domingo, 31 de mayo de 2020

CAPÍTULO XVII. BAJAN A LA PLAZA.



Pasaron por el simulado adarve y bajaron por la parte donde se encuentra un antiguo arco de ladrillo, de medio cañón, y bajo su bóveda,  un estanque o remojadero, probablemete que pudo ser usado de lagar o parar emojar el bacalao de las pescaderías. Se ilustran con la Gesta de Alcalá del poema del rey Alfonso, reproducido en un panel. Y contemplan varios paneles que finalizan con una reproducción  gra´fica del siglo XVI.  Entre lombardas y compartimentos de habitaciones de casas de hidalgos y salas bajas del palacio del alcaide. El guía le entrega una copia del poema a todos los presente. 




 
Al pisar el nuevo suelo pavimentado, el guía comenzó a hablar sobre la plaza. Adujo que hubo varias reformas tras los reyes Católicos y hasta su  abandono en el siglo XVIII.
-Tras la reforma del tercer decenio del siglo XVI, la plaza sufrió una importante remodelación, porque se derribaron muchos edificios, se explanaron los solares y se enterraron el palacio de los alcaides y varias casas adosadas-aludió el guía para acercar la plaza actual siglos anteriores.
- La más importante fue el derrumbe y escopetado del Palacio de los Alcaides, ocurrido en 1529, junto a la casa del alcaide Juan de Aranda y las de Madrigal entre otras -añadió el asesor.
-. Gracias a las recientes excavaciones con motivo de las obras de reconstrucción las murallas del Gabán 201 con fondos del Ministerio de Fomento y la empresa SITE, se ha puesto al descubierto la planta primera del palacio del alcalde y se conserva elevada hasta la mitad de su primer cuerpo.
-Debió ser la plaza el punto neurálgico de la ciudad de Aben Zayde.
-Parece que fue centro comercial, venta de esclavos,  y otros productos. Pero de la importancia de la plaza alta de Alcalá la Real ,-interrumpe el guía- destaca el gran número de pleitos que se entablan entre el cabildo municipal, los propietarios de casas y solares y los comerciantes porque comienzan a trasladar sus locales e instalarse a partir de la última puerta de la fortaleza. Hay muchos momentos con litigios y pleitos en la Chancillería de Granada y ejecutorias ganadas, como 1 en 573.
 - Lo que es evidente que  el nuevo solar del palacio de los alcaides  abrió un espacio abierto y se colocaron varios corredores, con tiendas en la parte superior y en la parte baja escritorios y a veces tiendas de boticas.
-En concreto, sabemos su fecha exacta en torno al año 1529, que se levantaron algunas tiendas en la Plaza Alta. Y se mandó por los señores que se tomasen prestados de la Cámara para acabar las tiendas que son cinco de la ciudad, Hasta mediados de siglo ofrecía un espacio no uniforme, repleto de escombros y materiales de derrumbe. Descárguensele más seiscientos sesenta Mrs. que pagó a Lope Garrido, obrero de esta ciudad, para limpiar la plaça alta de esta ciudad de quitar la piedra e tierra que estava junto a la Cárcel, como mostró por libranza de esta ciudad. Su fecha a once de julio de quinientos e quarenta e tres e mostró mandamiento. Además, se ampliaron las tiendas hasta llegar al número de nueve. Al mismo tiempo se trasladaron otras tiendas artesanales como las que elaboraban el jabón dejando su venta en la plaza.
-No veías ese arranque de pilares, son de los corredores. Pues se comenzaron a aumentar el número de tiendas y se comunicaron por una escalera de ingreso a los corredores a partir de los años cuarenta.
-En 1569, hay noticia de ocho tiendas y otros tantos escritorios de escribanos que eran de propios de la ciudad en la plaza desde la torre del aposento de la justicia hasta la torre de la cárcel, unas arrimadas a otras por una fianza para las honras de don Carlos e Isabel de Portugal 1569- apuntilla el asesor-.  Dos años más tarde se aumenta el número en otra nueva tienda. Continuamente se allanaba  e, incluso se enladrillaba el suelo de la plaza.
- Detallo,  con motivo de es fiestas y acontecimientos del 9 febrero de 1572 : más ochenta e seys mil e ochocientos e setenta y dos mrs y medio que pagó e se gastaron en allanar la plaça de esta ciudad y enladrillar parte de  ella y en las que se hizieron por el buen alumbramiento de la Reina Nuestra Señora del Príncipe Nuestro Señor y en lo que se gastó en esta manera los 15.913 mrs en allanar la plaza y enladrillar parte de ella que se entraron veinte jornales de maestros picapedreros a tres reales y medio que monstra ..”
-Y ¿de las torres?¿No hablamos?
- Las torres también  eran de propios del ayuntamiento, se reutilizaron con fines comerciales. Entre ellas, destacaba la tienda del Gabán como aposento de la Justicia.
Comprobaron que, esta primera reforma, a mediados de siglo XVI la plaza pública, era una realidad con los corredores y sus nueve tiendas, el cañuto y el gabán, las casas señoriales que encerraban la plaza, el hospital de los Monteses, la iglesia y la Casas de Cabildo y sus tiendas. Hasta 1574, se comunicaba el adarve entre la plaza y la muralla del trabuquete, porque no estaba levantada la nueva Casa de la Justicia   que fue una realidad por los años setenta. Sin embargo, les anunciaron que en 1598, ya se encontraban muchas casas abandonadas y destruidas como la de Francisco de Leyva. Las casas de su derredor no tenían buen drenaje ni un racional sistema de encauzamiento de aguas de los tejados, provocando con el recalado y la mala conducción de las aguas, la destrucción de paredes y muros. Con la pérdida del Gabán, en 1581, la plaza perdió un elemento primordial de configuración y defensa de su recinto defensivo. A partir de este momento, todas las remodelaciones sólo quedarán como un canto de cisne de aquella obra tan importante de la ingeniería fronteriza.
        
-Pero, hubo una segunda reforma.
- Es muy ilustrativa  esta  descripción del cabildo del de febrero de 1592- afirma con documentación el asesor- “ que  no hay más de una plaza, la qual de más de ser pequeña, la hazen muy desordenada los dos peçones y rincones de casas  que están salidos de ella, linde con casa de don Gonzalo de Valenzuela, y tienda de don  Francisco Fernández, de manera que no puede haber ni carrera ni fiesta de caballos, lo que causa no poderse ejercitar el dicho ejercicio de ordinario, como se haría quitando las dichas esquinas en largo hasta las casas de la Justicia , y por ancho en línea derecha de la pared de la Iglesia Mayor , entonces abría plaça que bastaría para fiesta y carrera y estaría con traça y adorno y daría mucha autoridad para la Iglesia Mayor, porque se descubriría la puerta principal, que sale a la dicha plaza. Por lo tanto se acuerda que se compre el sitio y edificio de estos dichos dos rincones y se derrumben por el dicho efecto y se labren tiendas que salgan a la plaça en el dicho puesto y con ellas pueda aver las que son necesarias para la conservación de esta Mota.
- Debía ser otra obra de envergadura y de desembolso  económico-interrumpe el jeque.

- Desde  principios de siglo XVII, era tan difícil la situación económica que la ciudad tan sólo desarrollaba las actividades y servicios fundamentales de la ciudad: el alcantarillado, el arreglo de calles, el abasto de la carnicería, el matadero, las fiestas ordinarias, el arreglo de las fuentes y, alguna que otra cosa excepcional, sin comprometerse en ninguna obra de envergadura. No obstante, destacaron algunas obras de importancia como la reparación de las torres y el Gabán, al mismo tiempo que los corredores de la plaza, por lo que significaba para la vida comercial y los fondos que se recibían del alquiler de las tiendas. Tan sólo, la remodelación de la plaza de la fortaleza de la Mota fue una obra de gran envergadura en 1600, con el fin de cambiar su aspecto estrecho y medieval en un espacio de amplias dimensiones por medio de la demolición de diversas casas de don Gonzalo de Gamboa y el Hospital de los Monteses” porque, con esto, quedará cuadrada suficiente en buena proporción así para la plaza de armas como para las fiestas”.

- Se buscaron recursos- comenta el asesor- a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, tuvo lugar esta segunda remodelación de la plaza,  y se arrendaron tierras destinadas anteriormente al impuesto de millones, según el acuerdo municipal de 23 de marzo de 1599 “ para el desempeño de la ciudad y ensanche de la plaça y se comete a los caballeros comisarios para que a todo asistan a señalar las dichas tierras conforme a la relación  y en  todo hagan las diligencias que  convienen que para todo se les da comisión   en forma que las  pagas  an de ser por los días de Santa María”. 

-Al no ser muy grande, ni llana, en 1599-interrumpe el guía- se compraron las casas valoradas en 600 ducados del licenciado Gamboa, miembro del Consejo de Felipe II, (a su vez adquiridas a Hernando de Padilla), dos pares de tiendas y la casa de María del Monte Isla, donde se albergaban los hospitales. En 1597 hubo que quitar varias   peñas que impedían la entrada al cabildo y  la Iglesia Mayor. Fue, en 1600, el momento de racionalizar el espacio mediante la ampliación de la plaza, con la destrucción de edificios, porque eran los obstáculos más importantes. Este cierre de la plaza se plasmó por la parte norte con la compra y el derrumbe de las casas y tiendas de Gonzalo de Gamboa y del Hospital de los Monteses o de San Bartolomé, pagados al abad los cuales se abrieron a principio del siglo XVII para hacer más abierta y amplía la plaza.Debio ser una operación de gran envergadura, pero  se necesitaba para esta plaza.  

-También, algunas casas hacían rinconeras y no le daban una forma equilibrada por sus líneas rectas de los lados, de ahí que hubo que derribar las casas adosadas a la Iglesia Mayor para hacer línea con su fachada Importaba mucho esta reforma porque había que cuidar de su adorno e pulicia (policía) de la plaza de esta ciudad, la qual está dentro de la fuerça della con privilegio de que no aya otra en esta ciudad por su conservación. Y en esta fecha se encontraba, además de ser muy pequeña, muy   desproporcionada sin parecer plaza y con el allanamiento de la plaza se sacaron sillares para los edificios públicos y casas particulares. También, al haber aumentado la población dentro de la fortaleza, este recinto abierto se había quedado angostado para las fiestas de la ciudad, concentración de tropas en las levas y reclutamiento, mercado abierto de la ciudad y, simplemente, como lugar de ocio y asueto. Por eso, se pensó que el lugar adecuado de ampliación era por la parte que se orientaba al oriente: porque con esto quedará cuadrada, suficiente en buena proporción para plaza de Armas como para fiestas. El guía se entusiasmaba con la plaza. Y aportó nuevos datos. En 1615, de nuevo se obligó a que volvieran todas las tiendas de la ciudad llana a la plaza de la Mota; por otra parte, las tiendas arruinadas se reformaran y se habitaran por todos los tenderos y mercaderes, ya que se habían ubicado en la nueva calle Real y otros lugares de la ciudad llana. Fue un intento baldío de ocupar las tiendas de la plaza baja y alta, las de la iglesia, la botica, la de la Mazmorra, las de la plaza alta de la Mota, la de la Escaleruela, las de las Entrepuertas, la del Postigo junto a la Puerta de la Imagen, las del Albaicín, en el adarvillo de Moya, junto al Pósito y junto a la Alhóndiga.
No obstante, a lo largo de estos dos siglos tras la conquista, varios edificios  dignificaron e hicieron emblemática la plaza de la ciudad:  la iglesia Mayor Abacial con todas sus dependencias e inmuebles anexos (sacristía, claustro, capilla del Deán, casa del sacristán…), las Casas de Cabildo o Ayuntamiento y las nuevas Casas de aposento de la Justicia con sus dependencias de la Cárcel Real, caballerizas y capilla de presos.
Cinco  años más tarde, a principios del siglo XVII, se terminaron los corredores, la plaza era el orgullo de la ciudad, que, por su estilo acogedor, rodeado de edificios de fachadas de cantería, tan importantes.

-Decían  muchos viajeros como una de las más bellas de Andalucía, hasta tal punto que siempre cuidaban por su ornato, limpiándola, allanándola y reconstruyendo las continuas ruinas que se provocaban en sus edificios.

-Y no solo era monumental, era la vida misma de la ciudad.- La consideraban el sitio donde se maquinaba el bien de la res publica en los días ordinarios de martes y viernes, se realizaba los negocios más importantes de los vecinos, se ejercía la justicia y la caridad con los presos y los pobres y servía de paso para los recintos espirituales. Desde antes de las siete de la mañana, los porteros, vestidos con ropas de terciopelo carmesí, preparaban las salas  del cabildo y de la audiencia, para que a las ocho de la mañana aquel recinto ya tuviera  vida,  pues  a esta hora acudían todos los martes y viernes a las casas de Cabildo los regidores y jurados junto con los oficiales del cabildo, los  dos porteros y el escribano de turno, rezaban y asistían a misa, oficiada por el capellán de la ciudad en un altar presidido por un retablo, obra del pintor Pedro Sardo, habilitándose la sala de cabildo con un altar y una mesita donde se colocaban las vinajeras.Después, se  reunían en la sala alta, donde  hacían propuestas, libraban gastos, recurrían acuerdos, debatían y exponían sus votos que no eran sino sus pareceres para que la Justicia los armonizase y, como  hombre de bien nombrado por la Corona, o, por así decirlo con términos de hoy,  de consenso, lograba el acuerdo final para ejecutarlos; inmediatamente se distribuían en grupos de dos y tres, lo que llamaban diputaciones y comisiones para cumplir con las tareas que se les habían adjudicado en el famoso cabildo de suertes.
-Como en toda España,- se reseró el asesor- el día del Corpus era muy esperado por los vecinos. No sólo, por las vísperas, sino por el jueves en el que se celebraba la fiesta y por su Octava. Salían de la Iglesia cuadrillas de gitanos cantando con castañuelas, ginebrinas, panderos y toda clase de instrumentos de percusión; después los diablillos, los danzantes, los Niños de la Iglesia como los seises sevillanos, todas las cofradías con sus imágenes y estandartes, el clero y el cabildo municipal. Y, al final, en esta plaza se colocaba la custodia y las andas en un tablado y a su lado en otro tablado, se subían recitantes que cantaban sonetos al Santísimo, actores que representaban pasos y autos.
 -No siempre, debió tener tanta vida. Pero debemos considerar que era el centro del comercio y mercado de la ciudad. -Allí se traficaba de todo, y, por eso, los regidores
 e hidalgos siempre se manifestaban en contra de cualquiera que comerciantes o artesano que montara su tienda en las afueras de la plaza y de la calle Real. Allí, los vecinos podían comprar una tela de tafetán de varios colores, seda importada o de los talleres alcalaínos, damascos, especies, frutas, y hortalizas, y, el pescado que le sobraba a los playeros tras su venta en los mesones, cosa que era muy perseguida e, incluso, abrieron la mano para que los pudieran traer cualquier vecino. El pescado era cecial, abadejo, toldo, sardinas y arenques.   Y se repetían los pleitos contras los comerciantes y tenderos que se bajaban sus tiendas o los que las colocaban fuera de la Mota 

-Lo podemos ratificar. Desde 1560  hasta los años treinta del siglo XVII sufre este recinto una importante transformación, Por una ejecutoria contra los oficiales que asistían en la Mota de 1560 desde la puerta de la Fortaleza hasta la Puerta Nueva”, entre ellos barberos, traperos, sastres, carpinteros, herreros, y herradores, odreros, torneros y otros y otros oficiales de cualquier oficios: carpinteros, tejedores y herradores.
- Hasta ahora no me ha hablado de población, ¿cuantos vecinos, habitantes o almas existían?

-Para hacernos una idea de la población, destacar que, en 1530, había en la ciudad 300 vecinos y 4 oficios; y en 1562, 3000 vecinos con 200 oficios y faltaban tiendas. -Me dice que faltaban tiendas.-En ese año sí,m, pero en la plaza se alzaban la  Cárcel, la  Audiencia, la Escuela y la feria de todos los días y otros vecinos con casas. 

-Avancemos un poco. Y contemplemos la  plaza en  1617.Descríbanosla.
-Se reconocen estos edificios de la ciudad  al recibir un censo de censo de María Fernández de la Blanca, se detallan  como  propios y añadimos los de la Iglesia y particulares: Casas de Cabildo, lindera con Iglesia Mayor en Plaza Alta y esta junto con  la capilla del Deán y casa del sacristán, las Casas  de la Justicia que  lindaban con la Cárcel y las murallas y calle de la antigua Encarnación, siete  tiendas encima de los corredores en la Plaza Alta 
( faltaban dos y  una capilla), 10 escritorios por bajo de los corredores. A todo se añadía algunas tiendas por la parte que daba a la calle frente a la iglesia. Esto dejando aparte las 5 tiendas en Plaza Baja y la Casas de mujeres extramuros y cortijos. 

- ¡Qué trajineo!-El bullicio rompía las normas y hubo que reglamentar aspectos muy singulares que pervivieron hasta hoy como la presencia de los trabajadores y jornaleros en la Plaza Alta para contratarlos de modo que no se pongan en la entrada de ella ni puerta para el paso de la gente-apostillaba el asesor- ”. O el hecho de que, al ensancharse la plaza se vendieran frutas ni pescados fuera, ni se vendan en Plaza Baja” porque se junta mucha gente y no hay paso” y obligaba a que se haga en Plaza Alta junto a casa doña María de Aranda “Pedro Fernández Alcaraz Ni tampoco se pueda vender desde la tienda de la Escaleruela arrimado a pared de Cabildo de esta ciudad, sino en Plaza Alta”.Continuaban dadndo datos . Y comentaron que en estos primeros decenio del siglo XVII, tan sólo  en 1613, se hicieron pequeñas obras como cortar peñas para abrir  el paso a la Iglesia Mayor y quitar un barranco que lo sirbía de echar inmundicias que alindaba a la plaça de esta ciudad y limpiar la plaça alta de ella que linda con la iglesia mayor atento a que ay munchas inmundicias y de suerte que tiene muncha yerba  y se eche una capa de arena y el mayordomo dé lo necesario con testimonio de este acuerdo y cédula de pedro Fernández Mazuela, regidor diputado de bastimentos , y ante se le pase en quenta.  A partir de 1638, comenzó el declive de la plaza de modo que el ayuntamiento alcalaíno requirió al corregidor Diego de Guzmán una provisión real para que se arreglaran los corredores, que se encontraban bastante deteriorados. Al mismo tiempo se solicitaba que los comerciantes subieran a la plaza de la fortaleza, porque muchas casas estaban caídas y maltratadas y se habían bajado los comerciantes al Llanillo. Y aunque hasta 1660 se arreglaron los corredores de la Plaza y los de las Casas de Cabildo para presenciar la lidia y   unos capeos y encontrarse maltrechos, dos años más tarde se encuentran en pleno deterioro tanto la escalera como y corredores de las Casas de Justicia. Y no es de extrañar que el beneficiado Francisco Méndez de Aranda solicitara ante el corregidor, y pidiera licencia “para llevar de las casas de la Mota, que eran de sus abuelos y que están detrás de los corrales de las Casas de Justicia y de otras de María Ramírez, en el Bahondillo lo que quisiere para reedificar sus casas que tiene en la Placeta de la Trinidad. O que se arreglaran los corredores, con un presupuesto que hizo el cantero Pedro Pérez en 1.000 ducados.Pero las Casas de la Justicia sufrieron grandes destrozos en un incendio en 1665 y se quemaron las chimeneas y parte del tejado. Y aunque todavía los actos oficiales como en 1666 se celebraron con motivo del alzamiento del Pendón por el rey Carlos II y se repararon las Casas de Justicia y Matadero. El declive era total, y, a principios del siglo XVIII, ya estaba deshabitada toda la fortaleza de la Mota, trasladado el comercio a la parte llana y se derrumbaron los corredores, casas del corregidor y la mayoría de los edificios.

-¡Quién podía imaginarse que era una de las plazas más bellas de Andalucía, en este retazo arqueológico!-dijo con rotundidad el jeque.-Pues lo era- le contestó el alcaide. Y mejoró mucho en tiempos de frontera y en el Renacimiento.-Alqo debierón intuir los señores de Banu Said.




viernes, 29 de mayo de 2020

CAPÍTULO XVI. POR LA MURALLA DEL GABÁN.

LA MURALLA DEL GABÁN

Salen de la torre de la Cárcel. Miran de reojo al pozo, y se detienen en torno al Palacio del alcaide, observando los lienzos de la muralla, varias camisas superfuestas. Siguen en  fila por el adarve reconstruido de la muralla del Gabán.

-Curiosa palabra- pregunta el jeque.-Otro arabismo. Un sitio cubierto con una bóveda ahuecada en la muralla.

 -Hoy no es el mismo. Es difícil es imaginarse algo que ya no existe, aún más cuando sólo se encuentran los arranques y lienzos de la muralla con sus adarves, que soportaban uno de los más bellos miradores de la fortaleza de Aben Zayde. Desde lo alto de este ficticio y actual adarve de los años veinte  del siglo XXI, se contempla la iglesia de Santo Domingo.  Debió sufrir continuamente los inconvenientes de ser una obra vieja, pero atrevida, pues se recalaba, y hubo que hacerle una repisa en los pies en el año 1572.  Junto al cañuto, estaban nueve tiendas pertenecientes a los bienes de propios del cabildo municipal, que solían subdividirse en el siglo XVI, por medio de tabiques, con el fin de aprovechar mejor el espacio y sacar más fuentes de propios.Estos sobresalían desde la plaza, y, en su largura y extensión, se interrumpían con las dos torres: la del Gabán que algunos escribanos denominan del Farol o aposento de la Justicia, debido a que estaba colocado encima de ella,  y la del Pendón. Es una lástima que no queden sino parte de algunos muros adosados, uno sobre el otro, como si se tratara de una superposición de láminas, con el fin de arreglar los entuertos que se iban produciendo con la caída de tan majestuoso monumento. 

-Obra ingente de ingeniería- dijeron los presente.

-No nos extraña que el escritor y regidor Gamboa recogiera algunos hermosos epítetos de esta fortaleza el presidio más principal de Andalucía para los reyes antecesores... que dependía del Capitán General. Durante el levantamiento de los moriscos de Granada, se vinieron a este lugar mucha gente de Granada por no haber otra fuerza en Andalucía que tanto importó a Su Majestad.

-Muchos la lamentaron en tiempos posteriores. Lo mismo tuvo que acontecer a muchos vecinos de siglos pasados, pues, esta parte de la fortaleza fue la que más se resintió a partir del siglo XVI, concretamente con el terremoto del 1581, cuando se derrumbó a consecuencia de que las casas, adosadas a la muralla, minaron con sus cuevas y bodegas la roca que servía de cimentación y de zapata de todas estas construcciones. Y, hay noticias que, con el nuevo terremoto del año 1682, finalmente se cayó todo el gabán.

-Lo mismo que en la barbacana y la zona de la torre del Homenaje, Los movimientos telúricos afectaron siempre a esta zona de la fortaleza. Y fue una pérdida muy sentida para la historia de vuestro municipio. Esta edificación muy atrevida y hueca, debió ser reformada en muchas ocasiones por que se recalaban las aguas de las lluvias y continuamente se enchapaba y se cubría de repisas. 

-Hágamos una idea.

-Se extendía desde la puer








ta de la Plaza alta hasta la torre de la Cárcel Real o Nueva. Se componía de un cierre que formaba un antepecho compuesto exteriormente de varios paños amurallados, que, a lo largo del siglo XVI, debió recibir muchas reformas de herreros y cerrajeros para reparar las grandes rendijas que se abrían y amenazaban la ruina. 
Intervino, antes de 1571 Martín de Bolívar con varias partidas de cobro antes de su desprendimiento en la obra del antepecho del Gabán, construyó un tramo de adarve, que estabA cerca de  la Plaza Pública, que alindaba con él y  la tienda de Francisco de Jamilena, y   la repisa de la Plaza junto a la pared de la muralla del Gabán, con el fin de que no se hundiera y a costa de las penas de cámara. También lo hizo el cerrajero y herrero Andrés del Moral, cerrajero, que puso “de los ochenta y seis de sellos, de 4 gra(p)as que hizo para el antepecho del Gaban, e 30 reales restante de ellos 4 sellos, el plomo   y un martillo para sellar los paños”.

-¿Y, nos lo podemos imaginar por dentro?

En 1577, se llevaron obras del interior del Gabán y del Cañuto, que era  una paredeja en la calle a la descendida a Santo Domingo de Silos y se llevó a cabo el empiedro del Cañuto a la descendida de la Plaza a Santo Domingo de Silos.

-¡Qué lástima!¡Qué pérdida!

- Todo fue escalonado. En 1580, se dieron los primeros avisos de alarma y comenzaron los síntomas  por los cimientos. A partir de este momento, se precipitaron todo tipo de gestiones para dar solución a este flanco de la muralla del mediodía. Se proporcionaron fondos de cualquier partida municipal para emprender las obras de emergencia. Así, en abril se sacó un préstamo del Pósito de 2.000 fanegas de trigo para arreglo de la torre de la Justicia y muralla del Gabán. Lo propios jurados pidieron en se reparasen la torre del Gabán que era el aposento de la Justicia, la Torre del Pendón, y el adarve que estaba en las dichas torres y, junto a ellos, por el maltrato de cimientos y peligro las casas de abajo y arrabal de Santo Domingo de Silos e Iglesia. Un año después,  se derrumbaron las casas públicas donde vivieron los corregidores, juntamente con un lienzo largo de cerca y adarve y ciertas torres. Desfilaron los mejores maestros que intervenían en las provincias andaluzas para emitir informes. De Málaga vino por dos veces el maestro de obras de la diócesis Illán Sánchez en la primera visita informó sobre .

 la casa del pie de la torre, que dicen del Faro, fallando por los cimientos, y pidió que se raparan murallas y torres, porque las Casas de la Justicia están edificadas encima de la Torre.  Y se retejó la torre del Pendón. En medio del informe se cayeron los cimientos de la Torre de la Casa de la Justicia. De Granada se trajo a Ambrosio de Vico y a Diego de Vergara, que informaron sobre el peligro que tenían cuatro o cinco tiendas y la puerta de la Iglesia. De Jaén, Gabriel de Aranda avisó sobre lo mismo a la vista del Torre de la Casa de Justicia y muralla del Gabán y limpieza del Trabuquete.
- No daban abasto-interrumpió el asesor-, escopetaban las torres hasta arrasarla con el Gabán y con la demás murallas, para  que este quedara muy descargado, se produjeron la ruina y caída de la torre del Pendón, muralla del Gabán y Casa de Justicia. 

-Y no se produjo todavía la puntilla final. Fue el terremoto de siete de febrero de 1582, hizo ruina notable en fundamentos y cimientos donde se apoyaban. Torre del Pendón, del Farol y trabes de lienzos, donde estaba fundado el mirador de esta ciudad que tenía en la plaza Pública, Casas de vecinos debajo de las murallas, murieron 12, o 15 personas.

-Así escribía, - dijo el guía leyendo documento-,  “ha dejado la Mota o fuerza sin la entrada principal por haberse hundido junto a las puertas y entradas y la plaza Pública y la Iglesia Mayor y Alcázar. No se puede entrar ni salir de la plaza...Cerca de la puerta principal que tiene la Mota, agora está inútil y sin poder servirse por ella con 20 pasos más a mi izquierda, como salen a de la dicha plaza e Mota se abrió una puerta rompiendo un pedazo de muro a la plaza y dentro de la cerca.

-Pronto se llamó y vino el maestro mayor Alonso Barba a ver la torre del Farol y aportaron 400 ducados para la ruina del gabán y torre, y abrir paso a la Iglesia, Casas de Justicia, Cárcel Cabildo y Plaza Alta. No sólo se afectó al Gabán, sino que también  a la pescadería de bajo del Gabán, la torre y Castillo también estaban en muy mal estado. 

-Me interesa hasta el último detalle- interrumpió el jeque- sobre todo el Cañuto.

-En su interior se extendía el Cañuto. Esta calle cubierta descendía hacia el arrabal Viejo, concretamente desde la Plaza al barrio de la iglesia de Santo Domingo, y estuvo empedrada en su interior como cualquier otra calle, se componía de setenta y tres tapias de empedrado . Continuaba con los adarvejos y paredes que se hicieron en la calle que descendía a la Iglesia de Santo Domingo de esta ciudad.Estos adarvejos actuaban en forma de revellín avanzado y solían utilizarse  cubiertos de losas de cantería. En su parte superior se colocaba una repisa para evitar el recalo del agua.

-Qué grn obra-dijo el jeque.

Este corredor pendiente y empedrado, como si se tratara de una calle cubierta, bajaba también  a través de varias rampas a la puerta de Zaíde y acortaba el camino a los vecinos que venían del barrio de san Bartolomé o de Santo Domingo. En su trayecto inicial, situadas junto a la entrada a la plaza, se encontraban algunas tiendas de pescaderías.

- Los regidores de este año así lo describían; se haga la pescadería debajo del cañuto por inconvenientes de venderlo (…) en derecho como se baja de la plaza por el camino debajo del Gabán en el grueso debajo de la plaza, que es donde ningún perjuicio recibe el Gabán, la muralla ni particular ni la calle y está cubierto y costará poco. La dicha pescadería se haga allí encima del arco del repeso de la romana y bajo.

-Esta calle ahuecada  se abría por la parte con la entrada de la puerta principal de la Plaza y debió sufrir continuamente los inconvenientes de ser una obra vieja. 

-Por cierto, muy bien descrita de un testigo de su derrumbamiento el sacristán de Santo Domingo de Silos,-afirma el asesor y vuelve a sacar documentpos - . George del Castillo, hombre culto y con profundo sentir histórico, que aprovecha hojas en blanco de uno de los libros de bautismo de su iglesia para dejarnos varias noticias. La que nos interesa es la siguiente: Para que la ruina tan grande del gabán no se pierda la escribí en siete días del mes de julio de 1638, habiendo sucedido en siete días del mes de febrero de 1582, entre las cuatro y cinco de la mañana cayose el gabán, que arrimaba con la Plaza Alta, con dos torres, que la una era la de Aguilera, por bajo de la Puerta de la Plaza, la otra estaba debajo del arco que servía de romana y esta era muy alta, de manera que en lo alto de ella tenía su casa la Justicia, hundiéndose un cañuto que iba en saliendo de la Plaza hacia la Puerta Zayde, que está esta puerta en el pie de la cárcel. Por cima del cual estaba un paseo y mirador muy grande y osado y, a la parte de la Plaza, estaban corredores de piedra que hoy viven y, hacia el barrio del Señor Santo Domingo, hacia adarve abajo, con asiento acomodado para que se estuviesen sentados y gozando de la vista. Hundieronse muchas casas de la calle del Postigo y en ellas perecieron doze personas...
- Debió ser de gran empaquete. Pues los regidores y el corregidor de 1581 hicieron lo que pudieron para reconstruir esta parte de la ciudad, que era la puerta principal a la plaza de la Mota, y de los edificios más importantes que se albergaban a su alrededor, la Casa de la Justicia, las Casas de Cabildo, la Cárcel y la Iglesia Mayor, y no sólo, recinto urbanístico sino lugar obligado de comercio principal de la ciudad.

-Por lo que veo era un adarve en forma de mirador , y me contáis que esta muralla tuvo torres.

-Dos. Además del muro, las dos torres del Pendón y del Farol debieron ser muy importantes porque le daban a esta parte de fortaleza una vista que ya no recuperó jamás. Su importancia no puede soslayarse en una de ellas, pues estaba la Casa de La Justicia, con la vivienda del corregidor, su mirador hacia Sierra Nevada, su puerta, balcón a la plaza con las armas reales y las de la ciudad. Esta torre tenía una puerta de entrada a ella y a la fortaleza. También, con el terremoto, la torre del Gabán o de la Justicia la desmontaron hasta arrasarla y nivelarla con las demás murallas y Gabán.

-Hay muchos detalles de esta muralla, historia pura de un monumento único. Pues, en la mañana del día siete de febrero de 1582,  un terremoto produjo una ruina inmensa a los fundamentos y cimientos de las torres del  Pendón y del Farol y las traviesas de lienzo, donde se apoyaban el mirador que la ciudad tenía en la plaza pública. 

-Ya hemos comentado que acudieron maestros como Alonso Barba de Jaén,  para evitar más desprendimientos. Por fín, en 1586, emparejaron un pedazo del Gabán con la plaza y levantaron un antepecho, que todavía se conserva  en las secciones de la caída de la muralla. En sus cimientos dejaron una calle para el paso de los vecinos.

-Se podría dar hasta el dato más inverosimil del intento de recuperación hasta hoy día, que hace unos años se recuperó çon este antemural simulando el antepecho y las torres del Pendón y del Gabán. 

-Podríamos comentar que el corregidor Arévalo de Suazo intervino en los primeros momentos de 1585,  y se arremetió la obra de las dos torres y pedazo de muralla caídos en la Mota a la entrada de la Puerta Principal de la plaza Pública. Incluso, unos meses después del mes de, abril, el regidor Juan de Aranda marchó dos veces a la ciudad de Lisboa por orden del cabildo municipal, a recabar del rey Felipe II diera la licencia para romper mil fanegas de sus baldíos -. - Que se  declararon  ser de mucha importancia repararlas y que costaría 25.000 ducados e hicieron ciertas plantas y trazas . Que el rey Felipe II concedió el arrendamiento de mil fanegas para arreglo de las murallas del Gabán, y se evaluaron los gastos en 25.000 ducados para su reparo, que hubo informes de Navarrete y Vico, que dieron plantas y trazas . No se escatimaban medios, pues por el mes de noviembre., La ciudad amplió el dinero de las obras del Gabán mediante los fondos del arrendamiento del fruto de la bellota y se pregonaron las obras, pues amenazaba mucha caída.  Incluso se permitió un censo de mil ducados por la Corona en mayo de 1586.  E incluso, se aderezó un pedazo del Gabán por la parte de la plaza de la ciudad de manera que se emparejó con ella y se hizo el  antepecho. Luego la llegada de maestros de Andalucía. que se remataron las obras del Gabán en Pedro Fraguagua y Diego Martínez Izquierdo y comenzó a buscarse una nueva Casa para el Corregidor por su familia numerosa.  

-Todo parecía que andaba sobre  una  alfombra. 

-Ni mucho menos. Se abrió una calle y el cantero Martín Izquierdo fue condenado porque provocó la caída de la casa de Alonso Medina, y porque se produjeron o diversas caídas de las casas de la parte baja del Gabán donde  se llevó a cabo la cimentación. 

-Pero no se recataron fondos. En 1590 se concedió un préstamo de 2.000 fanegas de trigo para la torre de la Justicia, y muralla del Gabán. Los jurados pidieron que se reparara la torre de Gabán, que era aposento de la Justicia, la Torre del Pendón y el adarve que estaban  entre  las dichas torres y  junto a ellos, por el maltrato de cimientos y peligro para casas de abajo del arrabal de Santo Domingo de Silos, e Iglesia.  En el 18 de abril se pidió que se reparase la muralla y torre del Farol.

 -En los primeros días del corregidor Juan de Guedeja, allá por el año 1590, acudió el maestro Vico para informar de las obras en marcha de la casa de la Justicia y el Gabán. Llevó a cabo un exhaustivo informe, en el que expuso la desplomada ejecución  de la obra y errada traza por ausencia de patios, ventanas, adornos a la plaza, rectificándola con un balcón a la plaza y dos paredes a los lados, para que la ejecutara el postor y maestro de cantería Alonso Martínez de  Tudela  Pero, la obra no se acababa y en una segunda postura intervinieron Matías Izquierdo y Juan de Fraguagua y el cantero Alonso González de Priego. En 1591, Pedro de Pineda informó del estado de las obras del Gabán, se volvió a reedificar. 

-No intervinieron solo autoridades locales, sino de otros reinos, Vino Arévalo de Suazo y un maestro mayor que hizo las trazas. Al Consejo de Guerra le pidió 2000 ducados. Se habían hecho algunas varas de cimientos. Pero, como no habían puesto nada al  barranco hecho por estar tan desparramada la tierra y terraplén de la plaza con la zanja y la arena, se vaticinaba que se arruinaría de nuevo provocando de nuevo la ruina. Se informó de cargar la zanja y luego de cimentarla a la vez que   aligerar la traza. No se arregló el Gabán y podía caer la torre que estaba junto a él. En 1592, las obras de Gabán con el desprendimiento de las tierras amenazaban de nuevo a Santo Domingo y las casas por el terraplén de las obras en Gabán. Pero se remataron 6.000 ducados. 

-Y siempre amenzando a los barrios de derredor, Estaban abiertos muchos lugares de Santo Domingo y muchas piedras de la plaza cayeron sobre los cimientos como por la parte baja de la Iglesia. Comenzaron los problemas de pago y, dentro de la plaza de la Mota.  por maltratar casas al hilo de la pared de la Iglesia hasta enderezar con la pared de Justicia.  En diciembre de este año, intervinieron en la obra Ginés Martínez de Aranda, Alonso González, maestro de Priego, Martín Izquierdo y Juan de Fraguagua. En1593, las obras seguían casi paradas y los maestros Vico y Ginés emitieron un nuevo informe que manifestaban que la poca cimentación del propio Gabán podía provocar el derrumbe de la plaza.

-Ginés Martínez y Ambrosio de Vico , personas claves-.En 594 se presentó un nuevo informe firmado de Ginés Martínez de Aranda tras visitar la obra. Los  maestros expusieron que se había sacado la cimentación de un lienzo de la muralla y de la torre postrera, en dirección hacia las Carnicerías, pero la parte en dirección a la Cárcel no se podía reconocer porque no era sino objetos y materiales de derrumbe; por otra parte, las medidas no se ajustaban en su anchura, en grosor a ni anchura, ya que se habían reducido de tres a cinco tercias de vara y no podría soportar todo lo que se le adosaría. En 1594. Vinieron Vico y Juan de la Vega, ya maestro mayor de la Alhambra, cuyo costo de la visita fue 30 ducados, para ver la obra del Gabán.  Y recibieron la noticia de un accidente con tres hombres muertos tres hombres. E informaron que estaba la obra mal tratada de arena a dos tercias.  a cargo de Diego Martínez Izquierdo.   Se propuso   la prórroga de los arrendamientos y hacer un terraplén  junto con la   sección de cuatro partes tres y una de las torres fuera de la sepultura.No debían realizarse las obras con mucho acierto, porque, en diciembre 1595 se recibió una provisión real preocupada ante la situación. 

- Otra vez, se acudió a la Corte. el regidor  Francisco de Pineda Mejía , acudió a resolver diversos problemas de la ciudad, entre otros los del Gabán  y recibió una carta por la que  se mandaba  a Mosén Rubí de Bracamonte, corregidor de la ciudad de Granada, viniera a Alcalá la Real a ver  con los maestros mayores , que le pareciere y conviene, la obra de las murallas que se cayeron del Gabán y ver si la traza , que está dada  es la que conviene o, si hay otra mejor y a menos costa , si ay otros arbitrios que sean de menos perjuicio, que sean los que están dados, para la dicha obra, por ser puntual al servicio de Su Majestad, (…) y  consideró que era  muy necesario   el reparo delas dichas murallas no se dilatase.
 
            Casi un siglo después, si importante era el deterioro de la parte norte, el año lluvioso de 1675 provocó una alta preocupación por lo que significaba la destrucción de la parte emblemática de la Mota:con las muchas aguas de estos días se an caydo mucha parte de peñas y parte de los cimientos del Gabán, y que si no se le pone remedio y se repara , haciéndole caja que reciban la muralla,  se a de hundir y llevar tras de sí parte de la Plaça Pública que  no a de poder hacerse la obra con dos mil ducados de más del daño que hará en la Iglesia del Señor Santo Domingo .

A maedados de siglo no quedaban sino la ruina de los corredores, medio siglo después ya estanban completamente destruidos. Y los escribanos se habían bajado al llano, El anepecho de Ginés fue una realidad hasta el siglo XX, cuando el terremoto del siglo XIX hizo caer grandes lienzos y lo poco que quedaba del mirador. Ahora paseaban por una obra nueva simulando la obra de Gines reconstruida en los primeros años del tercer milenio. En la simulada torre del Gabán, escuchan al guía que les señala la ciudad de estos 

ultimos 50 años: la zona deportiva, las nuevas industrias, sus escuelas, el cotto, su ferial, su estación, los barrios obreros, las pistas polideportivas, la carretera nacional, nuevas iglesias, y la carrera de los caballos.

-Ya nos hemos desviado del tema. Esto no lo hicieron los almohades ni los señores Banu Said.


EL PRECEPTOR HERNÁN RUIZ



ROSARIO. ESCUELA DE GRAMÁTICA Y FILOSOFÍA


ESCUELA DE GRMÁTICA. CONSOLACIÓN
Desde principio existía una escuela de niño en la ciudad fortificada de la Mota.Un maestro de esuela impartía las cuatro reglas, aprender a leer y escribir y enseñar la Doctrina Cristiana. Era los que los  romanos llamaban magister ludi. La segunda fase en la enseñanza secundaria, el granmaticus era un maestro que impartía nuevas enseñanzas. Solía reservarse a colegios y órdenes religiosas. En Alcala la Real, dependía su contrato y gestión al abad y al propio cabildo, que aportaban recursos para pagar al abad. Hubo intentos de que los teatinos, la Compañía de Jesús, llevó  a cabo la enseñanza, a principios del siglo XVII, con la creación del Colegio de Nuestra señora de la Cabeza, que recibió el cortijo del regidor Pedro Veneroso, un genovés afincado en Alcalá, cerca del Camello para mantenerlo. Pero fue un intento vano. Lo mismo aconteció a finales de dichho siglo. En el siglo siguiente la cátedra de gramática y Filosofía recayó en el convento de Rosario, y en los franciscanos ( primero en San Francisco de la Observancia y, posteriormente en  el monasterio de Consolación). 
LA CIUDAD DE LA MOTA. LOS PRIMEROS GRAMÁTICOS. 
Tenemos noticias del primer gramático, o preceptor de grmática, que le dió nombre a la calle que salía de la Plaza Alta hacia la Puerta Nueva. Ante el escribano el escribano Antón García de los Ríos, en 3 de febrero de 1549,  se encuentra un documento de censo por el que Pedro Alonso del Castillo, y su mujer Antonia García de Extremera. contraba un censo de  con el bachiller Hernán Ruiz, preceptor de Gramática, por 600 maravedíes anuales, por el que que Pedro Alonso se hipotecaba con la compra de un solar y  lass casas, sobre el cual edificaron, lindaba con las casas de Antón Serrano   y el  corral de Gonzalo Monte,  hasta pagar los seis mil maravedíes. Al final señalaba las dimensiones de la casas,  se obligaba a hacer una casa de dos cuerpos, con diez pies  de hueco cada vara y media a seis pies, para hacer un horno que detenga la bajura , y piedra y viga.
A este tutor le siguieron el licenciado Monte y al bachiller Blázquez ya avanzado el siglo XVII. 
 Este  maestro de retórica  iniciaba a los niños de las clases privilegiadas en los estudios de la Gramática, la Filosofía y las Matemáticas. La primera casa  no ofrecía muchas comodidades a los estudiantes por ser muy estrecha, fría y húmeda y los alumnos se veían sometidos a la propagación de enfermedades contagiosas.  Servía de vivienda del preceptor, pero pronto la abandonó por sus incomodidades, porque se le arrendó  otra en el entorno del Trabuquete, junto a la Casa de Hurtado de Aranda Se sabe que finales de XVI, ejercía la docencia en la casa el cura licenciado Monte, una casa con muy poco espacio para acoger a los niños en las dependencias y en el recreo, además de verse afectada por las humedades
Este gramático , palabra latina, que recoge a este profesor  enseñaba el latín clásico como principal asignatura. Estas lecciones comenzaban a los ocho o nueve años, dando por sentado el previo conocimiento del alumno de la lengua castellana; y sobre la cultura general que proporcionaba el aprendizaje de los autores latinos se superponían lecciones de historia, geografía, filosofía y retórica, además de diversas clases de matemáticas en rango aparte.
En estas escuelas de gramático se fueron especializando otras asignaturas Filosofía, Matemáticas, Latín, etc para llegar al siguiente grfado universitario que sustituyó a las enseñanzas latinas del retor. 
Tras este tipo de enseñanza, en el siglo XIX, comenzó a fundarse colegios de Enseñanza Media, los hubo en Alcalá la la Real, el de Nuestra Señora de las Mercedes y el de Santo Domingo de Silos. En el siglo XX, siguieron estas escuelas con la SADEL, lel colegio Nuestra Señora de las Mercedes, el COPEM   hasta llegar a los actuales Institutos.
Las escuelas de gramática eran el medio de educación más popular para las familias urbanas, y las había sólo en las ciudades más pobladas.  

jueves, 28 de mayo de 2020

LA MOTA NO SE VENDE. CAPÍTULO XVI.LA TORRE DE LA CARCEL





 Junto a la Casa del Corregidor se hallaba la torre de la Cárcel Real, donde se albergaban las dependencias presidiarias. En el recinto carcelario, se encontraba el calabozo, aposentos de mujeres con sus bastidores correspondientes, la vivienda del carcelero y la capilla donde acudían los presos. Cada uno de los aposentos se incomunicaba con un sistema de puertas protegidas de seguras cerraduras, donde se mantenían a los presos encadenados con sus grillos y esposas. La Cárcel de la ciudad, junto con la casa del Corregidor y de la Justicia, siempre fue, a lo largo de los tiempos, uno de los edificios más importantes de cualquier municipio.


            Esta Cárcel se ubicó en varias estancias de la fortaleza de la Mota y finalmente en la restaurada Torre Nueva de la Cárcel Real, torre albarrana (que sale fuera de las murallas defensivas) situada en parte suroriental de la fortaleza de la Mota de Alcalá la Real ocupaba uno de los ángulos de su antigua Plaza Alta y lindaba con el Arrabal Viejo o Santo Domingo de Silos y el Rastro de la ciudad por el lugar de la recién descubierta Puerta Zayde. Esta torre, construida a partir de 1341, fue objeto de diversas restauraciones desde el siglo XVI hasta su parcial destrucción de 1812 con motivo de la posible explosión del polvorín por parte de los franceses. 


            A principios del siglo del siglo XVI, la Cárcel se ubicaba en la Torre de la Imagen, aposento, en el que se ejercitó también la Justicia y Cárcel. Por este tiempo, se destruyó el palacio de los alcaides, se allanó el terreno y, poco a poco, se formó una esbelta plaza, donde, por entonces, se levantaron los portales de las tiendas y sus correspondientes corredores. Quedó encerrada esta torre, -denominada en las actas municipales como Torre Nueva por haber sido reconstruida por Alfonso XI-, entre las tiendas y casas de hidalgos. Se le puso una cruz grande y las armas de la ciudad y, para dejarla al descubierto,  quitaron  las piedras  y tierras de varias casas demolidadas. Incluso el maestro de obras Martín de Bolivar intervino por los años cuarenta del siglo XVI. En torno a los años ochenta se hicieron grandes reformas en la torre de la Cárcel, como enlosado de suelos, restauración de tejados y otras obras menores. En 1580 se colocó en lo alto de su tejado la campana de la queda que la tocaban al anochecer los sacristanes con el fin de que pudiera oírse en toda la ciudad en tiempos de guerra o de epidemias 

           A principios del siglo XVII,  en una situación de ruina se encontraban algunos tejados y paredes de la cárcel pública y  a la Torre de la Cárcel Real ya hubo que hacerle varias obras de reparo en el tejado y sus interiores. A finales de este siglo, con motivo del traslado de las Carnicería, Casas de Cabildo y otros edificios de la Mota, se propuso construir una nueva Cárcel en la parte llana: de la ciudad, porque la Mota y los barrios altos se habían despoblado  En 1705, se trasladó la Cárcel de la Corona a la calle Tejuela y se encontraba en un estado de abandono total y destrucción  la Cárcel de la Mota. Desde 1810 fue utilizada como polvorín de las fuerzas de invasión francesa y, en su retirada del mes de septiembre de 1812, fue destruida tras la explosión de sus materiales.En los años setenta y ochenta s del siglo XX, se llevaron algunas obras de limpieza y protección por parte del Ayuntamiento de Alcalá la Real.Actualmente, ha tenido dos restauraciones importantes: la prime ra en la sala intermedia por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en 2003; y la segunda por parte de la misma Consejería, Diputación Provincial de Jaén y Ayuntamiento de Alcalá la Real.  En 2009 y 2010. se completaron las obras de restauración con labores de arreglo de cúpulas y bóvedas de los distintos pisos, de modo que se cubrió con una nueva techumbre y se facilitó su total reutilización de sus dependencias en una obra muy meritoria y digna de encuadrarse en la interpretación del mundo de frontera.       

La torre  sobresalía (y, todavía se yergue), del lienzo de la muralla para lograr una mejor protección defensiva de la fuerza militar y quedaba engarzada con la naturaleza del tajo que le daba una consistencia inexpugnable. Y, sobre afirmaba a Sancho de Aranda en un manuscrito sobre su linaje, que estaba  “arrimada a lo alto y Mota de la ciudad hasta emparejar y algo más”. Su exterior, como construcción de arquitectura militar, muestra ausencia de repertorio decorativo en su lienzo de sillería a soga y tizón, salvo los vanos de varias saeteras, una en el segundo piso y tres en el tercero.          


            En el último decenio de este siglo, la torre se encontraba rodeada de las casas del Toril, la vivienda del alcaide, una capilla ubicada en la última tienda de los corredores la ciudad, (hacia donde los presos acudían y podían escuchar la misa desde misma prisión) y las Casas de Justicia y del Corregidor.

 Deja pasar el guía a la comitiva a la cárcel , y, ya dentro. recuerda a un erudito de la comarca abacial, el alcaide Antonio de Gamboa, un alcaíde entroncado con los capitanes que acompañaron al final de la conquista y se afincó primero en Alcalá la Real, Antón de Gamboa, y luego se establecieron parte de la familia en Alcalá la Real y otra en Granada, como su padre Benito Lópoez de Gamboa, oidor de la Chancillería. Con  orgullo dice de la torre:

“Hallose confuso el Rei don Alonso considerándose avía trabajado en balde en derribar aquesta torre tan excelente ( en nota marginal, tomó edificar después el Rei don Alonso esta torre como oy está: muy excelente y buena), la volvió edificar y es tan famosa que tiene quatro bóbedas y las tres de ellas sirven de Cárcel Real oy en Alcalá y con muy buenas bóbedas, muy fuertes y bien labrada(…) muy fuerte y fue la primera entrada de los cristianos, y que batía , llegaba y sobrepujaba la muralla de la plaza de la Mota ”. Ambiéntémosla en sus útimos momentos. Entre la época musulmana y su nuevo levantamiento.

-Me interesa mucho.

-En la antigua y pequeña plaza de finales del medioevo, la torre se comunicó,  con el muy cercano palacio de los señores caballeros musulames, luego con el de los  alcaides, (que fue destruido años más tarde a principios del siglo XVI), por medio de una entrada que relatan las crónicas. A mediados de este siglo, la torre daba a una nueva plaza remodelada, donde tenía por vecinas las tiendas de la ciudad y las casas de la familia Aranda (en concreto de una rama afincada en el Castillo de Locubín, María de Aranda, hija de Bernardo de Aranda de los años ochenta de dicho siglo).

- Otra vez sin datos de los  Banu Said.
- Algo , por referencias posteriores encontramos-interviene el asesor-. Saca un cartapacio de documentos antiguos.

-Continua, me interesa mucho.

-Antes de 1340, existió una torre anterior a la actual que respondía al tipo constructivo de torre almohade por el aparejo de sus sillares, sus grandes dimensiones y su carácter saliente. Fue destruida en 1340 con motivo de la toma del arrabal de la ciudad de Alcalá la Real, según relataban la Crónica y poema del Rey Alfonso XI “e mandó poner ocho ingenios que tiraban las torres et, señaladamente, tiraban una torre muy grande, en que estaba un pozo donde avía agua para los de la villa (…) e porque la torre era muy bien labrada, los engaños no hacían daño”. O estos versos del poema del mismo rey, sobre el modo de derribarla: e una torre posieron/ sobre cuentos e sarmiento. /Sobre los cuentos resina/ e mucha leña sin falla/ e luego dieron, /cristiano gran batalla. / So la torre fue ardida/ la leña con el sarmiento; / la torre fue caída/ bien acerca del cimiento. Tras 1341, se levantó la actual Torre de la Cárcel., “Más grande y superva que antes era”, y que, siguiendo la crónica del rey, “e desque tuvo la villa de Alcalá cobrada e reparados los portillos de la cerca del arrabal, mandó facer la torre que hizo derribar”.

-¿No debió diferir mucho la anterior de la torre de la cristiana?-dijo el jeque. 

-Tal vez, pues alarifes musulamnes y canteros cristianos la coompusieron. Tenemos una bella  descripción de Sancho de Aranda.

- Díganosla.

-“Y con esto se entraron a aposentar al arraval viejo, y cerca de la Puerta, la qual por vecinos les fue abierta, junto al pie de la Torre Nueva que dicen. Porque después que el rey don Alonso ganó Alcalá, en el lugar do estava la torre, que, en la cerca ella, dije que el rey había puesto en cuentos y mandado derribar, labró ésta nuevamente, muy más grande y superva que antes era. La qual arrimada a lo alto y Mota de la ciudad, hasta emparejar y algo más, tiene tres bóvedas, unas sobre otras, y su andén y castillo de altas paredes, sin almenas, salvo la guirnalda alrededor cuadrada, como la torre era. Y en medio tenía un torrejón ochavado, como está dicho, y derecho de otras tres bóbedas tenían en medio del cruzero de cada una, de la misma manera y tamaño, redondas. Sin otra que tenía otra bóbeda baja, y cuarta de ellas, que era solamente pozo de agua, de suerte que qualquier cosa que echasen por la voca del torrejón no paraba hasta el lugar de la dicha agua de la cuarta y baja bóveda(...)a los quales pusieron en la bóveda de en medio de las tres de la dicha torre. Una saetera de la qual, en el grueso de la pared, tanto ancha como angosta por de fuera cavía quanto una lanza, o poco más, en alto sobre el pleytel del dicho adarve que viene a cerrar con la dicha torrre. (…) desde el suelo vajo de la calle, que es donde está la puerta que dicen de Zayde arrimada a la dicha torre, (…).

-Lo ha recogido de tiempos de 1454. Y le digo que en Folio 25 v Libro IV Capitulo II, remachó el guía.-. Por ciero, muy interesante la descripción de la Cárcel con motivo de una reyerta entre bandos.

-Haré esta digresión: a los quatro rincones tenían arcos de cantería sobre pilares, armados desde el suelo, y con las roscas abrazando de un cavo e de otro la pared por travazón de la obra. Y así hacían ochavos, que correspondían a los del torrejón de en medio, que era ochavado, y en las dos esquinas y en mitad de los tres costeros, que salían fuera del muro, tenía cinco garitas con canes y sobre canes, abiertas por lo vajo y chapadas por lo alto, como chapitela, y zerradas de ladrillo de canto, con sus corrientes.

-Que bella descripción, parece mudejar. Piedra y ladrillo. 
-No puede ser menos. La torre se asienta sobre la misma roca ofreciendo un aspecto de robustez y majestuosidad que se convierte en la proa del navío inexpugnable de la Mota. Tiene  una planta rectangular de 13.4 metros por los  s lados más anchos por 11 metros de los más cortos, con una altura de 28 metros; los cuatro muros, de 2 metros, tienen relleno de cal y canto y piedra en su interior y un revestimiento exterior e interior de sillares piedra ( dos de ellos ofrecen, en la parte superior, respectivamente dos y un canes que sostenían un parapeto de la terraza superior, hoy desparecido);su material ofrece un aparejo de piedra, donde se puede percibir perfectamente la participación de los canteros mudéjares que intervinieron en la obra con el tallado de muchas marcas; los suelos, según se manifiestan en las libranzas de los documentos, eran enlosados de piedra.. La comunicación entre los pisos se hace a través de escalera de husillo en los pisos superiores y u escalera de piedra de tiros rectos incluidos en el muro.

 

Se adentran a un pequeño rellano que comunica con la parte alta o nueva azotea a través de una escalinata de madera.  Comienzan a visitar el interior de la torre, a lo largo de sus tres estancias o cámaras superpuestas, cubiertas con bóveda de diversos tipos de crucería o de nervios muy acorde con reminiscencias del mundo musulmán.

 Bajan  a través de la escalera de caracol o husillo a una preciosa sala cuadrada de las mismas dimensiones que la segunda, donde se abren tres grandes saeteras ( abocinadas en su interior y que dan a los muros norte, sur y oriente con unos huecos muy estrechos hacia el exterior y, un rebaje en  el muro meridional que  debía contener una lápida),   se cubre con una cúpula nervada por ocho nervios de medio punto que se entrecruzan formando un óculo abierto al cielo, muy similar a una de las capillas de la iglesia de Nebrija, por donde pasaban la luz, el aire y el agua  . Se pasa de la planta cuadrada a la octogonal por medio de bellas trompas de ladrillo de media arista, y por encima una bella moldura o nacela, sobre la que se apoyan las impostas de piedra de la que surgen los ocho nervios de ladrillo que se entrecruzan como si simularan arcos de medio punto formando los casquetes de la bóveda de ladrillo.                                           Gracias a un monitor de la Mota, abre una puerta pequeña que comuica con plantas de abajo. Se accede a ella a través de una escalera en forma de L, cubierta con varias secciones de preciosas bóvedas de arista y embutida en el muro que acaba en una puerta gótico-mudéjar de piedra con arco deprimido convexo; El interior de esta sala es mucho más bello que la anterior,  constituye una sala cuadrada, de seis metros y noventa y un centímetro, de lado que se conforma con cuatro lienzos de muros da aparejo de piedra a soga y tizón y sobre unas trompas de ladrillo se cubre con una cúpula nervada ochavada octogonal, en cuyo centro se abre óculo central en forma estrellada para iluminar su dependencia y formada por el cruce de las aristas que se apoyan en una impostas de piedra. De ladrillo es toda la obra de la bóveda, así como los ocho nervios (que se cruzan en forma pareada y descansan su empuje sobre otras mensuras de cantería aunando la plasticidad de la fortaleza); la bóveda gótico-mudéjar es una obra muy notable y bella similar a la de las torres y capillas de las iglesias de reconquistas. En el muro norte, se encuentra una saetera, desde la que se defendía la fortaleza.

Al piso primero se accede  mediante una trampilla o butrón, desviado del centro del suelo, desde el piso superior, que a su vez servía de pozo y lucerna, la sala es cuadrada con 7 metros de lado, y se cubre con una bóveda de arista. De menores proporciones que las superiores, esta bóveda de ladrillo se apoya en los falsos arcos que forman el cuadrado de los muros de aparejo a soga y sillería irregular de piedra. En el lienzo norte de sus muros, se abre por la parte baja una galería sin tallar excavada a la roca, por la cual se pretendía que entrara desde el pozo adosado a la torre el agua para su utilización como depósito en caso de asedio. Debió ser un calabozo o uno de los aljibes más importantes de la fortaleza, tal como se manifiesta en los testimonios de los documentos escritos y los restos de los efectos de la humedad de sus muros.
Regresan finalmente,   a la terraza de la torre que ha perdido por completo su construcción original, los parapetos, las cabinas y el torrejón central, pero conserva una parte de sus canes sobre los que se apoyaban los castillejos. Sobre la bóveda del anterior piso, se elevaba un andén o castillo sin almenas, salvo guirnalda en derredor, cuadrada, cuya descripción la hicimos con el manuscrito de los Aranda era la siguiente.  
Otean el horizonte, la Parapanda, la Cruz de Matute, la Sierra del cameño, Ermita Nueva, las tierras de Moclín. Y  recita el guía:

Caballeros de Moclín,

peones de Colomera,

entrado habían en acuerdo,

en su consejada negra,

a los campos de Alcalá
donde irían a hacer presa.
-Otra vez, luchas entre cristianos y musulamanes. Y¿las treguas de paz?-Dijo el jeque.