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viernes, 30 de septiembre de 2016

En Alcalá información.SE ACABÓ EL VERANO Y COMIENZA EL OTOÑO

ACABÓ EL VERANO Y COMIENZA EL OTOÑO

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            La feria de septiembre, y lo digo con todo fundamento histórico, señala el momento crucial entre el final del periodo veraniego y la entrada al cálido otoño, estación que todo el mundo ansía para bien de los campos y para disfrutar del tiempo de bonanza por excelencia de la ciudad de la Mota. Y me han venido entre las papeles de mi correspondencia  para la lectura de estos días  un cuaderno titulado Nuevas Fronteras, Nuevo Compromiso con una hoja suelta que recomendaba trece propuestas para vivir mejor con menos. Creía que era algo propagandístico en tiempos de un consumismo herido o significaba un simple tirón de orejas de una corriente ética. Y en cuanto comencé a leerla, me entusiasmé completamente con su contenido y fue el mejor recetario para afrontar un tiempo insólito en nuestra historia de país.
            Por doquier se perciben el desasosiego y el malestar popular por la falta de estabilidad  que supone la ausencia de un gobierno estable, y por estar gobernados por un gobierno  provisional sin posibilidad de dar respuesta a muchos asuntos, sin ataduras de ser controlado y con la incertidumbre  del futuro del país. Nunca debía ser una carga civil  participar en los comicios y consultas populares, desde  el mundo sindical o laboral al societario pasando por las elecciones locales, autonómicas, nacionales o europeas, por cierto escalonadas desde hace varios años ininterrumpidamente. Otras culturas, hace más de dos milenios como el pueblo romano, convocaban anualmente a los electores y no disponían de los  recursos humanos y actuales para el desarrollo y participación en los comicios electorales. Y no les importaba el ejercicio de la participación.
            Es verdad. Pero la mayoría de los ciudadanos no comprenden que la intención de su voto se quede simplemente como un dato estadístico de una urna, sino que, al emitirlo, lo recarga del deseo de que se hagan realidad sus sueños y sus deseos. Y estos no son otros que un gobierno que ejecute sus ansías de libertad, igualdad y solidaridad, o, al menos, una oposición que controle la actividad del anterior en estos citados campos. Otra cosa es el resultado en el que hay que compaginar el conjunto de los resultados y la distribución de papeles a la hora de comenzar a andar. Esta es la clave de la democracia. Y ahí radica el buen hacer, la sabiduría  de los elegidos y la simpathia con el pueblo. Y, estos años,  que algunos denotan con un descalificativo de transición, supieron dar respuesta al conjunto de la sociedad a lo largo de los comicios celebrados desde 1977. Ahora, el mapa intergeneracional  rompió el bipartidismo , pero todavía no ha logrado combinar el puzzle real de los resultados electorales.
Pero, se acabó el verano. Y me apliqué la primera propuesta al  finalizar la feria, la recogí textualmente “Hay que valorar el descanso, una dimensión receptiva y gratuita”  frente al activismo vacio, el desenfreno voraz o la conciencia aislada pensando en el beneficio personal. Y es que me veía acosado por  cierto  desentono agresivo del entorno municipal ajeno a la sencillez de un pueblo sencillo y sabio.  En los primeros  días de otoño, los senderos alcalaínos  invitaron a a reconocer el valor de los pequeños gestos cotidianos, retornar a la simplicidad y a tener  la capacidad de disfrutar con lo poco. Aunque parece como si solo la inactividad fuera  la  única dimensión que impulsa  a este nuevo modelo humano, sin embargo, al releer las restantes propuestas que giran en torno a la naturaleza,  se ofrecen otras alternativas al mundo del trabajo: considerar universable  lo que hacemos y que tiene un impacto sobre la naturaleza, percibir la  conciencia del valor de la interdependencia de la especie humana con otras especies, ejercer la justicia medioambiental basada en unir estrechamente las cuestiones social y ecológica y recuperar cierta sacralidad a la hora de enfocar el contacto con la naturaleza. Cuatro nuevas propuestas recogidas.
            Una tarde por los arrabales de la Mota entre restos de mansiones abandonadas y la serenidad del silencio del bosque te convierte en otro ser, te hace capaz de vivir sabiamente y de pensar en profundidad, te aleja del atosigarte con el mundo digital y el pensamiento superficial, echas al cubo de  la basura tanta información acumulada sin orden ni concierto. Hay gran cantidad de desafueros.  Tras la salida por la zona del Rastro, la historia te propone un crecimiento que no sea voraz  e irresponsable, te  convierte en un defensor del desarrollo sostenible y, al repensar en  el pasado humano, te hace valorar la vida como un don , un regalo, y, como su guía, la precaución es el único principio  ante la posibilidad de daños graves e irreversibles.

            En el Camino de la Carrera de los Caballos, me sentía feliz. Y comprendía que hay muchas maneras de practicarla y entenderla. Distinta a la del tener  y  poseer. Diferente al mercadeo que nos rodea. Una vida austera y sobria, vivir sencillamente para que los demás puedan vivir. Qué buen programa de valores. Así de simple y directa. Releí estas notas y no sabía si me había confundido de lugar de este artículo. Pero reflexioné que se acabó el verano y comenzó el otoño. Ahí van estas notas, por si a alguien le sirven. Me doy con un canto en los dientes.









SE RETIRAN REPUBLICANOS Y SOCIALISTAS


Por estas fechas, gracias a su actuación municipal, se defendió la incorporación de dos importantes caminos a la carretera de Monturque a Alcalá: uno desde el Bermejo a Fuente Álamo, Fuente la Encina, Albarizas,  Rábita y Grageras, y otro, por el Cañuelo y Portillo de las Carretas para que se dirigieran a las Pilas de las Fuente el Soto[1].  
El 20 de octubre se llevaron a cabo una purga de funcionarios municipales descendientes de los antiguos partidos turnistas. Desde el mes de mayo ya no asistió asiduamente  Batmala y, a partir de este momento,  se notaron e incrementaron  sus ausencias. No obstante, se tomaron algunas medidas en las que los agricultores  le mostraban el entusiasmo, como la unión del camino de las Atravesadas  hasta el cortijo Marroun.
En  medio de estas circunstancias, el día 18 de diciembre  dimitió como concejal el socialista Salvador Frías Pino. El día siguiente Batmala y, unos días después, a finales del  mes  de diciembre de 1924, ante el Delegado gubernativo, los hermanos González de Lara, el maestro Rafael López Rodríguez, Su lugar lo ocuparon por orden gubernativa Manuel Moreno Moreno, Francisco Casanova Camacho y Adriano Hinojosa Bailón.
Muchos historiadores coinciden en que los dos primeros años de la gestión de Primo de Rivera  merecieron cierto reconocimiento por el pueblo al cortar el terrorismo  y pacificar el protectorado de Marruecos.  Pero,  el afán de institucionalizar su régimen mediante la creación del partido Unión Patriótica y  la convocatoria de la Asamblea Nacional  cambió  esta visión  positiva de todos los partidos, conservadores, liberales, socialistas y republicanos, e, incluso, del propio ejército.[2] De ahí, se puede derivar que tuviera repercusión en todos los ámbitos políticos, y, en Alcalá, pronto con la anterior dimisión de concejales.
A partir de este momento, en 1925 no todo anduvo tan favorable a los partidos políticos, y, menos aún, a otras cuestiones relacionadas con la libertad de expresión. Pues el delegado gubernativo mantuvo  un férreo control en todos los campos, no sólo en el ámbito comercial sino también ideológico. En el ámbito social, llevó a cabo un pormenorizado estudio de la lista de la S.O. Paz. Y, a finales del año,  prohibió varias películas “Los Cuatro jinetes del Apocalipsis y Dimgrimont”[3]. Para  imponer su  postura en los órganos municipales, difundía la línea gubernamental a través del periódico La Unión.

                                   El ALCALDE JOSÉ BENAVIDES

De todos es sabido que, durante la dictadura de Primo de Rivera,  adquirieron gran importancia la puesta en marcha de muchas obras públicas y la recuperación del patrimonio histórico artístico. A ello coadyuvó el nombramiento como alcalde de la ciudad en la persona de José Benavides Luna, un enamorado del patrimonio local. Lo fue durante la mayor parte de  este período e integró en su consistorio personas provenientes de las distintas clases de la Junta de Vocales Asociados y algunos profesionales liberales.
Pronto, se notaron varios  elementos de su personalidad cultural. Desde el  mes de febrero del año 1925,  se iniciaron las obras de restauración de la iglesia del Rosario y de la torre de Consolación. Para su realización, colaboró la propia corporación municipal con dos partidas presupuestarias idénticas de mil y cien pesetas para subvencionar dichas obras.[4]
Pero su labor trascendió la restauración de la  arquitectura religiosa y  afectó a importantes facetas de la urbanización de la ciudad. Así, llevó a cabo una importante remodelación del  Paseo de los Álamos, cuyas plantas se trajeron de la Casa granadina “Leyva la Quinta”,  sucesora[5] del famoso jardinero  Pierre Guiraud cuya ejecución correspondió al plan del jardinero Sebastián Cloxa[6]. A mediados de año, se inauguraron  las obras del depósito de agua de la Corredera, con  reparto de pan a los pobres, concierto de la banda música, toque de campanas, proyección de varías películas cómicos en el teatro, acto público institucional., fuegos artificiales, y banquete para autoridades civiles y eclesiásticas. Incluso,  Luis Abril proyectó un  teatro cinema cuya entrada  pretendía que fuera por El Perrico del paseo de los Álamos.
Durante los años treinta, se vivió un remozamiento urbano de la ciudad, tal como venimos comentando,  porque a ello coadyuvó la presencia de expertos maestros de obras como Manuel de la Morena, Cándido García, los Granados, Dominguito, Navas, Manuel Paredes, Bolívar Liñeira y  Ruiz, en la restauración de obras cla Mora, el interior del Ayuntamiento ( ensolado y techo del despacho del alcalde), y el Paseo de los Álamos, este último recibió un a fuerte intervención de plantas con la llegada del ingeniero  de jardines y la replantación de plantas y árboles. La Plaza del Ayuntamiento cambió de fisonomía y de vecindad, la familia de los Hinojosa López,  los Serrano de Mármol, algunos castilleros hacendados y  agricultores eran las familias más conocidas con sus correspondientes negocios.













omo el pilar de
También se compró el Palacio Abacial y se rehabilitaron suelo, patio central y galerías para las nuevas funciones  como la Oficina de Colocación Obrera, Archivo, Escuela, etc.  En otras artes como la música, el alcalde José Benavides, creó una Banda de Música, y, la dotó  con una plaza de director de 3.500 pesetas[7].   
Sin embargo, siguiendo la línea nacional los partidos republicanos en este año no vieron con agrado la  prohibición del Directorio Militar de la fiesta del 1 de mayo, teniendo en cuenta que tomó todo tipo de medios para reprimirla.  Tampoco, compartían las ideas del nuevo alcalde José Benavides[8], aunque gozaran de buena amistad con él.
Dimitieron también   los conservadores Francisco Santaolaya y Casanova.  Entraron nuevos concejales de la Unión Patriótica  como Francisco Belbel y Antonio Aguayo. Además la única voz que parecía permitirse era la del presidente nacional del partido de la Unión Patriótica, a instancias del gobernador civil, que comunicaba las buenas noticias de la guerra en tierras africanas para aliviar los ánimos de los familiares de los soldados alcalaínos. 



[1] Junto a él defendieron esto  Antonio González de Lara, Sánchez Cañete Muñoz y el al acalde Benavides..
[2] ARTOLA,  Miguel Historia de España Alfaguara. T. VII. Alianza Editorial 2ª Ed. Madrid 1974 P. 7..
[3] AMAR. Libro de registro de 1924. 17. y 24 de diciembre.
[4] AMAR. Registro del 23 de marzo de 1925. la Segunda 30-3-1926

[6] AMAR.  Se llevaron a cabo reposición de  105  rosales  (rojos y poliantus), cinco pinos reales y cinco silvestres, que quedan algunos, seis álamos negros de bola y péndula, dos sauces, un hacer, un castaño de la India, un guindo. Ocho coníferas  dos paraísos  etc...
[7] EL PUEBLO CATÓLICO. Sábado 3 de noviembre de 1928. Anuncio de Concurso y PATRIA, órgano de la Unión Patriótica, 5 de noviembre de 1928.
[8] Tomó posesión en el mes de septiembre de 1925

jueves, 29 de septiembre de 2016

BATMALA, EL PSOE, LA UNIÓN MONÁRQUICAY LOS SOMATENES.

sELLO DE LA ÉPOCA DE FUNDACIÓN 
Si esta era su postura  con respecto a la ciudadanía, las líneas de la reforma administrativa emprendida por los nuevos concejales  se basaban en varios puntos : la ruptura con la política anterior del turnismo clientelista  y con el nombramiento partidista de los funcionarios por motivos ideológicos, la racionalización de las tareas eliminando cargos superfluos, y la denuncia de los privilegios y de todo tipo de desaguisados urbanísticos: claro ejemplo fue la denuncia de la casa que se levantaba en la carrera de las Mercedes cercana al convento de las Dominicas, porque no ofrecía la alineación adecuada. La alternativa de estos nuevos políticos se manifestaba claramente en la persecución del enchufismo mediante unas oposiciones y un concurso de oposiciones de carácter público y universal que conllevaba la profesionalización de los funcionarios. En sus intervenciones, el propio Batmala  defendía claramente: “la conveniencia de hacer una renovación del personal de las oficinas municipales a excepción del secretario que tiene derechos adquiridos y que se haga la reducción de plantillas que corresponda y en sucesivo se reglamente el servicio para que rindan el maximum de trabajo, anunciando los concursos para la provisión de cargos que correspondan”. El  nuevo sistema municipal y la aprobación de un nuevo Estatuto Municipal permitieron que se pusieran las bases para un funcionariado  que, en palabras del que por el entonces era el concejal Benavides” se les dé estabilidad y capacitación, se evitará que estén siempre amenazados de verse mezclados y haciéndoles tomar parte activísima en las luchas políticas, se verán defendidos del vendaval político que sobre ellos siempre está cerniéndose y les libraremos de tener que ser servidores mal retribuidos de algún bando o de algún caudillo”.    
            Batmala tampoco creía que no debía aplicarse  la política lastimera para solucionar los problemas acuciantes de la clase obrera, -la única que hasta ahora se había llevado a cabo, beneficencia y caridad-, sino que debían adoptarse  medidas serias y de gran calado. Por eso, era muy frecuente que acudieran al alcalde comisiones de obreros o se amotinaran en la plaza, y, a continuación, le presentaran un escrito para que los atendiera sus demandas. En, en este primer momento de su participación política, en concreto, el  31 de marzo de 1924, encabezó la protesta el republicano Eusebio Piñas. Pedía que el ayuntamiento les diera trabajo por encontrarse parados, y sin recursos  para sus familias, y, si no se les daba, que los alojaran los patronos[1]
. El debate entre los miembros municipales no se hizo esperar. El alcalde  era partidario de que se agotaran los fondos municipales en la Cocina Económica y luego alojar a los obreros. Frente a la Cocina Económica, recurso muy utilizado por conservadores y liberales en los primeros decenios,  los concejales más progresistas (Batmala, el socialista Frías y Gil) propusieron nuevas alternativas. En primer lugar deslindaron claramente lo que era política y caridad, porque no debía compararse a los verdaderos obreros con los pobres“vergonzantes o mendicantes”. Por eso, había que aplicar los fondos municipales hasta agotar el último recurso y obligar, en su caso, a los propietarios para que los alojaran estableciendo dos reales como cantidad  de participación diaria a pagar[2]. Sin embargo, otros concejales  mantenían las posiciones tradicionales. Pues eran partidarios de socorrer a los obreros sin pagarle nada, e, incluso, los hubo que propusieron  que se adelantara dinero por los concejales. Al final, se acordó el recurso de la Cocina, y el alojamiento valorado en dos pesetas por persona alojada sin ocupación, y dos y media por invertirlos en alguna tarea agrícola.

Ante este nuevo aire que se vivía en la vida municipal, pronto,  dimitieron los concejales monárquicos. Gregorio Torres Castillo, Julián Gil, Manuel Fernández Mendoza y Francisco Sierra Montañés. En su lugar, entraron los tecnócratas y liberales Francisco Rubio, Alonso Pineda y  Miguel Casanova y Bartolomé Laguna. 
Por el mes de mayo, se tomaron algunas medidas administrativas de delimitación de términos en la zona comprendida entre el caserío de Trujillos y  el partido judicial de Moclín y además, comenzaron las gestiones para adquirir el  Palacio Abacial ante la oferta presentada por el arcipreste de la localidad, don Antonio Montañés Chiquero[3]. Y, lo que fue una importante noticia en el ámbito nacional, la Real Academia de la Historia informó que aconsejaba la compra de  la estatuilla del Hércules, que había aparecido en Alcalá[4].


            EL PSOE

Por este tiempo, fue también noticia importante el alta de la agrupación socialista de Alcalá la Real dentro de la organización nacional del PSOE[5]. Junto con ella se integraron las agrupaciones jiennenses de Begíjar, Villacarrillo, Villargordo, y otras de importantes ciudades del ámbito nacional, como Manzanares, Montijo, Carabanchel Bajo, Orihuela, Torrevieja y Rentería. Supuso un paso significativo para el socialismo alcalaíno, por primera vez varios concejales socialistas, junto con los republicanos, accedieron a ocupar puestos del Ayuntamiento de Alcalá la Real. Al no existir antes de esta fecha,  una agrupación socialista definida orgánicamente y tan sólo una sociedad obrera, la de la Emancipación, no podemos constatar si ya estaba organizado el partido socialista aunque con una afiliación reducida en sus miembros y simpatizantes.. Lo cierto es que Salvador Frías, Esteban Gutiérrez  y Pablo Batmala ostentaron el cargo de concejal, atendiendo el primero a la línea emprendida por el comité del PSOE en el día tres de octubre del 1923, aceptando la sustitución decretada por el Directorio Militar de Primo de Rivera, en el que se integraban los concejales de los ayuntamientos por los denominados vocales asociados. No debió ser muy importante ni relevante su presencia, porque ya en el año 1924, el veintiocho de abril se nombró un  nuevo delegado gubernativo de la zona de Alcalá que emitió un edicto impidiendo la celebración del uno de mayo y exponiendo las medidas a tomar en caso de coacciones. Ello  no impidió que la Agrupación Socialista de Alcalá se fundara por estos meses, tal como aparece en El  Socialista, del 30 de junio de 1924.
No fue, durante este periodo, la participación de los socialistas y de Batmala  muy  significativa ni intensa, pero les sirvió de experiencia para futuras empresas que posteriormente se plasmarán con la II República. La razón era obvia. Todavía, mantenía gran influencia en el ámbito obrero, desde un punto de vista asistencial, la Sociedad  conservadora de la Paz, que protegía a los obreros asistencialmente. Curiosamente, en este tiempo formaba parte de ella Esteban Gutiérrez como secretario general del PSOE local y, por tradición familiar, ejercía su liderazgo  Salvador Frías[6]

MORAL Y COSTUMBRES 

Era muy frecuente, entre los movimientos de izquierdas, un moralismo austero,  que propugnaba una lucha contra el alcoholismo en muchos lugares de la provincia. Durante esta etapa, Batmala compartió   su agnosticismo y laicismo, al mismo tiempo que  una moralidad y una ética  austera  con el socialista Frías, pues no sólo propugna el control de los horarios de las tabernas, sino que no se cayera  en los vicios de la embriaguez, de lo que se aprovechaban los patronos para pagar menos a los obreros en estos lugares. Por eso, trató de que  se evitase el pago de los jornales en establecimientos públicos, prohibió el juego de naipes y la venta de alcohol restringiendo los horarios  de apertura y cierre a partir  de la nueve de la noche. El propio Salvador Frías  acusó a la  conservadora Sociedad Obrera de la Paz ante el delegado Gubernativo de no ajustarse a las leyes, pues, en  la calle de los Álamos tenían abierto un establecimiento donde se expendía bebidas a los socios fuera  de las horas  de cierre infringiendo las ordenanzas municipales  [7]
.           En el mes de junio,  con motivo de la aprobación de  la lista de clasificación  de quintos, todavía Batmala asistía a las sesiones municipales. Pero, en el mes de julio hubo una nueva sustitución de concejales entrando los banqueros y funcionarios por los conservadores y liberales. Dimitieron Gregorio Torres Rosales y Julián Gil; Francisco Sierra y Manuel Fernández Mendoza y entraron el industrial Francisco Rubio, Alonso  de Pineda y Miguel Casanova, junto con el maestro Rafael López y Bartolomé Laguna.  Las iniciativas del delegado gubernativo apoyando el nacimiento del nuevo partido, creado por el dictador Primo de Rivera, no complacieron a los sectores republicano.socialistas que vieron que no era sino un movimiento de derechas donde se refugiaron  todos los conservadores posteriores del maurismo. Acudió una representación alcalaína junto con la delegación provincial de Jaén a la Asamblea de Alcázar de San Juan, donde se dio forma a una estructura piramidal, en cuya cúspide estaba Primo de Rivera y  el directorio militar, y en la base la Asamblea. Sus principios fundamentales en contra del anarquismo, comunismo y materialismo, además,  ponían las bases para el golpe de estado del 1936.


LOS SOMATENES

            El día 16 de agosto, Pablo  Batmala acudió al  acto de la constitución del cuerpo del Somatén, que fue muy celebrado por la población alcalaína. Lo organizó el notario Rafael Azpitarte, cabo de la sección local. Anteriormente, este se desplazó a la estación de Espeluy  con varios concejales, el gobernador civil y, el diputado Sedano  para recibir al general Dabán, comandante general de los somatenes de la 1ª Región. El acto de Alcalá la Real se celebró con gran solemnidad y fue acompañado de una cohorte de jóvenes mujeres de la burguesía alcalaína  como madrinas del acto, a cuyo frente estaba Teresa Suárez. Tuvo lugar en el Paseo de los Álamos, donde el jefe de los somatenes hizo un largo discurso, basado en un canto a las juventudes rurales insistiendo en su pureza bucólica y en la defensa del apoliticismo, como política propagandística  emprendida por la Dictadura de Primo de Rivera. Continuó con la alocución de la madrina de honor, que ensalzó la bandera, enriquecida por los escudos bordados por las señoritas de la localidad y, además, solicitó que se le ofreciera a la Patrona de la ciudad. Como en todo acto extraordinario, hubo una manifestación cívica hasta la iglesia de Consolación, acompañada de la banda del Regimiento de Córdoba, un  banquete con discursos de Azpitarte,  brindis, y verbena vespertina[8].




[1] AMAR. Acta  del 31 de  marzo de 1924.
[2] AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.
[3] AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.
[4] JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su  periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza jiennense.

[6] EL SOCIALISTA. 30 de junio de 1924.
[7] AMAR.  Acta del 14 de julio 1924.
[8] NORTE ANDALUZ. Numero 95. 24 de agosto de 1924.0




miércoles, 28 de septiembre de 2016

BATMALA CONCEJAL





Precisamente, este día, bajo la presidencia del alcalde Antonio González de Lara,  Batmala entró en la  política oficial, como concejal nombrado por el delegado gubernativo, y  ejerció el cargo de cuarto teniente de alcalde, votado por los nueve concejales entrantes,  hasta el año siguiente, en el que dimitió junto con Salvador Frías. Probablemente, respondía su incorporación a la vida oficial a razones puramente tácticas de los partidos republicano y socialista y  de los sindicatos de izquierdas en la dictadura de Primo de Rivera, cuando entraron en el Consejo Social Nacional a instancias de la política social en defensa de los trabajadores, propugnada por Largo Caballero, secretario general de la UGT. En palabras del maestro López Rodríguez, que defendía un gran impulso en la educación infantil en beneficio posterior del pueblo, les movía a esta corporación lo siguiente “confía en que desapareciendo toda clase de matices políticos se colaborará en el bienestar del pueblo, cuya administración les ha sido confiada “. Y, en palabras de Benavides con motivo del debate de la reforma administrativa”  tiene la convicción y evidencia plena de que los señores concejales que integran la Corporación Municipal han dejado la baja y vieja política, no ya en el dintel de la puerta sino en las afueras del pueblo”.  Y, en verdad que esta buena disposición política tuvo su plasmación en los hechos concretos. Pues, se propagaron por esta fecha algunas medidas muy interesantes para los trabajadores como  el retiro obrero, aunque,  por otro lado, no se entendía la presencia del socialista  Salvador Frías, precisamente cuando el delegado gubernativo impidió la celebración del 1 de Mayo  y ordenó que no hubiera coacciones[1] ni, menos aún, que participaran de actos como la conferencia de la llegada de Calvo Sotelo para impartir una anunciada a los miembros de la corporación municipal[2]. No obstante, republicamos y socialistas dieron un viraje a la política local con medidas relacionadas con el bien público, como el control e incautación de la aceituna, el registro sanitario de la venta del pescado y el fomento del deporte con el reparto de la cartilla gimnástica.
Batmala, además,  formó parte de las comisiones  de Empadronamiento  y Pósitos junto con Frías, Rodríguez y Gil. Pero, donde jugó un gran papel fue en su relación con los sectores más desfavorecidos. Tenía muy claro que su participación política se fundamentaba  en la claridad de las cuentas públicas y en la reorganización de la administración municipal transformándola por  un sistema más racional y universal. Claro ejemplo de ello es la defensa que hizo de los obreros muertos en el verano del 1923 con motivo de la caída de la casa de los Explosivos y el derrumbamiento del convento de  las Trinitarias. Para  Batmala, el derrumbamiento no se produjo por casualidad, sino por imprudencia. Además acusó a las autoridades de que, con su complacencia, permitieron a los dueños hacer el derribo sin las debidas condiciones de seguridad. No sólo defendió la dignidad de los obreros muertos ante la pasividad del ayuntamiento, sino que denunció la falta de consideración de los anteriores munícipes,  puesto que no declararon en aquellos días  luto local, ni tuvieron tratamiento decente con sus cuerpos y su inhumación, sino que, además,  se reveló sumamente alterado por no conceder una mutualidad a sus familias e hijos Vamos a transcribir el discurso de Batmala, porque con sus palabras comprenderemos la vehemencia con que defendía a los desfavorecidos
“ Tiene que exponer los hechos luctuosos  que, a consecuencia de no cumplir las autoridades con la Ley, han ocurrido en menos de un año, una en el verano pasado, el incendio de la expendeduría de explosivos, y el otro el derrumbamiento de parte del convento, por haberse hecho derribos  sin la más elemental precaución, porque aunque lo hayan dicho los maestros de obras, ni, aunque  lo asegure un arquitecto, no me  pueden convencer que es el tiempo, el que ocasionó la catástrofe, es decir que un edificio que lo abandonan sus habitantes, porque amenazaba ruina teniendo su techumbre, muros interiores y todos sus ligamentos y trabazones ¿Cómo se le puede ocurrir a los dueños del inmueble quitarles la techumbre, trabazones y muros interiores dejando un lienzo de pared de unos ocho metros de altura? ¿Fue una imprudencia, dado su estado ruinoso hacer el derribo en esas condiciones, y mucho más no tener en cuenta como si tuvieran de su mano la fuerza de los elementos como es el viento, el agua y un posible temblor de tierra? En esto vuelvo a insistir que la complacencia de la autoridad en no obligar a los dueños a hacer el derribo en debidas condiciones ha dado por resultado la desgracia que todos lamentamos. Yo entiendo que la autoridad debió invitar a los establecimientos al cierre en señal de luto.
En este pueblo es costumbre que a todos las víctimas que se les practique autopsia, se le avise a los familiares, a conducirlos  al cementerio a las cuatro de la tarde para que esta a la vez invite a los amigos al acompañamiento de los cadáveres al cementerio; en este caso no se hizo caso, sino que, como de contrabando y como si hubiera interés en que no subiera acompañamiento, los subieron completamente desnudos, como si no hubiera un pedazo de fardo con que envolverlos, pues uno de ellos iba enseñando todas sus partes, que uno de los acompañantes los tapó con una chaqueta, la cual fue con él  a la fosa común, otro hecho a mi entender improcedente, pues debieron enterrarlos en sepultura especial, ( esto según dijeron los acompañantes, pues  yo no los presencié) para que estuvieran a disposición del Juez  por lo menos cinco años.
El ayuntamiento debió costear dos cajas humildes, y designar una representación  de su seno e invitar al pueblo al entierro de las víctimas.
Otra cosa que ha debido hacer la autoridad es obligar a los dueños del edificio derruido a que con toda premura les busque una habitación a los supervivientes de la catástrofe y proporcionarles médico, botica y alimentos, pues, a consecuencia de este suceso, han quedado en la mayor miseria, pues en la pobre casa en donde se alojan acogidos por caridad no ha asomado hasta la fecha los socorros obligados a hacerlo ni la caridad oficial, y puesto que las autoridades  con su negligencia al no obligar a los dueños del inmueble a hacer el derribo  a su tiempo y en debidas condiciones, ha dado lugar al grave daño para remediarlo en la pequeñísima parte, que ya es posible, propone que el Ayuntamiento se erija en defensor  de los intereses de sus desgraciados, y si voluntariamente no lo hicieren, pida con arreglo a la ley, una indemnización  de Cinco mil pesetas por cada uno de los hijos muertos, reconstruirle la casa, y pagarle la habitación hasta que la obra esté terminada y en condiciones de facilitarla”   

Si esta era su postura  con respecto a la ciudadanía, las líneas de la reforma administrativa emprendida por los nuevos concejales  se basaban en varios puntos : la ruptura con la política anterior del turnismo clientelista  y con el nombramiento partidista de los funcionarios por motivos ideológicos, la racionalización de las tareas eliminando cargos superfluos, y la denuncia de los privilegios y de todo tipo de desaguisados urbanísticos: claro ejemplo fue la denuncia de la casa que se levantaba en la carrera de las Mercedes cercana al convento de las Dominicas, porque no ofrecía la alineación adecuada. La alternativa de estos nuevos políticos se manifestaba claramente en la persecución del enchufismo mediante unas oposiciones y un concurso de oposiciones de carácter público y universal que conllevaba la profesionalización de los funcionarios. En sus intervenciones, el propio Batmala  defendía claramente: “la conveniencia de hacer una renovación del personal de las oficinas municipales a excepción del secretario que tiene derechos adquiridos y que se haga la reducción de plantillas que corresponda y en sucesivo se reglamente el servicio para que rindan el maximum de trabajo, anunciando los concursos para la provisión de cargos que correspondan”. El  nuevo sistema municipal y la aprobación de un nuevo Estatuto Municipal permitieron que se pusieran las bases para un funcionariado  que, en palabras del que por el entonces era el concejal Benavides” se les dé estabilidad y capacitación, se evitará que estén siempre amenazados de verse mezclados y haciéndoles tomar parte activísima en las luchas políticas, se verán defendidos del vendaval político que sobre ellos siempre está cerniéndose y les libraremos de tener que ser servidores mal retribuidos de algún bando o de algún caudillo”.    



[1] AMAR. Libro del 28  de abril de 1924.
[2] AMAR. 16 DE MAYO DE 1924.

martes, 27 de septiembre de 2016

PABLO BATMALA CONCEJAL EN 1924 EL NUEVO AYUNTAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.

PABLO BATMALA CONCEJAL EN 1924
EL NUEVO AYUNTAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.

En el segundo decenio del siglo XX, la plaza del Ayuntamiento alcalaíno ofrecía diferente aspecto que el de principios de siglo, con la llegada de los nuevos vecinos. Del Castillo de Locubín, habían venido Rufino Baeza y Antonio Collado, de Priego los Calvo y del Mármol, que se emparentaron con los Montañés ( Manuel del Mármol casado con Concepción Montañés).
La prensa que se leía por aquel tiempo era “La ëpoca”, “ El Pueblo Católico” y “.La Regeneración”. La revista Lope de Sosa daba entrada muchos escritores alcalaínos que con sus artículos ilustraban de la historia, el costumbrismo y las inquietudes de los conservadores bajo la égida de Alfredo Cazabán.
Nuevos miembros del entorno familiar de los Batmala se integraron en la vida municipal: Pablo Batmala y José María del Mármol, su cuñado,-este en una segunda participación de la política municipal - formaron parte de uno de los sectores de la Junta Municipal.
Otros familiares suyos ya habían muerto, como su tía María Juana Laloya el uno de diciembre de 1923. En la calle Caridad, a espaldas de su casa, Batmala tenía como vecinos en la calle Caridad a varios republicanos el granadino Miguel Alamidas García, al empleado de notaría Juan Bermúdez, que lo seguiría siempre, a los miembros de la familia Sánchez Cañete y González de Lara, por otro tiempo eran miembros del partido liberal. Su casa estaba cercana a la del industrial y republicano José Marañón Serrano, que vivía en la calle de las Angustias.Por la calle Bordador- Batmala, el barbero Cobaleda, Dolores Granda y los Montijano compartían vecindad.
Durante estos años, los republicanos seguían guardando en la clandestinidad sus creencias políticas. Pero solían reunirse secretamente en las tiendas y tabernas o realizaban comidas de campo, los famosos “guisos alcalaínos” en los cortijos de los más hacendados, donde debatían de los acontecimientos del momento o jugaban a los juegos prohibidos. Pablo Batmala frecuentaba la taberna de Esteban Gutiérrez en la casa número 32 de la Tejuela, donde en la trastienda solían reunirse los primeros republicanos, muchos de ellos afiliados de la mano de Domingo Gutiérrez Romero, un profesor masón, que se afincó más tarde en Sevilla. Allí, comenzaron a probar las primeras cervezas de la marca Alhambra, que les servía el hijo de Esteban, los famoso Biskutis.
Batmala, por este tiempo, solía estar aquejado de dolores de estómago, y para ello el hijo de Gutiérrez le preparaba un infiernillo donde le calentaba los vasos mientras el resto de los contertulios se la bebían fresca sacada del pozo del patio.Frecuentaban la reunión el sastre Miguel de la Casa, Manuel Ceballos, y un pariente suyo que llamaba el Chache Gregorio Cevallos León, el priipio Esteban y los hermanos Hinojosa. También acudían Víctor Sáez, Caquito, Choín y Bolívar, el del Banco Español de Crédito. De noche, acudían a la casería Funes. Todos ellos compartían el nuevo viraje hacia el centro de Lerroux, que no apostaba por la revolución de las barricadas. Comentaban los más variados adelantos como la colocación del nuevo Centro Telegráfico Urbano en la casa de Guardia Castellano y la cesión de un terreno de Luis Abril Lozano para pista de aterrizaje de aeroplanos. Los nuevos garajes de coches trajeron nuevos oficios y personas técnicas dedicadas a la pauesta en funcionamiento de estos artefactos, uno de ellos fue Juan Funes Quiroga. . Los negocios ocupaban gran parte de sus conversaciones, el nuevo rumbo de la fábrica la Trinidad, que había pertenecido a su tío Francisco Batmala, y ahora estaba en manos de Rafael Aguayo.
Se  celebraron las últimas elecciones de la Restauración el 23 de abril de 1923, y, en esta ocasión, republicanos y socialistas acudieron separados a las urnas. Por primera vez el distrito de Jaén, eligió un miembro de Unión Republicana. Se trataba del cazorleño Pedro Villar Gómez, miembro de una estirpe parlamentaria que se remontaba al siglo anterior ( había pasado de  la rama liberal de corte canalejista hasta las filas republicanas). Pero, poco pudo hacer. . De nada le valió. Pues, en la provincia de Jaén, el mes de septiembre el general Primo de Rivera disolvió las Cortes. Pues, a finales de 1923,  tras el golpe de estado del 17 de diciembre, el general Primo de Rivera disolvió las Cortes, impuso la dictadura militar, formando un directorio militar en el que apartaba a los partidos políticos del gobierno nacional y suspendió al Constitución. Sus primeras medidas afectaron a la  vida municipal, porque estableció la censura, suprimió los gobiernos civiles nombrando delegados gubernativos   y sustituyó los ayuntamientos por juntas rectoras. En el partido judicial nombró un delegado gubernativo, que controló toda la actividad política de Alcalá, Alcaudete, Castillo de Locubín y Frailes y, para consolidar el nuevo régimen, estableció una oficina, con la que controlaba el ayuntamiento y expandía las órdenes gubernamentales a la población. Como complemento, contó con la valiosísima fuerza de los somatenes, que se crearon para defender el orden público.



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En Alcalá, concretamente, por orden del gobernador civil, el capitán  del Ejército don Esteban Merino Revuelto se presentó ante  el Ayuntamiento como delegado gubernativo del 17 de diciembre de 1923, y en consonancia con el golpe de estado de Primo de Rivera, el teniente de línea de la Guardia Civil Eduardo Carazo y Carazo, convocó a la Junta de Asociados, para que, entre sus miembros, ya concejales y con título de profesionales, eligieran el  nuevo Ayuntamiento: Pues, de acuerdo con la orden del Directorio Militar, debían cesar a todos los miembros anteriores. 
Se constituyó el ayuntamiento formado por profesionales liberales y funcionarios, dando la alcaldía a José Serrano Muñoz. Sin embargo, pronto, debió dimitir por ocupar su puesto estatal en Correos. A los pocos días, el Gobernador Civil   refrendó esta dimisión, porque  su cargo político era incompatible con el de funcionario de Correos, además de no tener título universitario, ocupando la alcaldía Antonio González de Lara[1].




[1] Acta de 17 de octubre de 1923.

José Serrano Muñoz
Empleado de Correos

Alcalde
Antonio González de Lara
Abogado

Alcalde
Blas Ramírez Castillo
Veterinario
Llanillo

Manuel Cente Rascón


Teniente de alcalde
Luis Belbel Castillo
º

Teniente de alcalde
Emilio Martínez Martínez
Comerciante
LLanillo

José Puche Jiménez



Antonio Sánchez



Gregorio Torres Daza


Teniente Alcalde
Sebastián Pinto Peinado

Empleado

Manuel Murcia



Domingo Cano García



Narciso Sáez Suárez


Síndico
Antonio Guardia Jiménez



Domingo Vela Freijóo



Miguel Barrio



Joaquín Cobaleda



Conrado Gallego García



Sánchez González



Pedro Bermúdez



Manuel López Ramírez
Maestro de Obras

Teniente Alcalde






LOS PRIMEROS CONCEJALES DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

José González de Lara
Primer Alcalde
Febrero 1924
José Serrano Muñoz
Comerciante

Julián Gil
Oficinista

Samuel Rosales Frías
Industrial
Dimitió el 21 de abril de 1924
Manuel Fernández Mendoza


Rafael López Rodríguez
Maestro

Gregorio Torres


José Benavides Luna
Abogado

Sebastián Pérez Molina


Francisco Murcia Rodríguez


Juan de la Cruz Sánchez-Cañete López
Hacendado

Florentín Montoya


Francisco Santaolaya
Hacendado

Daniel Jiménez


Salvador Frías Pino
Herrero
Socialista
Pablo Batmala Laloya
Hacendado
Republicano
José González de Lara


Francisco Sierra Montañés
Comerciante

Sánchez Cañete Muñoz


Francisco Serrano Mármol
Comerciante y hacendado

Juan Sánchez Cañete López


José Gil Rodríguez


Pablo Oria Alba

Dimitió 24-4-1924
Domingo Esteban Gutiérrez Romero
Comerciante
Republicano Dimitió
Francisco Sánchez y Sánchez
Industrial

Luis Belbel Castillo

Dimitió en 1924
Francisco Sáez Suárez

Dimitió
Manuel Cañete Rascón


Emilio Martínez Martín
Comerciante

Miguel Barrio Díaz
Labrador

Pero, en el mes de abril, de nuevo se constituyeron los ayuntamientos de acuerdo con el nuevo estatuto de régimen local, en el que se apoyaba un concepto “organicistas de la vida social”, dando entrada a los distintos sectores de la economía y la sociedad. Por el mes de marzo dimitieron los concejales Ramón Navas, Domingo Cano García, José Oria Alba, Joaquín Cobaleda, Rafael Cervera Cano, Domingo Vela Freijóo. Antonio Guardia y Gregorio Torres. En el pleno del ayuntamiento alcalaíno del 27 de marzo de 1924, el gobernador civil de Jaén nombró nuevos concejales, y, ante el delegado gubernativo Cirilo Artés Olmo se incorporaron a la política municipal personas, que ocupaban cargos en las nuevas sociedades obreras y en instituciones consultivas del ayuntamiento de carácter económico, la mayoría de ellos eran nuevos comerciantes y hacendados de la localidad, y algunos artesanos. Se trataba de aquellos hombres que, años más tarde, serían defensores de la República como Pablo Oria Alba, Domingo Gutiérrez Romero, el socialista Salvador Frías Pino, Manuel Moreno Moreno, el maestro Rafael López Rodríguez, el agricultor Miguel Casanova Camacho, Manuel Fernández Mendoza, José González


de Lara y un enigmático emparentado con el párroco de Santa María la Mayor Julián Gil Rodríguez Otros eran representantes de los industriales y hacendados alcalaínos, como Francisco Sánchez, Francisco Serrano de Mármol, Daniel Jiménez, los Sánchez Cañete, Sebastián Pérez Molina, y Bartolomé Laguna..


1 Acta de 17 de octubre de 1923.
2 AMAR. Libro del 28 de abril de 1924.
3 AMAR. 16 DE MAYO DE 1924..
4 AMAR. Acta del 31 de marzo de 1924.
5 AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.
6 AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.
7 JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza jiennense.
8io de 1924.
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