LA PRESENCIA DE LA ABADÍA ALCALAÍNA EN LA CATEDRAL DE JAÉN. CANTEROS Y
MAESTROS DE OBRAS.
Francisco Martín Rosales
I
La relación
artística e intercambio de maestros del
arte ( pintura, escultura y arquitectura
y artes menores) entre Alcalá la Real y los reinos de Jaén , Granada y Córdoba es muy frecuente, teniendo en cuenta que en la
ciudad de Alcalá la Real se fue sede y
de la Abadía de Alcalá la Real y del corregimiento tripartito de Alcalá, Loja y
Alhama, y, aquí, ubicó un grupo importante de artistas en torno a los
Sardos-Raxis y a la familia de los Aranda
a lo largo del siglo XVI y XVII
Los
intercambios personales, cimentados en su situación estratégica, económica y
social, se centraban a través de varias
actividades relacionadas con la producción artística.. En primer lugar, el
aprendizaje de los artistas foráneos o naturales a la ciudad de Alcalá la Real, La segunda línea es el campo de los veedores de las obras
La
tercera línea es la intervención de los artistas foráneos en las obras de
Alcalá la Real y la contratación de
aprendices, oficiales, maestros de obras y
maestro mayores a la hora de ejecutar
una obra bajo la supervisión de
un arquitecto foráneo o, a la
inversa, la presencia de artistas
alcalaínos que acuden a otros lugares.
No es de extrañar que la presencia de maestros
del arte granadino s predomine en la
ciudad de Alcalá la Real:
Es poco significativa la
presencia de artistas malagueños.
Mucho menos es la de los artistas
cordobeses exceptuando el arquitecto
Luis González,
.
El
reino de Jaén no quedaba atrás con la
presencia de Alonso Barba y maestros coetáneos (durante segunda mitad del siglo
XVI en edificios civiles y religiosos de Alcalá la Real) o de otros artistas de ciudades importantes de la
diócesis de Jaén con la participación en
las obras de la fase final de la iglesia de la abadía A lo largo de este periodo final del
siglo XVI y mediados del siglo XVII
de la historia de Alcalá la Real, Ginés Martínez de Aranda va a ser el maestro de los maestros
sustituyendo a los grandes artistas foráneos del siglo XVI hasta que fue sustituido y comenzó a dar los grandes pasos de maestro de
obras su sobrino Juan de Aranda en torno al 1618, cuyo aprendizaje coincide con los últimos años de la vida de
su tío (1623). Tras su muerte, si bien fue sustituido por el marido de su
prima Luís González, pronto compitió en
los decenios tercero y cuarto con este artista cordobés hasta su marcha a Jaén
en 1634, fecha en la que ocupo de nuevo
el lugar de maestro Luís González.
Nos trae la
presente comunicación la presencia de maestros y arquitectos alcalaínos de
obras en la Catedral de Jaén, que queda reducida a Juan de Aranda y la familia de Juan Roldán.
II
JUAN
DE ARANDA SALAZAR
Continuó,
junto con su tío, primo Ginés y Luís
González, su formación en las obras de la capilla Mayor de la Iglesia Abacial
de Alcalá la Real, lo que le permitió aumentar sus conocimientos en la técnica
y dominio e la arquitectura en una obra que ofrecía muchas dificultades por la
base de cimentación y cubrición del presbiterio de la Iglesia Mayor.
A principios de enero de 1624, ya ha muerto su
padre y con su madre en vida, era vecino
de Castillo de Locubín y se casó con Ana
de Jerez, hija de Francisco Ruiz Cortecero
y María de Jerez, como era acostumbrado, se entregaron las dotes por parte de
cada uno de ellos, destacando la cuantía total de 204.190 maravedíes que aportó la mujer, y por
parte de Juan de Aranda 109. 358
maravedíes y los papeles con las
trazas del oficio de cantería ( valorados en 35 ducados) y las herramientas del
oficio (750 reales).
Durante
sus primeros años de maestro, avecindado
en Castillo de Locubín, adquirió
experiencia en la ciudad de Alcalá la Real, junto con el asentador Ginés López
que asumió la obra, Ginés su primo y
Luís González en la obra de la capilla mayor; también en el convento de la
Encarnación de las Madres Dominicas ( 1626 y siguientes),. En 1626, era ya vecino de Córdoba y se
trasladó a Alcalá la Real para firmar, como maestro de cantero y estante en la
ciudad, junto con el cantero Juan Roldán, el contrato para sacar las piedras de la cantera de Alcalá la Real
con destino a la iglesia del Castillo de
Locubín ..
En
1627, desde la ciudad de la Mezquita vino a Alcalá y dio poderes a su suegro
Francisco Ruiz Cortecero y Damián López, para cobrar de Juan Márquez, presbítero mayordomo de esta igle
sia, “ todos los maravedíes que fuera necesaria para obra que se había
de hacer ”; por el mes de
septiembre la obra ya se ha comenzado y está recibiendo los cahices de cal con
su paisano Fernando Izquierdo
; en
julio de 1630 recibió del mayordomo Juan Márquez
fábrica de san Pedro de su ciudad natal
16.031 reales y media . Por otra parte, su compañero cantero Juan Roldan
se obligaba a traerla sacada y desbastada
y ayudar a cargar la a los carreteros.
Incluso, adquirió
un nuevo rango social e hizo un contrato de arrendamiento de una finca que
había comprado en la vereda del Carmen y
contrató al carpintero Andrés Ortiz de la Hinojosa un “
escrptorio con sus gabetas y pie de nogal”
sintiéndose orgulloso de ser familiar del Santo Oficio de la Inquisición, a la
vez que le indicó que fuera parecido al modelo del cura Pablo de Mesa
. Este
presbítero sustituyó a Juan Márquez en la mayordomía de la iglesia castillera a
partir de 1632.
En 1629,
intervino en las obras del convento del Rosario contratado por el padre prior
fray Gaspar de Sardiña y comenzó a relacionarse con Pedro del Portillo y
mantuvo las relaciones con Luís González
.
En 1631, firmó también dos importantes contratos, referidos al
patronato del Martín de Artiaga, cuyo
patrón era Pedro de Pineda Lences.
En
febrero de 1630., la iglesia de San pedro
se encuentra muy avanzada, y había que cubrirla, ya que la obra vieja
amenazaba ruina. De acuerdo con los
informes de Juan de Aranda, se solicitó un censo de 500 ducados por el
mayordomo Juan Márquez y, para ello, se presentaron varios testigos que
confirmaron la necesidad del censo y la
ratificación de la necesidad de la obra por parte de Juan de Aranda Salazar. Se
lo dio al mayordomo Bartolomé Serrano en la cantidad de 8 7. 040 maravedíes
.
.
Hasta este año compartió obras de Alcalá la Real y Córdoba
donde intervino en el retablo de la Catedral de Córdoba, y el cabildo
catedralicio lo recomienda para maestro de obras de la de Granada. Su estancia
cordobesa viene confirmada con una escritura de poder que realiza el 29 de
junio de 1631, cuyo destinatario fue nada menos que su cantero predilecto Juan
Roldán, que por entonces se encontraba en Alcalá; el mismo manifiesta que es
vecino de Córdoba y se autonombra como maestro de cantería. Y, además de estos
detalles biográficos aporta un nuevo dato cuando afirma que “
para que reciba y cobre de esta ciudad e de
sus propios la cantidad o cantidad de
maravedíes , que se le deben de las obras del lavaderos nuevo de los Álamos y
de las En 1632, continuó con las
obras del Castillo de Locubín, porque recibió del mayordomo Pablo de Mesa
nuevas partidas de los gastos de la obra de San Pedro , entre ella las del
enmaderado
. Y ya
se le reconoce como maestro mayor de la catedral de Granada, porque
firmó un contrato con el alcalaíno Pedro
de Morales Vergara, para que le entregara cuarenta carretadas de piedra , más o menos, que tenía que llevar de las canteras de Alcalá la Real
a las puertas de la Iglesia de San Pedro del Castillo de Locubín
. Su
actividad comercial se acrecentó durante estos años hasta su marcha a Jaén,
porque compró censos, vendió casas y adquirió fincas. Entre los censos, realizó
uno sobre cuatro aranzadas y media de viña con José Galán de la Bella
.
En 20 de septiembre de
1632, era vecino del Castillo de Locubín y maestro mayor de cantería; se trasladó a la ciudad de Alcalá la Real
para firmar un contrato
con el mayordomo
de la Iglesia Mayor Abacial el
licenciado don Juan de Álvaro , comisario del Sant Oficio de la
Inquisición de la ciudad de Córdoba. Se había reunido el cabildo eclesiástico de la
Abadía y , en ausencia del abad
don Álvaro de Toledo , acordaron que se
hiciese un coro de piedra en la parte y lugar y por el modo y forma y
traza que contiene en la planta que se
vido en el dicho cabildo. Por el
dio Joan de Aranda, de que esta firmada la dicha planta y en poder de Cristobal Nuño, notario mayor
ante quien el dicho cabildo pasó respeto el qual el coro que tiene la dicha
Santa Iglesia en parta alta y que no se
puede usar con la comodidad de él y por
otras razones que el dicho cabildo de
18.8.32. En 1633, intervino
en las obras de la torre de la Mota para llevar a cabo su terminación
.
En
1634, tras unos años de inactividad
en la construcción de la nueva catedral
de Jaén fue llamado por el obispo
Baltasar Moscoso de Sandoval para que revolucionar el estancamiento que el que
había caído la vida constructiva de la ciudad
. En
1636, Juan de Aranda todavía trabaja en Alcalá junto con el maestro mayor de obras Pedro del Portillo
apreciando las obras de una capilla de
la iglesia del convento de la Encarnación, lo que nos manifiesta la
participación activa en el diseño y reconversión del antiguo Hospital en
Convento. Dice así el documento firmado
con la priora doña Leonor de Aranda.
“ por cuanto doña María Luisa, mujer de don Diego de Valenzuela, que se ofreció a pagar
la mitad por ser su hija heredera,
mandó que se sacasen doscientos
ducados y se hiciese una capilla en el
dicho convento apreciadas las obras por
los maestros Joan de Aranda y Pedro del portillo en 2.000 reales”.
La
relación con este convento fue muy
importante, ya que ingresaron también como monjas en 1650 sus hijas Josefa
Jerónima y Baltasara de Aranda junto con doña de Jerez por la dote de 800
ducados
. A partir de aquí, su
vida y residencia fue la capital del Santo Reino, donde alcanzó el cargo de
maestro mayor de la catedral de Jaén e intervino en muchas obras de la diócesis
y, sobre todo, dio un gran empuje a la catedral de Jaén.
En
1658, ya había muerto y sus hijas las
monjas entablaron un pleito de
reparto bienes. Los bienes
alcalaínos consistían en una huerta del
Arroyo de las Parras, cierta tierra de sembradura, un oficio de escribanía de
Alcalá la Real, una casa de la calle Real, otro oficio en el Castillo de
Locubín, otra casa en el castillo y un molino, y dos aranzadas de tierra para
cultivar vino
,.
III
CANTEROS
JUAN ROLDÁN
Era
hijo de Juan Roldán estaba casado con
Isabel Jiménez,. Hay constancia de su trabajo desde principio de siglo
en las obras de la ciudad, en 1617,. En 1623 se vio obligado a proporcionar,
junto con Sebastian González, vecino de Albolote, los sillares de piedras de cantería necesaria para la
terminación de la iglesia mayor que estaba a cargo de los maestros de cantería
granadinos Mateo de Santa Cruz, Miguel
Guerrero y Juan Caderas, y el alcalaíno Juan de Fraguagua, ejerciendo la labor
de cantería pues debió preparar los sillares que fueran menester para la obra
de la capilla mayor en forma de sillar, equina y perpiaño tras recibirlos de
las piedras de los sacadores ( tanto cabuqueros como entalladores), a los que
debía pagar el propio Roldán
En
este mismo año y día, apareciendo curiosamente en el documento como maestro de
carpintería se comprometió con fray Juan
de Luna, prior del convento de Consolación a hacer el arco toral de la capilla
mayor y recibió las condiciones de la obra de Juan Durán.
.
Este
cantero continuó trabajando junto con Juan Aranda de Salazar, y con otros
maestros alcalaínos comentados anteriormente
en el tercer decenio del siglo XVII.
A mediados de esta misma década,
junto con los hermanos canteros Juan y Alonso Pérez de Castilla concertó la obra de cantería de la iglesia
conventual de Nuestra Señora del Rosario, donde se comprometieron a entregar la
piedra necesaria hasta estar acabada sin
suciedades y del mismo color, y especificando que fuera de las dos canteras de
los Llanos
; media y tres cuarta de
alto para las impostas y setenta varas de vara y media para las 3 capillas, más
1,500 varas de sillares y calzados
.
En
1634, intervino en la obra de la catedral de Jaén y pujó por la obra del puente
del Vado de de la Torca entre Alcaudete y Luque; para ello escribió al trazador
mayor del Rey Felipe III Josefe de
Villarreal para que
“ pidiera y recibiera
la baxa y postura que tenía fecha por petición que tiene presentada ante la
Justicia de esta ciudad en la obra del puente del Vado de la Torca , término de
las villas de Alcaudete y Luque, y que estaba rematada en 100.000 maravedíes,
y, admitida la baja, que tiene el dicho
prometida y la demás condiciones de dicha partida pide se le rematara y
rematada se acepte el dicho remate”.
Fue vecino
de Alcalá la Real hasta 1634 y de la
ciudad de Jaén hasta 1649. Pues en 1650 aparece como vecino de Alcalá la Real,
dando poderes a Juan de Aranda Salazar para cobrar sus obras en Jaén
.
Tuvo varios hijos, uno de nombre de Juan
Roldán que se trasladó a Sevilla y ,
debido a una peste ocasionada a finales de los años cuarenta del siglo XVII ,
murió junto varios hermanos. En 1649, él último fue Gabriel, y Juan murió anteriormente). El padre Juan Roldán casó con Francisca Martínez Calvo que heredó una finca en el
sitio de los Bramaderos
a
través del cual conocemos la genealogía de este cantero.
Se trasladó a Sevilla e hizo varias obras de la catedral, donde obtuvo un
buen capital que luego heredó Juan de Aranda Salazar y el propio Juan Roldán
SU
HIJO JUAN ROLDÁN
Se
casó con Andrea, hija de Juan de Aranda Andrea y fue educado como aprendiz de
Juan de Aranda Salazar, que lo introdujo
en el mundo de la cantería interviniendo den las obras de la Catedral en otras obras de la diócesis. Marchó a
Sevilla, donde murió y dejó sus bienes a su padre y suegro
.
Rafael Galiano ha estudiado profundamente esta etapa de cantero de Juan Roldán
como aprendiz y de otros alcalaínos.
IV
LA OBRA DE LA CATEDRAL DE JAÉN
La
presencia de estos dos maestros de cantería, el mayor como arquitecto Juan de Aranda Salazar de desde 1634 , y
simplemente de obras Joan Roldan desde 1633, se ha documentado suficientemente
por parte del primero; sin embargo por el segundo los documentos escasean y así
su presencia puede ser desarrollada cronológicamente de la siguiente manera:
En 1633, hay dos documentos. Uno se refiere a
un poder para trabajar en Jaén
, en
el que Juan Roldán y otros compañeros alcalaínos se comprometieron a una obra en forma
cooperativa , pues el trece de marzo firmaron un documento de poder para
el firmar un contrato de sacar piedra
con el señor cardenal y obispo de Jaén. Formaban el grupo Alonso Pérez
y Cristóbal Roldán y Pedro Pérez
y Juan Roldan y se comprometían en los plazos correspondientes a cumplirlo.,
declarándose todos ellos canteros.
Joan Roldán, avalado por los
canteros vecinos de Jaén Domingo Pariente y Juan Vázquez, se comprometieron los
primeros a “
ayudar a Joan Roldán
abiar las carretas que por el cabildo y
maestro mayor de las obras de la Santa Catedral de la ciudad de Jaén fueran
enviadas a la cantera del Mercadillo y
sacar las piedras conforme a la medida que el ducho Maestro mayor enbiare”
Por eso, se obligaba el propio Joan Roldán
a
sacar seis columnas de de largo y grueso que fueran pedidas , y, si no se
pudieran sacar, de la cantera del
Mercadillo se an de ir a sacar a la cantera de Almanchez” Se le pagaba 34
maravedíes por cada pie y pagándole mitad por mitad con los otros canteros; la
duración del contrato alcanzaba el tiempo de llevar piedra durante cinco años.
Lo curioso de este contrato es que adelanta en varios días a las fechas
aportadas por biógrafos como Galera Andreu
y Rafael Galiano, sobre la
llegada del arquitecto castillero a la ciudad de Jaén para emprender la
reanudación de las obras en Jaén, ya que Juan de Aranda o fijó el contrato de
maestro de obras de la catedral de Jaén con el salario de 500 ducados anuales a
partir del 15 de marzo del mismo año y su residencia se llevó a cabo dos meses después. Además, es curioso que el
primer contacto entre los maestros de cantería, lo llevara a cabo no el propio
Juan de Aranda Salazar sino el mismo Juan Roldán. La unión profesional y
amical entre Juan Roldán y Juan de
Aranda Salazar debió ser muy intensa, porque en diciembre de este mismo año hay
un documento de fidelidad hacia el maestro mayor
“ Juan Roldán, cantero y vecino de esta ciudad ( Alcalá la Real) otorga
y fía a Juan de Aranda Salazar y se obliga a que hay una sentencia de derrumbe
pronunciada contra Alonso de medina, vecino del Castillo, tutor de los menores
hijos de Cristóbal Cubero, por la justicia” y se compromete a que “los
devolverá y pagará”.
CONCLUSIÓN
La
presencia alcaláina de canteros en la catedral de Jaén se manifiesta en estos
dos personajes, el arquitecto Juan de Aranda Salazar y el cantero Juan Roldán y
sus hijos que fueron aprendices del arquitecto castillero. Su formación viene
ligada con el cambio o nueva tendencia
que se produce en la abadía de Alcalá la Real tras la llegada de la familia
cantera de los Aranda (Gabriel de Aranda, Ginés Martínez de Baeza y Ginés
Martínez de Aranda). Se formó un nuevo núcleo que ocupó el lugar de la influencia
granadina e introdujo la presencia de los arquitectos jiennenses en la ciudad
de la Mota. Su taller de cantería no tenía carácter gremial, sino que estaban
unidos por razones sociales y familiares. Desde los sacadores de piedras hasta
los maestros de cantería pasando por los entalladores, labrantes y asentadores, se surte de las
redes familiares y contactos sociales del entrono de la Abadía, dando lugar a
un cruce de familias de canteros entre los diversos pueblos de la Abadía.
Los
anteriormente mencionados dieron sus primeros pasos en las tierras de la Abadía
y del corregimiento de Alcalá para ampliar su presencia en otros lugares como
las tierras cordobesas y granadinas, debido a la formación y contactos con
personajes como Luís González, casado con la hija de Ginés, o Pedro del Portillo. Juan de Aranda Salazar dio el gran paso
de convertirse en maestro mayor de obras
de Córdoba, Granada, y Jaén, lo que conllevó que una persona de tanto prestigio
atrajera canteros de la ciudad y abadía de Alcalá la Real.
Sobre
todo Juan Roldán y sus hijos que recibieron la carta de aprendiz del maestro castillero. Pero este no fue el único caso investigado,
pues sirva como ejemplo de los diversos aprendices que se cobijaron bajo su enseñanza
uno
1643. Pues la relación entre estos maestros se mantiene, incluso cuando Juan de Aranda Salazar, ya era maestro mayor de cantería de la iglesia
matriz y episcopal de la ciudad de Jaén. Nada menos que su hijo Juan Roldán se casó su hija Andrea de Aranda,
que murieron en Sevilla y debieron heredar sus bienes
. Por
un lado, muchas de las obras de la ciudad
mantiene la huella de su trazas como la de San Juan, Santa Ana. San
Marcos, Consolación y Capuchinos. Por
otro lado, a sus expensas se recibieron
muchos aprendices que eran
enviados por artistas y maestros de las diversas Artes para que aprendieran las
artes de la mano de Juan Roldán y la
supervisión de Juan de Aranda Salazar. Este documento muy interesantes es el
contrato de aprendiz entre el maestro
herrero vecino de Alcalá Cristóbal Fernández Saavedra y Juan Roldan para que
como su administrador legítimo del hijo del primero lo acogiera como aprendiz de oficio de
cantería a su hijo Cristóbal.
[22] GALIANO
PUY, Rafael. Datos
para una biografía del arquitecto Juan de Aranda Salazar (1590?-1654) Elucidario:
Seminario bio-bibliográfico Manuel Caballero Venzalá, ISSN
1885-9658, Nº. 3, 2007 , págs. 355-382
AH
PJ. Legajo 4646. Folio 230. 13 de marzo de 1634.
AHPJ LEGAJO 4652. FOLIO 346. 8 DE OCTUBRE DE 1543.