"la historia local contribuye a fundamentar la base del conocimiento global de los pueblos desde el estudio de los acontecimientos de las ciudades"
viernes, 30 de junio de 2017
LOS MORISCOS DEL CASTILLO DE LCOUBÍN
Entre mis notas recogidas hace años en el Archivo municipal, resaltan dos procesos contra los moriscos del entorno del Castillo de Locubín.
I PROCESO PRIMERO
Por una parte, Juan Rodríguez de Cebreros denunciaba en cuatro de junio de 1570 al morisco Diego Moçate ante el alcalde mayor Francisco Tellez.
Siguiendo los bandos contra los moriscos huidos de Granada, cautivó a Diego en los montes de Encina Hermosa, que provenía de Martos y se quedó residiendo junto con otros de su etnia en la villa del Castillo de Locubín.
Al conducirlo a la cárcel, el procurador Juárez lo defendió y adujo que era cristiano nuevo entablando un pleito proceso. presentó un pasaporte firmado ante el escribano marteño Cristóbal de Valdivia, donde se inscribía la nota del libro de Registros y se ordenaba que no se le podía embargar ni hacerle cualquier impedimento,.
No conforme Ceberos, se fundamenta su apresamiento en el bando de don Juan de Austria, en el que se concretaba que ningún morisco se acercara en el entorno del reino de Granada y desasen dentro de su vecindad. Y refiere que llegó al Castillo, marchando alejado del camino real y con intención de unirse a la sublevación de los moriscos.
De primeras, el alcalde mayor lo condenó a 20.000 maravedíes. Pero, de inmediato, alegó el procurador que era menor, residía en el Castillo de Locubín donde vivían sus tíos,. Le contradice Cebreros presentando testigos de Albolote. Se presenta un bando de don Diego de Mendoza , gobernador y juez de la Vega de Granada y su tierra, representando a l rey y a don Juan de Austria. Era gobernador del Castillo de Locubín Bartolomé Galán.
.........
EL SEGUNDO PROCESO
Se titula contra los moriscos que vinieron a la villa del Castillo de Locubín y se realizó ante el mismo alcalde mayor . Este refirió textualmente:
En la villa del Castillo de Locubín, tieRra y jurisdicción de Alcalá laReal, están y viven muchos moriscos con sus hijos e otros allegados de los Reinos de Granada, sin estar avecindados en ella, y por saber e inquyirir con qué orden y licencias viven y están en la dicha villae, porque no teniendo éstas, están contra los bandos de Su Majestad, e de sus generales , e por ello han incurrido en las penas de los dichos bandos, y en los demás e derecho establecidas, mando hacer de ello cabeza de proceso e que se dé mandamiento para que todos los moriscos e moriscas e moços e sus hijos que pareciere estar en la dicha villa del Castillo de Locubín sin estar avecindados en ella, por testimonio de escribanos los traigan presos a la cárcel pública de esta ciudad, para que, estando en ella pueda prioceder a los que de derecho oviere lugar , E a sy lo proeveo e firmo el dia uno de agosto de 1570.
El alguacil Martín de Morales en la villa del Castillo con ´çel cinco moriscos y sus mujeres y sus hijos y otras mujeres.
CUADRO
Es lógico que la procedencia de los moriscos castilleros eran autoexiliados por las órdenes reales de otros momentos y de esta última expulsión, al estar el límite rondando muchas veces cercano a esta villa.
Otros se habían albergado en la villa como dechadas en oficios como la seda como Isabel de Santarén.
los había cautivos y convertidos en esclavitud. Y otros ya se reconocían vecinos y libres de esa cautividad al considerarse cristianos nuevos ,porque se convirtieron al cristianismo.
PROCEDEN DE PUEBLOS CERCANOS A GRANADA Y SE OBSERVAN UN DOBLE MOVIMIENTO DE MIGRACIÓN A LA VILLA CON OTRAS DEL ENTORNO.
I PROCESO PRIMERO
Por una parte, Juan Rodríguez de Cebreros denunciaba en cuatro de junio de 1570 al morisco Diego Moçate ante el alcalde mayor Francisco Tellez.
Siguiendo los bandos contra los moriscos huidos de Granada, cautivó a Diego en los montes de Encina Hermosa, que provenía de Martos y se quedó residiendo junto con otros de su etnia en la villa del Castillo de Locubín.
Al conducirlo a la cárcel, el procurador Juárez lo defendió y adujo que era cristiano nuevo entablando un pleito proceso. presentó un pasaporte firmado ante el escribano marteño Cristóbal de Valdivia, donde se inscribía la nota del libro de Registros y se ordenaba que no se le podía embargar ni hacerle cualquier impedimento,.
No conforme Ceberos, se fundamenta su apresamiento en el bando de don Juan de Austria, en el que se concretaba que ningún morisco se acercara en el entorno del reino de Granada y desasen dentro de su vecindad. Y refiere que llegó al Castillo, marchando alejado del camino real y con intención de unirse a la sublevación de los moriscos.
De primeras, el alcalde mayor lo condenó a 20.000 maravedíes. Pero, de inmediato, alegó el procurador que era menor, residía en el Castillo de Locubín donde vivían sus tíos,. Le contradice Cebreros presentando testigos de Albolote. Se presenta un bando de don Diego de Mendoza , gobernador y juez de la Vega de Granada y su tierra, representando a l rey y a don Juan de Austria. Era gobernador del Castillo de Locubín Bartolomé Galán.
.........
EL SEGUNDO PROCESO
Se titula contra los moriscos que vinieron a la villa del Castillo de Locubín y se realizó ante el mismo alcalde mayor . Este refirió textualmente:
En la villa del Castillo de Locubín, tieRra y jurisdicción de Alcalá laReal, están y viven muchos moriscos con sus hijos e otros allegados de los Reinos de Granada, sin estar avecindados en ella, y por saber e inquyirir con qué orden y licencias viven y están en la dicha villae, porque no teniendo éstas, están contra los bandos de Su Majestad, e de sus generales , e por ello han incurrido en las penas de los dichos bandos, y en los demás e derecho establecidas, mando hacer de ello cabeza de proceso e que se dé mandamiento para que todos los moriscos e moriscas e moços e sus hijos que pareciere estar en la dicha villa del Castillo de Locubín sin estar avecindados en ella, por testimonio de escribanos los traigan presos a la cárcel pública de esta ciudad, para que, estando en ella pueda prioceder a los que de derecho oviere lugar , E a sy lo proeveo e firmo el dia uno de agosto de 1570.
El alguacil Martín de Morales en la villa del Castillo con ´çel cinco moriscos y sus mujeres y sus hijos y otras mujeres.
CUADRO
MORISCO
|
CRISTIANO NUEVO
|
LUGAR NATURAL
|
MOTIVO
|
AÑO
|
OTROS
|
Bernabé Peralta
|
SI
|
OTURA
|
Lo trajo alguacil
|
70
|
Llevaba una Año con mujer y dos hijos Rodrigo y Bernabé
|
Isabel Peralta
|
|
IDEM
|
CAUTIVO EN la iglesia
|
50
|
|
Diego Montilla
|
|
ID
|
Orden del bando
|
60
|
|
Beatriz Montilla
|
|
ID
|
id
|
50
|
|
Diego de Toledo
|
|
ATARFE
|
id
|
50
|
Una mujer e hijos
|
Isabel de Toledo
|
|
ID
|
id
|
54
|
|
Juan Moçate
|
|
ALBOLOTE
|
|
29
|
|
Leonor de Medina
|
|
ID
|
|
23
|
|
DiegoICórdoba
|
|
OTURA
|
|
58
|
|
Brianda de Diego de Toledo
|
|
ATARFE
|
|
40
|
|
Isabel Moya
|
|
ID
|
|
|
|
Isabel de Santaren
|
|
OTUTRA
|
|
50
|
Viuda de de Juan de Santarén
|
Isabel Archidona
|
|
ID
|
|
34
|
|
Otros se habían albergado en la villa como dechadas en oficios como la seda como Isabel de Santarén.
los había cautivos y convertidos en esclavitud. Y otros ya se reconocían vecinos y libres de esa cautividad al considerarse cristianos nuevos ,porque se convirtieron al cristianismo.
PROCEDEN DE PUEBLOS CERCANOS A GRANADA Y SE OBSERVAN UN DOBLE MOVIMIENTO DE MIGRACIÓN A LA VILLA CON OTRAS DEL ENTORNO.
domingo, 25 de junio de 2017
EN LA REVIST DEL JAÉN. EL POET QUEVEDO Y JAÉN.-
Me vino de mi archivo
particular, entre mis papeles viejos, una carta firmada por Francisco de
Quevedo y relacionada con un tal don Pedro de Pineda y Mesía. No ejercía de
escritor en esta ocasión, sino que se declaraba criado del rey Felipe IV y
actuaba como escribano y oficial mayor de Gregorio de Tapia, secretario de
Cámara del Consejo Real en lo tocante a los asuntos de la Orden de Santiago.
Redactaba las órdenes de su superior porque, vacante la secretaria de las
Ordenes Militares, asumía todas las disposiciones, mercedes y gracias que
emanaban de la Corona. En ese caso, el escrito hacía referencia al alcalaíno
don Pedro de Pineda y Mesía, que constaba su incorporación como caballero de la
Orden de Santiago en 1619, y, con este documento de le otorgaba la licencia
para poder casarse con otra hidalga doña Florencia de Sotomayor, hija de don
Fernando de Sotomayor e Isabel de Castillejo en 1626. No era raro que el
solicitante recibiera el cargo de caballero y se relacionara con la Corte,
porque los tentáculos de su poder de esta familia alcanzaron muy importantes
privilegios y mercedes desde los Reyes Católicos. Recibieron muchos títulos y
mercedes, entre ellas a uno de sus antepasados se le hizo merced de algunos
cortijos significativos entre los
términos de Jaén y Granada (por cierto, todavía los vecinos de Mures,
actualmente le denominan el cortijo de don Pedro) por su estrecha colaboración para
acabar con la conquista del reino nazarí. Y muy conocido fue el conseguir de la
sede pontifica que el altar de su enterramiento recibiera el título de
privilegiado en la capilla de la Virgen de las Mercedes de la parroquia de
Santa María la Mayor. No es de extrañar los beneficios de este documento en
tiempos de Felipe IV por una familia de notables hidalgos que siempre
estuvieron relacionados con la Corte y alcanzaron varios títulos de alcaide de
la ciudad fortificada.
Probablemente, la
presencia de Francisco de Quevedo no se queda en este caso puntual ni
anecdótico en el antiguo reino de Jaén. Hay que tener en cuenta que son muchas
referencias de las ciudades jiennenses que visitó a lo largo de su presencia en
la corte de este rey. En concreto, le acompañó en el viaje de Andalucía que
emprendió a lo largo de 1624. En su epistolario y en las actas municipales se
recogen detalles de aquella comitiva que tuvo que pasar el mal trago de los
caminos embarrados por los parajes de Santisteban del Puerto y Linares, o los
duros trances para vadear las aguas del río Guadalimar o las del Guadalquivir a
su paso por Andújar que se hallaban crecidas por las lluvias. Y, esto le aconteció en la ida, porque a la
vuelta, Quevedo conoció algunas ciudades de la Sierra Magina como Cambil y
Pegalajar, y la patrimonial Baeza, donde pernoctó, a pesar de que se desechó la
visita desde Loja y Granada por la misma Alcalá la Real, donde se habían
preparado todos los mesones, ventas, posadas y casas particulares para alojar
esta corte andante que dejaba sin despensa y manutenciones al pueblo más rico.
Hace años, Genaro
Navarro López publicaba en el Boletín de Estudios Giennenses un artículo
titulado “Andanzas de Quevedo por tierras de Jaén” abría una nueva perspectiva
quevediana para reconocer su presencia en las tierras del Santo Reino. Daba por
hecho que el escritor frecuentaba las villas de Beas y Segura de la Sierra por
su relación con su familiar Sancho de Sandoval y su amigo Alonso de Mejia y Leiva.
Y añadía que le servía de una evasiva agradable para superar los malos tiempos
de su estancia en Torre de Juan Abad. No le causaba ninguna sorpresa que
algunos lugares y personajes de estas ciudades se citaran o cantaran en la
producción artística de Quevedo. Citaba textualmente al Yelmo y las fuentes del
Guadalquivir y el Mundo. Partí aquel día derecho/ antes sospecho que zurdo/a
Segura de la Sierra/ que es un corcovo del mundo. //También, hace cábalas con
los nombres de Belisa, Lisi e Isabel con algún personaje femenino relacionado
con el poeta y entroncado con estos lugares.
El condado fue otro de
los lugares, en los que Francisco de Quevedo se relacionó con tierras
jiennenses, ya que el poeta mantuvo amistades con los condes de Santisteban y
el marqués de Jabalquinto a través de su vecindad con el marqués de Santa Cruz,
yerno del VII Marqués de Santisteban. Y, por eso, en su carta desde Linares, se
muestra a Santisteban del Puerto en medio de las típicas fiestas · con chirimía
de acarreo, caballeros de Úbeda y Baeza, mucho linaje arredrado de tapiz,
abundante refacción, presente numeroso por todo el estado, tiendas con pan y
queso y no deja su dardo satírico al manifestar que era imposible probar los
vinos para la carencia de vasos.
Desde Segura a Andújar,
y desde Santisteban a Cambil, el poeta palpó el alma de esta tierra. Se lo
hicieron ver sus amigos y su estancia, su vivencia y sus pasiones. Por eso,
Francisco de Quevedo se merece una ruta, por su presencia física y literaria,
por su pluma artística y cortesana. Por sus relaciones burocráticas y por sus
descripciones insuperables.
sábado, 24 de junio de 2017
APROXIMACIÓN A LA RIBERA ALTA DE HACE DOSCIENTOS CINCUENTA AÑOS
LA RIBERA ALTA
En lXVIII, se dio un gran impulso al laboreo de las tierras
de la zona de las Riberas ( con b , como quiere muchos) Primero, con los nuevos
repartos de tierras que llevó a cabo el
rey Carlos III y la mejora de la agricultura, promovida por los
ministros ilustrados.
La zona
de las Riberas se había convertido en una asentamiento rural, que procedían de
los antiguos repartimientos de tierras en tiempos posteriores a la Conquista de
Alcalá, Reyes Católicos, y sobre todo, Carlos V. Pero, en este caso especial,
en torno a los molinos harineros que abastecían a la ciudad de Alcalá la Real y
a los pocos núcleos significativos de su entorno.
Ahora
se van a completar repartimientos en zonas cercanas a los montes, vertientes, y
caminos del Romeral y en dirección a los montes de Fraile, Navasequilla y
Trujllos
Junto a
los antiguos molineros, labradores y
hortelanos surgieron gran número de
pegujareros y los jornaleros.
Como es
lógico de este fenómeno histórico, el labrador, el pegujarero y el jornalero
abandonó, a partir de estos años, muchas casas de la ciudad alcalaína en muchas estaciones del año, y
fijó definitivamente su residencia
en los cortijos arrendados, las tierras
de censo de propios y las compradas.
Con esto,
nacieron nuevas necesidades y
nuevos servicios, entre ellos, un
lugar de reunión para tomar decisiones,
para informarse y para cumplir con el
Estado. Este será la ermita. Y su
gestor un sobresaliente o capellán que se encargaba de los impuestos, de las
levas, de los censos y padrones.
No podía
atribuirse a esta zona una advocación, más propia que la de su río, las Riveras, tan ligada al entorno rural, de donde surgían los nuevos
núcleos y diseminados
En este año, vamos a llevar a cabo un avance que
completaremos el próximo año.
El territorio, ocupado por el partido de campo las RIBERAS formaba una demarcación
administrativa inferior a la del municipio de Alcalá la Real y no muy bien
definida desde el territorio de Frailes hasta las Vegas de Paz. Se enmarcaba
dentro del partido de las Riberas, Salobral y Mures. Presentaba una
fisonomía diferente a otros partidos
rurales como Charilla o la
Rábita, donde había cierto núcleo central y varios cortijos, pues aquí
predominan dos tres núcleos
diferenciados ( uno de ellos la cortijada de las Riberas) y un gran número de cortijo diseminados.
Se extendía en orno a las riberas de los ríos de Frailes
y Salobral y limitaba por el sur con el
término de Moclín, el oeste con el partido de Palancares, el norte con el de
Frailes, y el este con el de Santa Ana. Comprendía cortijos
principales como el de Alfonso García San Isidro, donde estaba la ermita
de san Isidro, propiedad de don Pedro de Viedma, el de las Monjas Dominicas,
Cañada Honda, de don Diego de Ortega, el de las Albarizas, las tierras de
Puertollano, la zona de Fuente la
Encina, el Valenzuela o del Convento de la Trinidad, el Villar, Coscojares, y
Cuesta del Salado
Estos son datos básicos que
ampliaremos en otros años:
TIPO
|
PERSONAS
|
LUGAR
|
OTROS
|
Labrador
|
Alfonso
García
Antonio
Rosales
Antonio
de Cuenca
|
Cortijo
de Alfonso García
Una
casa de teja en Frailes
20
fanegas de presbítero A.Rincón.
Casa
y cuatro pedazos: uno de veinte fanegas,
otro de 9, otro de seis y otro de tres
de las monjas de la Encarnación
en arrendamiento.
Seis
fanegas en Navasequilla, propias de Consolación
Cortijo
de Navsequilla la Baja, propiedad de
Convento de Consolación. (527 fanegas) la Piedra
|
|
Pegujarero
|
Juan
García Colodrero
Vicente
Rosales
|
Casa
propia de teja Pieza de tres fanegas
en la
Ribera
|
Sus
cinco hijos
|
Jornalero
|
Alfonso
Sánchez
Andrés
de Baeza
Alfonso
Montilla
|
|
Sin
hijos
|
Maestro
de Molino de Pan Moler
|
Antonio
Peñalver
|
Molino
de doña Catalina de Aranda
Una
fanega de tierra en Frailes
|
Un
hijo que le trabaja, cinco menores y un sirviente
|
GRUPOS HUMANOS
EL LABRADOR Y SU FAMILIA
Suelen ser vecinos de Alcalá la Real y Frailes,
donde poseen casa propia. Arriendan o poseen un gran cortijo en esta zona, y
forman una unidad familiar, compuesta por el matrimonio, cuyo padre familiar
ronda entre los treinta y setenta años, varios hijos o asnados ( algunos de
ellos colaborar en las labores agrícola, los que tienen unos 20 años), y una
serie de mozos, denominados de soldada, gañanes o pastores. Cumplimentan los
ingresos con piezas de tierra propia, arrendadas a Instituciones Religiosas o a
los Propios de la Ciudad
Los
grandes cortijos se transmiten de padres a hijos en el arrendamiento..
Tiene una
economía autárquica, donde se proveen de los alimentos básicos: pan,
hortalizas, frutas y carne. Se dedican a la agricultura, que suelen compartir
en muchas ocasiones con la ganadería, pues los cortijos están compuestos de una gran parte de
terreno, dedicada a los cereales, y los
montes de alrededor y los propios y comunales de Frailes, a la ganadería.
Disponen de yuntas ( dos a cinco) para el laboreo, generalmente
de bueyes, yeguas, y asnos, como medios de transporte y viaje, y ganado de cerda, vacuno lanar caprino para
las necesidades familiares y para la venta ( pocas unidades); en ocasiones,
disponen de varias colmenas de abejas.
La
mansión del labrador suele ser una casa de
cortijo de teja, propiedad de un hidalgo o de alguna institución
religiosa (en este partido, no hay ninguno que pertenezca a los propios del
ayuntamiento). Se compone de un recibidor o entrada de cortijo, donde se
distribuyen una cocina, cuarto, cuadras, tinados, hornos.., un segundo cuerpo
de cámara para dormir, y, a veces , un pajar. A la entrada de la puerta suelen
existir colgadizos. Las proporciones son
mayores que en otros partidos de campo. Es el caso de la casa de Alfonso García
con doce varas de frente y nueve de fondo. Pero las hay hasta de veinte varas
como el de Navasequilla.
En la
zona de las Riveras, hay un caso
especial, el labrador hortelano. Es el caso de Antonio Rosales, que
arrienda cuatro piezas a las monjas de la Encarnación, no del tamaño de los
antiguos cortijos superiores a las cien fanegas de tierra, sino más bien a las
pequeñas piezas que se repartieron con motivo de la conquista de Alfonso XI a los caballeros para
complementar a los cortijos recibidos , ( en torno a los ríos y con labor de huerta). Muchas cayeron en manos
de los Cabrera, Pineda, Aranda....pero con el paso del tiempo, al entrar
algunos hijos o hijas en instituciones religiosas se convirtieron en propiedad
de conventos de Alcalá. Por el interés del caso transcribimos literalmente
estas tierras, ya que son el origen de la
aldea, que se generó en torno a la ermita:
“Declaro
tengo en arrendamiento una pieza de tierra de veinte fanegas en dicho sitio de
la Rivera en la que se halla una casa de Campo y ermita, es de regadío de la mejor bondad y se halla
poblada de árboles frutales y entre estos cien nogales, cuya propiedad es del Convento de Religiosas de Nuestra
Señor a de la Encarnación de esta Ciudad- Los nogales ocupan diez fanegas, dos
de frutales menores todo en tierra de primera calidad y las ocho fanegas de
sembradura y se regula de utilidad 1000 reales...Otra pieza de nueve fanegas .
de regadío, propio del Convento, en la que se hallan siete pies de nogales y
dos morales. Tiene siete celemines de nogueras, dos de morales, todo en tierra
de 3 calidad, ocho fanegas de hortaliza y sembradura, se renta en 120
reales..... otra pieza de tierra en la
medida de tres fanegas de regadía propia
del Convento , de tercera calidad, que renta 90 reales, otra de seis fanegas , propia del convento de
secano y sembradura.. por cuya casa y
las cuatro piezas de tierra que van declaradas, pago en arrendamiento mil
trescientos y veinte reales...
Este labrador se complementa
con una ganadería puramente familiar, donde predomina los animales de labor, y un número pequeño de ganado ovino y
caprino, junto con otra tierra arrendada, de menor calidad.
Sus rentas debían ser
superiores a lo que declaraba en el Catastro de la Ensenada, pues unas entradas
de mil trescientos diez reales no podían tener una renta tan nivelada con unos gastos
de mil doscientos cincuenta reales de
arrendamientos su
EL PEGUJARERO
Vive su mayor parte en su vivienda de la Rivera, pero los hay que viven en Alcalá y
en Frailes. No tiene mozos de soldada ni sirvientes, La cantidad de fanegas de
tierra del cortijo arrendado es menor , ronda
las cincuenta fanegas y menos aún. Complementa con la venta de ganado
EL JORNALERO.
Suele ser muy
joven, casi no alcanza los treinta años. Vive de su jornal. Está casado, suele
vivir como residente en casa de retama o
en algún cortijo, a los que paga una cantidad por vivir o Y no tiene más
entradas que sus brazos. No hay ninguno
LOS MOZOS DE SOLDADA
Suelen
ser de la edad de 18 hasta veintitantos años, analfabetos. No son miembros
naturales de la unidad familiar,
acompañan al labrador en tareas
secundarias del campo:.el pastoreo, guardar las piaras de cerdos, la siega, el
vareo, la recogida de aceituna, la vendimia. También, las secundarias del
trabajo del molino...
Cobran cincuenta seis reales anuales y se les provee de alimentación,
vestido básico y auxilios médicos....
LOS SIRVIENTES
Se diferencian de los anteriores
porque el sueldo es mensual y ganan más.
LA CRIADA
Es una
mujer ligada con la familia casi por vida, y atiende las labores de la Casa de
Cortijo, refiriéndose a preparación de comida, limpieza, lavado, costura,
crianza de hijos del labrador. No suele abundar en este contexto.
LOS MOLINEROS
Se denominan maestros, oficiales
o peones de molinos de pan moler. Suelen formar una unidad familiar,: padre con
hijos y algunos sirvientes. El molino no es de su propiedad, sino de familias
hidalgas o conventos. Y pagan una renta que exceden los cuatrocientos reales.
Se complementan con la labro de algunas
tierras propias o en arrendamiento Mantiene animales domésticos para leche y
carne..
Sírvanos de ejemplo el cortijo de Navasequilla la
Baja. Se componía de tierra y monte y una vivienda o casa cortijo . Distaba de
Alcalá legua y media. Tenía”portal, cuarto bajo, cocina, dos colgadizos( uno de
tinado), cámaras y su corral con un cuarto de encerrar ganado, tiene por frente
de veinte varas, y de fondo nueve tiene asimismo una pieza de tierra de 727 fanegas de tierra,
una suerte de 160 fanegas de labor y el
resto de monte y encinas, ( Al tercio de tres años) 580 pies de encinas,
chaparral y monte bajos,. que confronta a levante con tierras de Propios por
poniente, levante y sur y
por el norte con el cortijo de Antonio Narváez , vecino de Loja. El labrador
pagaba arrendamiento el labrador
doscientos reales y se regulaba en utilidad 1.300 reales..
/continuará/
FRANCISCO MARTÍN
ROSALES
viernes, 23 de junio de 2017
LA REINA ISABEL EN ALCALÁ LA REAL. 1482.
A
LCALÁ EN TIEMPOS DE LOS REYES CATÓLICOS POR HENRÍQUEZ DE LA JORQUERA
AÑO DE 1484
Henriquez de la Jorquera
comenta que en el año 1484 tras la toma de Cambil se proseguía tala en la
tierra y partido de Málaga y, después de haber puesto en buen gobierno las
ciudades de Jaén, Úbeda y Baeza y Andújar como tengo dicho, fortalecido la
villa de Cambil (aunque Sedeño y otros autores dicen que se ganó el siguiente
año y que agora no tuvo efecto, recibiendo engaño) "partió la reina
Isabel para la ciudad de Abençaide, que llaman Alcalá la Real, fronteriça de
los moros de Moclín y de otras villas fuertes: hiço su entrada en la dicha
ciudad en este dicho mes de março con
grande festejo de sus caballeros y ciudadanos y
después de haber descansado, hiço llamamiento de sus capitanes a donde
vino el maestre de Santiago, el Conde de Cabra, el marqués de Cádiz y el marqués de Villena y don Lorenço Suares de Figueroa, conde de Feria, Don Alonso
de Aguilar y Córdoba, señores de Priego, el conde de Osorno comendador mayor de
Castilla, el conde de Niebla, el conde de Ureña, Juan de Guzmán hijo del duque
de Medinaceli, don Juan de Sotomayor señor de Alconchel, Luis Fernández
Portocarrero, señor de Palma, Juan de Teba y otros muchos capitanes que juntos
con la reina y el cardenal de España se trató de la provisión de la guerra que
se había de hacer contra los moros, en el interin que el rey venía del reino de
Aragón;y, en esta ocasión, vino don Alvaro de Mendoça conde de Castro ya general
de las galeras y de la armada del Mediterráneo, a donde recibió grandes
socorros para la paga de sus soldados y para refuerça de ella de gente y
municiones,según Nebrija y otros".
çEn el reino de Granada había muchas
disensiones, y, detenido Fernando en Tarazona, "estando en la ciudad de
Córdoba, casi a postreros de março, dió el cargo de a Capitanía mayor de la guerra para entrar en
tierra de Granada y su reino el gran cardenal de España don Pedro González de
Mendoça, arçobispo de Toledo; y como la reina avía llamado a los señores y
capitanes y para provisión de las cosas tocantes a ella acordó ir a las
ciudades de Antequera y Alcalá la Real para que allí ocurriesen las huestes,
porque la presencia de la reina y la forma que tenía en la gobernación de las
cosas hacía a sus ministros y servidores ponerlas por obra con grande diligencia; con lo qual se partió para Antequera con el gran cardenal y otros
grandes señores que le acompañaban:mas
apenas hubo llegado a Antequera cuando tubo aviso del rey Católico, como ya
estaba de partida para Andalucía , con lo cual, dejando en aquella plaça las
cosas militares en buen estado, se encaminó para Alcalá la Real para proveer en ella las necesidades que
ocurriesen par su guarda y defensa, siendo aquella plaça tan frontera de moros,
si bien de las fuertes de aquella comarca; y dejándola bien gobernada con mucha guarnición y bastimentos
dió la vuelta a Córdoba, entrando el mes de abril a esperar al rey su marido
y a prevenir con grandísima diligencia los víveres y pertrechos para continuar la
guerra siguiente".
Tras la conquista de Loja se concede la villa de
Benamejí al mariscal de Alcalá Fulano Bernuy de Mendoza y el cerco de Íllora y
pretendió tomar Moclín que lo hizo el
rey y la reina "con todo el exercito
y se pusieron sobre la villa de Moclín puesta sobre un pico de una sierra a la
vista de Granada,a quien los moros llamaban el escudo de Granada por su
fortaleça, que se defendió muchos años de todo poder de los reyes de
Castilla,estando a tres lenguas de Alcalá la Real; y agora estaba bien
fortificada y con mucha guarnición de moros valerosos que defendían sus torres
baluartes"echando la gente y tras la explosión del polvorín, rindieron la
ciudad.
Después tomaron Colomera,
Benalúa, Puerto Lope, y Montefrío. En la
villa de Colomera puso por alcaide a
Fernando Álvarez de Alcalá "caballero valeroso, natural de Alcalá la
Real",tras trasladarse la reina a Íllora, reunida con sus consejeros de
guerra, cabos y capitanes para deliberar si se entraba en la vega de Granada
"se acordó que la reina se pasase a la ciudad de Alcalá para desde allí
remitir víveres que fuesen menester para el abasto, según Lebrija".El
lunes tres de junio marchó la reina hacia Alcalá y el rey con el ejército hasta
los Ojos de Güéjar.(unos dicen que fue primero a Loja y luego a Alcalá .[1]
[1]. Henriquez de
Jorquera,Francisco.Anales de Granada.Edición preparada por Antonio Marín
Ocete..Granada 1987.
EL BARRIO DE SAN JUAN
Acercarse
al barrio de San Juan siempre rejuvenece el espíritu, porque significa que
todavía se mantienen intactos algunos resortes de la juventud. Es pasar del
llano al cerro, en una ascendida que marca y deja ya agujetas a las personas de
la Tercera Edad. Pero, que, al superar el altozano y los aledaños de los
Arrabales, se respira una aire diferente
del contaminado de los barrios bajos en medio de los Jardines de la Mota, junto
al Centro de Rescate de Animales. Sin
embargo, a lo largo de su recorrido se
siente una sensación agridulce, entre la renovación y asentamiento de muchos
espacios públicos, y, por otro lado, el
deterioro y el abandono de las viviendas del barrio. Es lamentable recordar muchas familias que
compartieron hogar y vecindad en un barrio floreciente de la segunda mitad del siglo pasado. Muchas casas ahora se
encuentran deshabitadas, algunas otras
convertidas en solares con el testigo de la pantalla de la fachada de piedra recién restaurada y, en algunas
calles, tan solo se mantiene en pie una ridícula representación de un barrio
otrora populoso. Aquel barrio de blancas fachadas de cal, cenefas negras y
rejas de hierro forjado sufrió el primer hachazo urbanístico con la
incorporación de los balcones corridos atentando con su fisonomía de barrio
andaluz. Recibió el segundo golpe mortal con las políticas desarrollistas de
los años setenta que sustituyeron las mansiones de labriegos y campesinos por
el traslado a las zonas frías de Alcalá la Real
de muchas familias que ya no supieron transmitir la antorcha a sus
descendientes.
Y eso que siempre ha
sido objeto de reclamo de todo tipo de
medidas. Se cambiaron en los tramos finales de las calles los pavimentos de los
viarios, desde los escalonamientos por tapias ascendentes hasta rampas insanas
para los vecinos, y, peores para los reventones de los coches. Se pasó del
arrecifado y de piedras de canto rodado
al asfaltado o al pavimento mixto de cemento estriado y acera de pequeño
empedrado. Se ubicaron algunos servicios públicos en sus calles: la Guardería
en la calle del Rosario; la Uned y otras oficinas municipales en la Casa Pineda… Otras
asociaciones pusieron su sede en este barrio: varias hermandades, asociaciones
de barrio o musicales, amas de casa no quisieron contribuir a la diáspora
de sus antepasados y, al menos,
fijaron su encuentro social en el barrio a lo largo de las convocatorias de sus vidas societarias.
Se
reclama como un último cartucho la
puesta en funcionamiento del rehabilitado exconvento de la Trinidad.
Invita a dar un paseo por todo su
entorno su nueva entrada por el antiguo Camino de San Bartolomé o
Carrera de los Caballos pasando por el
rincón bellamente renovado de la ermita de San Blas en medio del arco de
triunfo de la portada del santo de la gargantilla. Un poco más complicado, y en
medio de sus últimos derrumbamientos, el entorno de la placeta de la Trinidad
junto a las casas de la Tercia Decimal y las viviendas de las familias
de los Sardos.
Hace más de cinco siglo se levantaba la ermita de
San Juan, parece como si recordara una
fiesta en la que se vivía ese mundo de frontera
con antiguas pervivencias musulmanas y la nueva presencia cristiana.
Nació en torno suyo un nuevo barrio, de
labradores y gente artesana, reutilizando el antiguo el morabito como casa
trinitaria para rescate de cautivos en tiempos de frontera, donde se recordaban
las fiestas musulmanas que se correspondían
con las ancestrales fiestas
cristianas de San Juan: Mañanitas de San
Juan/ al tiempo que alboreaba,/ gran fiesta hacen los moros en la vega de
Granada./. Sin olvidar la
integración de las antiguas alquerías en el nuevo viario de la ciudad en torno a la Carrera Vieja.
Pero, como dice aquel romance en su segunda parte, que debió celebrarse en el entorno de este
barrio, se sufrió una fuerte celada de venganza por parte de los musulmanes
contra los moradores cristianos que habían perdido la ciudad de Antequera. /que toquen
todas el arma, /manda juntar a los suyos/hace muy gran cabalgada/y a las
puertas de Alcalá, /que
la Real se llamaba,//los crisitianos y los moros/una escaramuza traban.
Es decir, se vive un momento muy importante de este
barrio, de pervivencia y de una apuesta por el futuro como hicieron nuestros
antepasados, cuya antorcha no supieron mantener sus descendientes ante la
invasión de los nuevos tiempos del desarrollismo. Esperemos que no sea
un canto heráldico de lo que sucedió en otros barrios como la Peña Horadada,
San Bartolomé, el Rastro, Santo Domingo o San Francisco. Las generaciones
futuras y los nuevos proyectos de
reforma del plan interior patrimonial tienen la palabra. Nos gustaría cantar
como decía el juglar: Con la victoria los
moros/ van la vuelta a Granada/ a grandes voces decía./-¡La victoria ya es
ganada!//
FELICES FIESTAS.