importantes en la administración. Fernando Ruiz de Alarcón, primer señor de Valera de Arriba, hijo natural del primer marqués de Valle Siciliana, toma parte activa en el proceso de obtención del privilegio de villazgo, consumado el 27 de marzo 1553, por el que la villa de Palomares se eximia de la ciudad de Huete, al igual que en la compra en 1559, por parte del concejo de Palomares del Campo del término de Fuente el Pez. Cuando en la primera década del siglo XVII se construyó la torre de la nueva iglesia, en señal de reconocimiento y en su honor, se puso el escudo de los Alarcón en ella. Para un retablo de la capilla de los Alarcón en la iglesia de Palomares Juan de Mora, padre de Juan Gómez de Mora, pinta la Imposición de la casulla de San Ildefonso. También trabaja en una caja para guardar una imagen de San Miguel para su ermita en el Fuente el Pez.
La villa de Palomares del Campo en 1654 fue cedida por Felipe IV al primer marqués de Leganés en premio a sus buenos servicios. Los vecinos se resistieron a esta cesión y venta y ofrecieron tanteo y compraron la jurisdicción por 17.000 ducados, para lo cual recibieron un censo, por valor de dicha cantidad, del obispo de Alarcón y de su hermano el primer señor de Valera. La villa quedó en una situación especial, pues aunque se libró de ser señorío dependiente del marqués de Leganés, quedó como en depósito de los Alarcón y sus descendientes, hasta que “la villa le aprontase dicha cantidad, en cuya virtud hizo dicho señor donación de su derecho en un sobrino suyo llamado Don Diego de Alarcón, caballero del Orden de Santiago, vecino de la villa de Tarancón”. El 17 de diciembre de 1660 ya estaba la villa bajo el poder del obispo Francisco de Alarcón que tenía, entre otros derechos, facultad para confirmar los oficiales que la villa elegía. Derechos que cede a un sobrino suyo llamado Diego de Alarcón, hijo natural del tercer señor de Valera de Arriba. Diego de Alarcón, señor de Palomares del Campo, casa con su sobrina Catalina de Covarrubias- coincidencia de nombres con los segundos señores de Valera de Arriba que son abuelos paternos de este Diego-. Padres de Francisco de Alarcón y Covarrubias que casa con Leonor de Campaya con descendencia en Tarancón que son señores de Palomares del Campo. Valera de Arriba, Santa María del Campo, Valera de Arriba, Poveda de la Obispalía, Pajarilla y La Torre en Moncalvillo serán de los que en el siglo XVIII se titulan señores de Montalbo, el Hito y Villar de Cañas.
María Álvarez de Toledo, hija de los primeros señores de Cervera, recibe de su padre la heredad de Cañada Negrita en tierras de La Aldehuela, que fue su dote. Casa con su primo hermano Pedro Ruiz de Alarcón de los señores de Buenache de Alarcón en Cuenca y de la Tierra de Alarcón. Matrimonio sin descendencia[21]. Pedro es hijo de Mencia de Toledo, tía paterna de María Álvarez de Toledo, nacida hacia 1423 y segunda señora de Buenache de Alarcón. Pedro Ruiz de Alarcón es hermano del tercer señor de Buenache llamado Diego. Mencia de Toledo fue la primera mujer de Pedro Ruiz de Alarcón y Peralta[22], muerto en 1468, segundo señor de Buenache de Alarcón en Cuenca, de Villanueva del Río Segura y Zarramarín en Murcia, guarda y vasallo de Juan II. Padres de Pedro Ruiz de Alarcón que casa con su prima hermana María Álvarez de Toledo y de Diego Ruiz de Alarcón, tercer señor de Buenache. Son los señores de Buenache progenitores por entronque de los marqueses de Palacios- luego de los Palacios-[23]. Diego Ruiz de Alarcón y Toledo, tercer señor de Buenache de Alarcón, tiene una hermana llamada Ana de Alarcón que casa con Antonio de Velasco señor de Salinas del río Pisuerga y de las casas de Carrión, de los condestables de Castilla. Una hija de este matrimonio llamada Antonia de Velasco casa con un hijo del caballero de Olmedo el que inspira la obra de Lope de Vega, y es hermana del segundo virrey de Nueva España. A Ana de Alarcón la encontramos como una Alarcón de los que son señores de Valera de Arriba y tambien como una Alarcón de los señores de Valverde. Para ver estas genealogías se puede leer el apartado dedicado a los Alarcón y a los Toledo. Diego de Alarcón de los señores de Valverde de Júcar con heredades en Palomares del Campo por su padre y su segunda mujer es con una primera mujer de nombre desconocido padre de Diego Ruiz de Alarcón-puede que hijo natural-. Diego Ruiz de Alarcón es medio hermano del primer marqués de Valle Siciliana que es padre del primer señor de Valera de Arriba. Este Diego Ruiz de Alarcón casa María Berrio. De estos se dice que vienen los Alarcones de Carrión en Palencia. De Diego Ruiz de Alarcón y de María Berrio encontramos como hija a Ana de Alarcón que casa con Antonio Velasco, segundo señor de Salinas, Palencia. Padres de Luis de Velasco, nacido en Carrión de los Condes, virrey del Perú. Luis de Velasco fue tercer señor de Salinas y el segundo virrey de Nueva España, entre 1550 y 1564, tras haber sido virrey de Navarra entre 1547 y 1549. Su hijo Luis de Velasco y Castilla, marqués de Salinas, también fue virrey de Nueva España y también nace en Carrión de los Condes. Palencia. Luis de Velasco, segundo virrey de Nueva España, seria hermano de Antonia de Velasco que casa con un hijo del caballero de Olmedo. Sobre las posibles ascendencias de Ana de Alarcón, madre de Luis y Antonia de Velasco, encontramos amplia información en el apartado dedicado a los Alarcón como primos de lo Toledo de Cervera.
La tercera señora de Cervera es citado como María Carrillo en el pleito que Juan Ruiz de Soria[24], en nombre de Gómez Carrillo, trata con su hermana doña María Carrillo, mujer de Juan Álvarez de Toledo. Por este pleito sabemos también que Beatriz Manuel es mujer de Álvaro Carrillo de Albornoz y la madre de la tercera señora de Cervera. También citados los padres de la tercera señora de Cervera cuando su marido reclama lo que le corresponde de la herencia de sus suegros, ya muerta su mujer. Recurriendo a las relaciones genealogías que se encuentran en bibliografías de fácil consulta sabemos que Álvaro Carrillo de Albornoz y Beatriz Manuel son padres de una hija la tercera señora de Cervera, de Gómez Carrillo de Albornoz que casa con María Girón Alarcón, hija de los terceros señores de Piqueras en Cuenca[25], de Álvaro Carrillo, de Diego Carrillo que deja heredero a su hermano Gómez Carrillo de Albornoz y de Iñigo de Mendoza que casa con una Alarcón, vecinos de Palomares del Campo, de los Alarcón que son señores de Valera de Arriba, hacendados en Palomares, y hermana del primer marqués de valle Siciliana en Italia[26].
A la muerte de su padre heredó el señorío de Palomares del Campo y varios bienes por Nápoles con los que más tarde compró Valera de Arriba para formar junto al señorío heredado y los de Poveda y Santa María del Campo un rico mayorazgo para su hijo Diego, enterrado también como él, en la iglesia de la Sey, a la que dotó con varias capellanías, ornamentos, relicarios, etc. y le añadieron la torre, el artesonado de la nave del evangelio, que lleva su escudo y el altar con cerámica de Talavera. El Molino de Herraiz en Valera de Arriba formó parte de los bienes que Fernando de Alarcón destina a la dotación dotó las capellanías que fundó en la Iglesia parroquial de la Sey de Valeria en el S.XVI. El agua utilizada en el molino, antes de llegar al río, continuaba hasta mover un batán.
Lectura crítica de la literatura americana: Inventarios, invenciones y revisiones. Saúl Sosnowski, 1996. El virreinato: Orígenes y jurisdicciones, y dinámica social de los virreyes. Jorge Ignacio Rubio Mañé, 1983. Salazar y Castro Árboles de costados de gran parte de las primeras casas de estos reinos cuyos dueños vivían en 1683. Madrid, folios 176 y 189.
Marcos de Covarrubias tuvo con su segunda mujer Antonia López, a Magdalena de Covarrubias y Leiva. Nacida en Torrijos por los años de 1550 o 1555, casa aquí con Gutiérrez Gómez, jurista que en documentos posteriores aparece con título de doctor. Padres de Antonio de Covarrubias y Leiva, natural de Torrijos, de fray Juan de Covarrubias, colegial de San Gregorio de los dominicos de Valladolid, y de Antonia de Covarrubias, nacida en Pastrana. Casa con Gabriel de la Carrera, vecinos de Tarancón, padres de Antonio de la Carrera Covarrubias Leiva que casa con Úrsula de Parada Chacón, padres de Catalina Covarrubias.
Su marido Pedro Ruiz de Alarcón lo podemos encontramos como Pedro Ruiz de Alarcón González del Castillo, hermano del segundo señor de Albadalejo del Quende, casa con María Carrillo, hija de Juan Álvarez de Toledo y Leonor Coello, primeros señores de Cervera del Llano. Este matrimonio vivió en el heredamiento de Cañada Negrita dónde falleció. Pedro fue enterrado en la capilla de Santa Catalina de la iglesia parroquial de Castillo de Garcimuñoz. Padres de Pedro Ruiz de Alarcón Carrillo natural y vecino de Vara de Rey. Casa en Minaya con Leonor de Mendoza hija de Rodrigo Pacheco Avilés, señor de Minaya, y de Leonor de Mendoza, nieta del marqués de Mondejar. Padres de Pedro Ruiz de Alarcón Mendoza. Pedro tomó parte por los Reyes Católicos en tiempos de las Comunidades y fue visto varias veces en casa del Comendador del Castillo de Garcimuñoz llamado Tristán Ruiz de Molina. Murió de un tiro de artillería en la batalla del Peñón de Vélez de la Gomera en la expedición comandada por el marqués de Modéjar que partió desde Málaga en 1525. Estuvo casado con Teresa Briceño Verdugo, siendo padre de seis hijos. Su hija Ana de Alarcón Briceño fue la primera esposa de su primo Pedro Ruiz-Girón y Pacheco de Silva, noveno conde de Cifuentes, hijo de Alfonso Ruiz Girón de Alarcón, tercer señor de Albaladejo del Quende y cuarto señor de Piqueras del Castillo. Pedro Ruiz de Alarcón González del Castillo es el segundo señor de Albadalejo y casa con su prima segunda Catalina Alarcón Barba. Su descendencia la podemos leer en el aparatado donde se trata de los Alarcón y sus primos los Toledo. De Pedro Ruiz de Alarcón de Sisante a Clemente de Rus. La rama escondida de los González del Castillo. Sebastián Hernández de Luján y Juliana Toledo Algarra, 2020.
Guiomar Girón de Valencia, tercera señora de Piqueras, constituyó en 1533, y por orden de su primo el marqués de Villena, un nuevo Mayorazgo junto con su marido con sus posesiones en Albadalejo y Piqueras. Los sucesores y herederos de este Mayorazgo estarían obligados a usar los apellidos Ruiz Girón de Alarcón. Guiomar tuvo una numerosa descendencia. Entre sus hijos están María Girón de Valencia que casa con Gómez Carrillo de Albornoz, hermano de la tercera señora de Cervera, señor de Ocentejo y Valtablado en Guadalajara en la segunda mitad del siglo XVI. Beatriz que casa con Diego del Castillo el Cojo, señor de Altarejos y nieto paterno de Diego del Castillo y de Mayor Álvarez de Toledo, hermana del segundo señor de Cervera, y de Ana-Maria del Castillo- que casa con Diego Pacheco, alcaide de Belmonte. Los hijos y nietos de Diego del Castillo, primos de los señores de Cervera, siguen en el señorío de Altarejos y al frente de la alcaldía del Castillo de Alarcón. Los biznietos de Diego del Castillo y de Mayor Álvarez de Toledo no dejan hijos y el señorío de Altarejos pasa a sus primos los descendientes de Alonso del Castillo, hermano de Diego. Nacieron de Guiomar Girón de Valencia García, Fernando, y Doña María de Alarcón, cuyas líneas se ignoran. Doña Beatriz de Alarcón, que casó con Diego del Castillo, Señor de Altarejos, Alcayde de Alarcón, Doña Ana de Alarcón que casó con Diego Pacheco, Alcayde de Belmonte, Doña Aldara, Abadesa de la Concepción de Escalona, Doña Juana Priora del Monasterio de Belmonte y Alonso Ruiz Girón de Alarcón que como Primogénito fue tercer Señor de Albadalejo el Quende, y cuarto señor de Piqueras. Es el marido Doña Juana Pacheco de Silva, que estaba viuda del el año 1568 y dura su vida hasta el de 1571 que muere en Villarejo de Fuentes. Historia de la Casa de Silva. Luis Salazar y Castro.
El Seminario Conciliar fue fundado por el obispo José Flores Osorio, en 1745, aunque la gran portada barroca de la plaza de la Merced se construyó en 1748. Se construyó sobre la muralla, ocupando lo que fueron las casas y el palacio del conde de Siruela y Valverde, del siglo XVI. En la Plaza de la Merced del barrio del Alcázar sobre el río Júcar.